Tres rosas. El invierno en Daegu empezaba a derretirse y Min Yoongi llevaba tres rosas en sus delgadas manos. El hospital era más grande de lo que se imaginaba, pero eso no le detuvo de recorrer tres pabellones para entrar en una habitación con el nombre de Park Daeji en la puerta.
Sus pasos eran delicados a pesar de que el único ruido presente era el del monitor cardiaco. Sacó de su bolso una botella con agua quitando el sello de esta para meter dos rosas frescas en esta. La mujer en la cama estaba pálida, sus labios tenían un color blanquecino y su piel parecía ser más frágil que un papel.
Yoongi tomó asiento a su lado.
― Hoseok quiere decirle que lamenta no venir... Él aún está aquí, pero está débil y los doctores le dijeron que debía quedarse en el hospital durante un tiempo, creo que hoy podrá dar una vuelta, aunque aún debe estar conectado al suero, le hace falta fuerza... Pero Namjoon dice que si sigue mejorando, se irá pronto.
Yoon volvió a atravesar el hospital, ahora en busca de la habitación del Jung Hoseok. Abrió la puerta (sin antes tocar) y se encontró con nada más y nada menos que con la espalda desnuda de Hoseok, su piel estaba sonrojada aún soltando vapor del reciente baño. Yoongi soltó un gritó ahogado y apenas el menor se volteó, tiró la última de sus rosas a este, dándole en toda la cara. Cerró la puerta lo más rápido que pudo. Se escuchó una carcajada al otro lado de la puerta.
Esperó un minuto a que Hoseok se cambiara para volver a abrir la puerta, tenía las mejillas rojas de la vergüenza.
― No creí que estuvieras despierto a estas horas... ― Se sentó en la camilla y tomó una de las almohadas de esta. Hoseok no dijo nada, ahora que tenía la bata de hospital, se acercó a Yoongi y dejó un beso sobre su mejilla aún enrojecida.
― Por fin dejaron que me bañara solo, y dijeron que podría caminar por aquí antes de irme, talvez me emocioné un poco. ― Tomó su toalla y empezó a secar su cabello. ― Espero que las enfermeras me dejen caminar esta vez... mi padre exageró con sus instrucciones.
Yoongi sonrió, tenía un plan.
Ambos se acostaron en la camilla, cabían a duras penas pero no era incomodo. Yoon estaba sobre el pecho de Hoseok mientras este leía un libro, esperaban al desayuno del menor. Yoongi revisaba su celular cuando la mano que sostenía el libro cayó a un lado. Levantó la vista, Hoseok tenía su mirada clavada en el techo, no cuestionó nada, miró de igual manera a las lámparas de luces violeta en el techo, cuando sin aviso, Hoseok atacó su cuello besándolo varias veces, provocándole cosquillas al pelinegro.
― ¡Eso es trampa! ― Dijo entre risas mientras le sostenía los hombros al menor. Ambos volvieron a recostarse sobre la camilla.
Yoongi se apoyó sobre sus manos y dejó un beso suave sobre los labios del menor. Volvieron a abrazarse.
Hoseok no sabía como decirle cuanto lo amaba en ese momento.
Namjoon tocó la puerta, entró junto con otra enfermera que traía una bandeja de comida para Hoseok. La puso sobre la mesa y se retiró se retiró mientras Namjoon revisaba al menor.
― Todo está en orden, si sigues así hasta mañana podrás salir pronto ― Le sonrió mostrando sus hoyuelos, Hoseok asintió alegre. Nam le dio una última mirada a Yoon.
Cuando Hoseok terminó de desayunar pasaron unos minutos antes de que el pelinegro le ayudara a levantarse, así, con ayuda de Nam, pudo caminar por los pasillos del hospital, claro, llevando el suero colgado de una de sus manos, pero aun así, por una vez en lo que le había parecido una eternidad, salía de su habitación.
Los tres pasaron por la recepción, la cafetería y finalmente, el balcón de esta.
El balcón estaba lleno de plantas y habían algunos platos con croquetas para gato, posiblemente visitantes del hospital. Hoseok veía como los árboles empezaban a florecer de nuevo en el parque que estaba frente al hospital, casi no había nieve en las calles sin embargo el viento seguía siendo helado.
Yoongi vio que los labios de su ahora pareja empezaban a tiritar, por lo que se quitó el abrigo y le ayudó sosteniendo el suero para que se lo pusiera. Hoseok siguió ensimismado en el paisaje frente a él.
― Yoongi-yah. ― Llamó Namjoon una vez que había vuelto a entrar al balcón junto a este (dejando a solas al menor); señaló con la cabeza como la cafetería ahora se encontraba vacía, era su oportunidad.
― ¿Ya es hora de volver?... ― Habló Hoseok acercándose con lentitud a ellos, sonaba decepcionado, tenía la esperanza de ver el paisaje un poco más. Yoongi negó con la cabeza.
A la velocidad más rápida que pudo ir el de cabello ahora más castaño que rojo, los tres entraron al ascensor, Hoseok entrelazo con confusión sus dedos con los de Yoongi, subieron hasta el tercer piso de la planta, atravesando los pasillos mientras trataban de evitar a las enfermeras, y una vez en el pasillo, reconoció frente a una puerta a un joven castaño oscuro, Taehyung.
Hoseok reconoció el lugar justo cuando también estuvo frente a aquella puerta. No se resistió y sintiendo un gran peso sobre su pecho, tomó la mano de Taehyung, tal como habían hecho desde que tenía memoria cuando alguno de los dos sentía miedo.
Volteó hacia el pelinegro que sostenía su diestra. Parecía perdido en su mente.
Yoongi... estaba recordando.
...Un chico con lágrimas secas en sus mejillas, la cara roja y el cabello desarreglado había entrado a la tienda. Caminaba mirando al suelo como si ya conociera el lugar de toda la vida. Tomó una rosa de la mesa de madera y se dirigió a la primera caja abierta que vio "Caja número seis". Yoongi quería decir algo, sentía que su corazón se saldría de su pecho si no decía nada. Pero no pudo.
Registró la rosa y antes de volver su cabeza al suelo una vez más, su mirada se cruzó con unos ojos negros, casi doble parpado, por alguna razón, aunque el no lo hiciera, siempre sonrientes.
Parecía aquél venado de caricatura que alguna vez vio por la televisión cuando era un niño y le había hecho llorar aferrado a su abuelo durante toda la noche.
"¿Bambi?".
Esa había sido la primera vez que vieron al otro.
Yoongi volvió de entre sus recuerdos, sintió como una euforia lo invadía. Soltó suavemente la mano de Hoseok mientras le dedicaba la más dulce de sus miradas, y accedió a la habitación con pasos suaves. Del otro lado, los tres restantes pudieron escuchar un leve ruido metálico cuando finalmente la persiana de la ventana se levantó.
Su madre estaba en la cama como hace meses, sin embargo, había algo diferente en la habitación. Las ventanas, las sillas y mesas tenían ramos llenos de flores. Específicamente rosas, cada uno con tarjetas con los nombres de sus nuevos amigos. Park Jimin, Kim Namjoon, Jeon Jungkook, Kim Taehyung y Min Yoongi.
...
Hoseok soltó un sollozo desde lo más profundo de su alma, sus rodillas le fallaron y de no ser sostenido por Taehyung y Namjoon hubiera caído al suelo en un mar de lágrimas. Yoongi corrió a su auxilio y fue en ese momento, cuando sostuvo su cabeza con las manos en sus mejillas y vio aquellos ojos brillar, en el que comprendió que aquellas lágrimas que Hoseok tanto había estado guardando, ya no eran de melancolía.
Fin.
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Winter Rose
RomanceMin Yoongi trabaja de medio tiempo en un supermercado, sin falta alguna, cada miércoles al medio día, un chico con el cabello rojizo compra una rosa en la caja número seis, su caja. Un poco angst. Espero que lo disfruten.