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Yoongi había estado esperando a Hoseok fuera del hospital de vez en cuando durante algunos días. Salían a pasear juntos por la ciudad, comían algo y terminaban los días en brazos del otro.

Claramente no podían pasar cada noche juntos, sin embargo, las que podían, eran suficientes para llenarlos mutuamente de energía. 

Después de terminar las clases en su universidad, Yoongi se sentó en el muro fuera del hospital general veterinario de Daegu. Tan solo esperó unos minutos hasta que Hoseok salió con una gran sonrisa al verlo.

― No creí que me esperarías hoy también ― Habló una vez comenzó a caminar a lado de Yoon.

Yoongi señaló su celular el cual mostraba el chat de ambos con mensajes no leídos en donde le avisaba que iba en camino y que ya estaba afuera. Hoseok abrió los ojos con sorpresa, avergonzándose al instante.

― Lo siento, mi celular se apagó en el turno ― Bajó la cabeza algo avergonzado. Yoon lo abrazó por el cuello para acercarlo.

― Descuida, ahora que estamos juntos, tengo algo muy interesante para hacer hoy.

...

― Yoongi  ― Susurró con preocupación Hoseok ya que no quería hacer demasiado ruido por el eco de la habitación. Estaban en el pequeño baño de Yoongi, Hoseok estaba sentado en la taza del inodoro y Yoongi le tocaba cuidadosamente el cabello con un par de guantes y un cepillo. Ambos cruzaron miradas en el reflejo del espejo, tenían los ojos algo pequeños por el sueño. Volvieron a lo suyo.

Shh, ya casi termino ― Yoongi le dio los últimos retoques a las raíces de su cabello, el tinte prendiéndose de este. Le había prometido al menor que le ayudaría con sus raíces ya que semanas atrás, le había contado sobre como solía tinturarse el cabello cuando acababa de graduarse y Hoseok había planeado dejar que el tinte se cayera por si solo. Y eso, Min Yoongi no podría permitirlo. 

Dio los últimos toques y tiró los guantes a la basura para apoyarse sobre el lavamanos.

― Eres mi mandarina favorita, no podía dejar que simplemente se cayera así nada más. ― Parecía que hablaba con total seriedad. Hoseok solo rio.

El menor se volteó para verse frente al espejo. 

― Pero ni siquiera es tan naranja, también es algo rojizo ― Yoongi entrecerró los ojos un poco para comprobar las palabras del menor. Era cierto. 

― Así es lindo.

Y pasado el tiempo necesario, Hoseok se lavó el cabello, revelando un tono rojianaranjado sobre sus ya inexistentes negras raíces. Ambos quedaron sorprendidos, Yoongi por recordar como teñir correctamente el cabello y Hoseok, Hoseok adoraba como había un pequeño degrade entre naranjas sobre su cabello.

También amaba a su Hyung.  

...


Winter RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora