Mew Suppasit solo quiere vengarse del Gulf adolescente que rompió su corazón en el pasado y siendo una de las personas más ricas de Tailandia usaría un poco de su poder y dinero para devolverle a aquel chico todo el sufrimiento que le causó.
Gulf Ka...
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Mew no lo pensó dos veces en cuanto sintió la mano tocar su cuello, para lo que supuso era comprobar su pulso, su instinto tomó el control de su cuerpo y se vio a él mismo reaccionando violentamente mientras golpeaba directamente contra la quijada del hombre haciendo que cayera de bruces al suelo y soltando su pistola en el acto.
Sé puso de pie pateando el objeto lejos del alcance del contrario, incluso con el dolor corporal se lanzó contra el hombre que aún estaba aturdido, propinandole un puñetazo seguido del otro sin dejarle tiempo ni espacio para defenderse.
-Mew, lo vas a matar- Escuchó a Bright a su lado, pero no se detuvo hasta que descargó un poco de su frustración, aunque la mayor parte de su odio estaba siendo guardado para él mal nacido de Tul.
El mayor de los dos por su parte había recogido su pistola cambiando el cartucho y asegurando que tuviera las balas suficientes, observó al abogado tomar del cuello de la camisa al tipo, presionandolo contra el suelo entre los restos del polvo y algunos trozos de concreto.
¡Joder!, ¡Acaso Tul se creía musulmán para usar tantas bombas!.
-Vas a decirme donde carajos esta Tul si no quieres que te meta una bala por la boca, ¿lo captas?.
El hombre bajo sus manos asintió como pudo, dejando caer por los costados de su boca hileras de sangre y mirándolo con ojos morados.
-Lo vamos a buscar nosotros mismos hermano- Bright toco su hombro- lo has oído, vendrán más y si son un ejército no podremos sólo dos.
-¿Está aquí?, habla- Suppasit lo agitó con violencia levantandolo levemente, el chico trago saliva buscado su propia voz en su adolorido cuerpo, lo único que esperaba era que sus colegas llegarán rápido para cumplir las órdenes de Tul.
-E... Esta arriba...
-¿Cuántos son?- Preguntó Bright acercándose, metió el arma en su cinturón y sacudió el polvo de su cabello, y la atención fue puesta sobre el, sin embargo antes de que pudiera obtener su respuesta escucharon el caminar de una cuarta persona y su cerebro les puso en estado de alerta, ambos apuraron sus manos para apuntar en la dirección del ruido.
-¡No me disparen!, ¡Soy yo!- Ohm apareció igual de desordenado que ellos, alzando sus manos al frente para darle confianza al par de hombres de que estaba completamente de su lado tal y como habían llegado.
Las pistolas fueron enfundadas de nuevo, y Ohm corrió ni bien se dio cuenta del pequeño cuerpo tendido a unos metros.
-Está vivo, solo está inconsciente- Mew soltó sin quitar la atención del prisionero.
-Tenemos que imos ahora.
-No podemos dejarlo aquí.
-Ohm, tampoco podemos llevar cargando a Fluke por toda la casa.
Guardaron silencio, aunque no se quedaron quietos ni se confiaron, las opciones se limitaban a subir y averiguar si Tul estaba arriba o irse después de todo lo que habían hecho, después de perder a al menos cuatro de sus hombres.
