Mew Suppasit solo quiere vengarse del Gulf adolescente que rompió su corazón en el pasado y siendo una de las personas más ricas de Tailandia usaría un poco de su poder y dinero para devolverle a aquel chico todo el sufrimiento que le causó.
Gulf Ka...
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Al despertar lo primero que sintió fue la mano ajena acariciar la piel de su vientre con delicadeza, sus corazón se aceleró al sentir como la persona que le abrazaba desde atrás dejó un beso sobre su nuca.
—Me siento excluido —Soltó después de un largo bostezo, Gulf se acurrucó más contra Mew quien le abrazo con cariño —Ustedes están dándose amor mientras duermo y me excluyen.
—Por supuesto que no. —La voz ronca del abogado le respondió, causando un mar de sentimientos en su ser. El mayor tomó la mano contaría para ponerla sobre el lugar que antes acariciaba, Gulf casi brinco al sentir el relieve sobre su vientre —Es como si se hubieran escondido todo este tiempo.
—Es una suerte que me haya desmayado o hubiera salido en el programa ese "No sabía que estaba embarazado".
—Definitivamente Discovery podría hacer un documental sobre nuestra vida. —Mew sonrió imaginando dicha producción. Sería de verdad una catástrofe entre lo trágico y cómico, aunque ellos ya estaban teniendo su final feliz.
—Podemos vender la idea, hagamos una novela, y repartiremos las ganancias, el diez por ciento para ti y el resto para mi —Gulf bromeó dándose vuelta para abrazar a su pareja, subiendo una de sus piernas sobre el cuerpo.
—Ows, mi bebé es tan codicioso —soltó apretando con delicadeza la nariz del chef.
—Demasiado si se trata de tí —aceptó cerrando los ojos, tratando de ignorar que tenía que ir a trabajar. La cama era demasiado tentadora, y la calidez que el cuerpo ajeno le brindaba era tan exquisita que moría por dormir ahí por todo el día.
—Esto es tan fabuloso que no puedo creerlo. —Mew dijo escondiendo la nariz en el cabello de Gulf, a diferencia del diario está vez su chico tenía olor a menta gracias a su propio shampoo y de alguna manera le gustaba.
—Yo tampoco lo hago, siento que despertaré y será un sueño —Suspiro el más bajo aún con los ojos cerrados. La respiración pausada y calmada de Mew le arrullaba, podía escuchar su corazón latiendo con parsimonia.
—Pero es muy real, vamos a tener dos bebés preciosos.
—Espero que se parezcan a tí —Atinó a decir el chef, recibiendo un montón de besos sonoros en la cara que lo hicieron reír.
—No, yo quiero que sean iguales a ti, con tus hermosos ojos —Sonrió besando sus labios cortamente.
—Estoy demasiado feliz —Gulf dijo, mirando el techo, había un sentimiento nuevo en su pecho, su mano acarició su propio vientre, recorriendo el relieve y sintiendo mariposas en el estómago, no sabía cómo describir el amor incondicional que sentía por esos seres tan pequeñitos que crecían en su cuerpo, sabía que los amaba tanto como a Mew, que los protegería y que daría su vida de ser necesario por ellos.
—También lo estoy, tu eres mi felicidad.
—¿Sabes que más me haría feliz? —el chef cuestionó.
