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Esa madrugada la nieve empezó a caer como lluvia. Y Yoon escuchó un golpeteo en la puerta de abajo. Se asomó por la ventana tratando de distinguir a quién tocaba la puerta casi a las tres de la mañana. 

Al asomarse distinguió con esfuerzo aquél cabello rojizo, muy cubierto por los copos de nieve.

Abrió la puerta encontrándose con una imagen que su cerebro vagamente podía reconocer.

...

― ¿Te perdiste en el bosque Bambi?

― Buscaba el refugio de un gato salvaje...  ― Algo sonaba diferente en su voz. Estaba más apagada, incluso cuando Hoseok se encontraba cansado, su imagen se veía con cierta alegría. Aquello había cambiado esa noche.

Ambos pasaron a la sala de Yoongi, sentándose en su sillón, únicamente con una lámpara iluminándolos. Yoongi corrió por una toalla y ayudó a Hoseok a deshacerse de la nieve en su ropa, solo entonces notó que el menor temblaba levemente, posiblemente por el frío.

Una vez sentado y con más calor, Hoseok jugaba con sus dedos entre sus manos, rascando el borde de su pulgar al punto de enrojecer aquella zona.

Min Yoongi se sentía nervioso. Su mente no daba para pensar en algo. Ni siquiera se le ocurría por dónde empezar.

No sabía en qué momento se había sentado a su lado y había puesto su mano sobre las de este para que dejase de hacerse daño.

― Está bien Hoseok, puedes hablar conmigo.

Ni siquiera Hoseok sabía qué hacía allí. Hasta que explotó.


Winter RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora