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Un trabajo de medio tiempo en Corea ayuda mucho si eres estudiante, no ganas el mejor sueldo del mundo, pero tienes ingresos temporales, más el apoyo gubernamental para estudiantes de bajos recursos, que, casualmente era el caso de Yoongi. No venía de una familia exactamente adinerada. Sin embargo, con el apoyo de su madre, consiguió el trabajo y la beca de estudiante.

Pero, había un pequeño inconveniente. Los viernes, era su turno para cerrar la tienda, junto con apenas dos compañeros más, que por desgracia (o alivio en algunas ocasiones), no eran Namjoon.

Yoon miró el reloj estando sentado en su silla "12:30", como siempre, estaba deseando que nadie llegara a hacer compras mayoristas nocturnas; siguió esperando, casi medio dormido a que pasarán diez minutos para poder devolver los productos abandonados en su caja a sus lugares y poder regresar a cerrar la tienda en paz.

Y como así era su suerte, la campana de entrada sonó, y un chico de pesadas ojeras en sus ojos, con apenas un conjunto deportivo negro y un caminar pesado, tomó el primer paquete de frituras que encontró junto con una botella personal de Sprite, de inmediato dejando ambas cosas sobre la registradora, sacando el dinero ya contado.

Él, apenas por el sueño, al levantar la vista y mirar a la cara al comprador, notó, en unos tardados segundos de quién se trataba. El reciente recuerdo invadió su mente:

"¿Acabas de llamarme viejo, Bambi insolente?", "¡Yo nunca dije eso! Espera... ¿Me llamaste Bambi? "

― ¿¡Bambi!? ― Gritó como acostumbraba a hacer cuándo de la nada recordaba algo. ― ¿Sí? ― El cansado pelirrojo apenas notó que había atendido al peculiar apodo.

Carajo, le había contestado, y como buen introvertido, no sabía qué decir.

Solo tomó la comida que este dejó y los registró en un instante para decir el precio y recibir los billetes de las manos contrarias.

― Es... raro verte sin una rosa ― Habló con una sonrisa burlona en los labios, algo en la energía que desbordaba ese chico le había dado confianza para hablar.

― Pensé que era parte de tu vestimenta o algo así. ― Yoongi siendo Yoongi.

Gracias a dios, el chico se rió casi con una carcajada, bastante suelta y sin miedo a reír, arrugando sus ojitos en el proceso.

― Estaba estudiando, pero decidí tomar una pausa para comer algo ― Dijo con una sonrisa sus labios en forma de corazón.

― ¿Estudias?

― Pensé que era obvio, se nota que eres mayor que yo.

― ¿Qué estudias? ― Preguntó interesado por el chico, ignorando que le acababa de llamar viejo (otra vez).

― Estudio para ser veterinario, también hago prácticas en el hospital general de Daegu.

Y así, por segunda vez, entabló una conversación con el chico, solo que ahora había durado hasta los últimos minutos de su turno, cuando dejaba los productos en sus estanterías y cerraba con llave el local.

En esos minutos, convertidos en casi una hora, se habían conocido más de lo que ambos esperarían de todas las veces que se habían visto solo por una rosa.

― Mi nombre es Jung Hoseok.

― Soy Min Yoongi.

Winter RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora