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― ¿Acabas de llamarme viejo, bambi insolente? ― Yoongi era.. de poca paciencia.

― ¡Yo nunca dije eso! Espera... ¿Me llamaste "Bambi"?

Pasaron las horas y llegadas las doce de la mañana, el joven de pelo negro salió a correr por segunda vez, ahora hacía la universidad.

Entró al salón con aspecto cansado y la piel tres tonos más pálidos de lo normal. El maestro apenas levantó la mirada ante su llegada, él solo se sentó y sacó las partituras de su mochila.

Estaba estudiando para ser un productor musical, es un alma creativa y amante de la música, por eso mismo había decidido estudiar aquello (se lo han dicho desde que era un adolescente, pero eso ya lo sabía desde antes).

Miraba las divisiones de notas, una a una, como sí buscara algún error, comparándolas con las del tablero. Pasó en unos minutos a tocar el piano frente a toda la clase. Era una simple revisión de los fragmentos que debía tocar para un proyecto que sería su nota final del semestre.

Aunque sentía haberlo hecho perfecto, pasaba algo más. 

Su corazón latía en su pecho como si quisiera salirse de un salto y exponerse frente a todos latiendo con fuerza para derramar líquido pericárdico sobre todas las teclas, tocando la misma sinfonía brutal que le reventaba la cabeza. ¿Ansiedad social?, tal vez.

Pasada la clase, salió corriendo camino a la azotea del edificio, dónde con la agilidad de una máquina sacó un paquete de cigarrillos y encendió uno para fumarlo hasta que solo quedara la colilla entre sus dedos. El humo en sus pulmones y la nicotina en su sistema mataría cada sentimiento dentro de sí, también se desharía del temblor de sus manos y piernas. 

Exhalo por última vez para tirar lo que quedaba del cigarro al suelo y apagarlo, levantándolo una vez más entre sus dedos, lo tiraría a la basura después.

El sonido pesado del metal de la puerta al abrirse y cerrarse le detuvo de sacar otro; y dejando sus manos en los bolsillos de sus pantalones para disimularlo, se dio la vuelta teniendo una leve sospecha de quién podría ser.

― Jeon Jungkook.

― El mismo que te arrancará un pulmón si no lo hace tu vicio primero.

― ¿Qué quieres, conejo? ― Otro de sus apodos creativos.

― Dormir, pero soy estudiante.

― Oh no, el cantante no puede descansar porque su garganta necesita masajes hechos por damas vietnamitas durante toda la noche mientras bebe té verde. ― Habló con un tono infantil y un puchero en sus labios.

― ¡Es más duro de lo que crees!... además, nos ponen a investigar historia para redactar veinte páginas hablando de gordos cantando...

― Pobre de ti...― No lo decía en serio.

― Chupa un limón. ¡Y para que sepas, Solo Tae puede tocar mi angelical cuerpo!

― Me perdiste en chupa.

Jungkook, la mejor compañía para estudiar de Yoongi desde la secundaria, y aunque no lo admitiera, probablemente su mejor amigo. Estudiante de canto profesional, también, enamorado total de su carrera y comprometido a formar una boy band con Yoongi, aunque este no lo sabe aún. Pareja del estudiante estrella de diseño de modas de su universidad, Kim Taehyung.

― Oye.

― ¿Qué?

― Dame dinero.

― ¿Y eso a que viene?

― ...Tengo hambre

A decir verdad, él también, pero a penas tenía el pago de su renta junto con unos palitos de zanahoria...

Bueno, haciéndole ojos de perrito a la mujer de la cafetería, podrían conseguir unas galletas, sumando el agua gratis que patrocinaba la universidad. Que buen plan.

― Somos muy listos. ― Alardeó su amigo cuando consiguió unas cuantas galletas, llegando a su mesa.

― No dejes que los de filosofía te escuchen ― Soltó una risita mientras rompía el sello de la botella de agua.

Empezaron a comer con los palitos de zanahoria en el centro de la mesa, siendo atacados por Jungkook en un instante. 

Winter RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora