Tres clases después, a las cuatro de la tarde, Yoongi tomó asiento en el estudio de música. Tenía frente a sí el objeto que había estado presente toda su vida. Desde que su padre se fue de casa, hasta que recibió la carta de entrada a la Universidad de Daegu. Comió los palitos que le sobraron y después de limpiar sus manos, por fin, a solas, logró tocar en paz aquellas teclas blancas y negras que llenaban su corazón de vida. Se sentía calmado, en paz, por una vez en aquel día, había logrado tocar el piano sin sentir los ojos que apuñalaban su espalda. Solo eran él y su melodía.
Estaba agotado, era a penas mitad de semana y convenientemente, los miércoles, eran de los días más pesados que podía tener. Aquello era el escape más sano que tenía. Desde los once años, con lágrimas en los ojos, cada vez que algo golpeaba su ser con tanta fuerza que creía que lo derrumbaría, se sentaba y enredaba sus dedos en notas musicales que hacían que esas lágrimas se secaran en minutos.
Pero, a veces, sus notas no podrían siquiera rozar su dolor
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Winter Rose
RomanceMin Yoongi trabaja de medio tiempo en un supermercado, sin falta alguna, cada miércoles al medio día, un chico con el cabello rojizo compra una rosa en la caja número seis, su caja. Un poco angst. Espero que lo disfruten.