Capítulo 30

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Cuando despertó halló una pluma negra en su mano, se preguntaba de donde podría haber llegado, la ventana estaba cerrada y nadie había entrado a su habitación. Se sentó en la cama y observó por largo rato la pluma. Alguien podía haberla puesto en su mano, pensó, pero quien podía hacer algo así y porqué, entonces dedujo la posibilidad de que el shinigami de alas negras estuviera rondándola, que supiera de su misión. Se lavó la cara y los dientes y luego bajó a toda prisa para buscar al doctor Hatake.

Esa mañana Sasuke había ido temprano al hospital por lo que ya se encontraba en su consultorio. Estaba meditabundo a cerca de la pluma, si aquello del shinigami era cierto, podía ser posible de que estuviese rondándolo a él o a Sakura.

Cuando Sakura bajó al comedor, esperando de encontrar allí al doctor se topó con Suigetsu, no tenía ni idea de cómo mirarlo y estuvo a punto de evitarlo cuando este le tomó por el brazo y la obligó a mirarlo, los ojos de Sakura se abrieron como platos y los labios titubeaban al tratar de hablar mientras Suigetsu solo pedía respuestas con la mirada.
- Estoy buscando al doctor Hatake, por favor Suigetsu déjame ir.
- El doctor Kakashi no está, salió temprano en la mañana. Así que no tienes excusa.
- Por favor Suigetsu…
- Sakura, necesito que me expliques que pasa ¿Por qué saliste corriendo ayer? ¿Quieres a otra persona? ¿Es verdad que discutías con ese doctor porque no te agrada? ¿A caso es tan difícil responder a esas preguntas? – sus ojos parecía refulgir rabia.
- Yo… Es que… No tengo nada que decir, no te debo ninguna explicación. – respondió enfadada.
- ¿Cómo que ninguna? Ayer nos besamos y luego sales corriendo, y ahora tratas de esquivarme… Mírame a los ojos y dime que sientes.
- Confusión, eso es lo que siento Suigetsu… Confusión.
- Ven, vamos a hablar al jardín… - al notar que todos estaban mirándolos.
En el jardín…
- Sakura, no voy a dejar de quererte solo porque me digas la verdad… pero por favor no me ocultes tus sentimientos ¿Por qué eres tan misteriosa?
- Porque no quiero hacerte daño, si sabes la verdad vas a salir lastimado y no quiero.
- Soy fuerte y puedo resistir cualquier cosa que me digas…
- Dices eso porque no sabes la verdad.
Después de tanto meditar, Sasuke decidió ir a hablar con Sakura para esclarecer todo el asunto de una vez por todas. Buscó en todo el hospital hasta salir al jardín donde la halló acompañada de Suigetsu. Ellos no lo habían visto, así que se ocultó tras la pared.
- Sakura sea lo que sea que ocultes no voy a dejar de… amarte…
- Tú ni siquiera sabes quién soy, a penas acabas de conocerme…
- Sé que eres la única persona en el mundo que me ha dado más de lo que otros me han dado.
- Estás confundiendo las cosas… - tratando de apartarse de él, pero este la trajo hacia sí mismo y la beso dulcemente.
Sasuke que se mantenía a distancia observando, sintió nuevamente aquella puntada en el pecho, como si le rasgaran la piel, sus ojos que antes mantenían una mirada atenta ahora se encogían de rabia y el entrecejo se fruncía como signo de ira, pero el dolor físico era más fuerte que aquella oleada de sentimientos. Por un momento no supo si él sentía dolor o si sentía el dolor de alguien más. Cayó de rodillas mientras su mano se ceñía al pecho y poco a poco el dolor fue desapareciendo. Respiró varias veces y tornó la mirada hacia ellos, la escena que vio enardecía sus ojos cada vez más hasta que una lágrima roja, intensamente roja rodó por su  mejilla, secó la lágrima y corrió hasta su consultorio pensando que tenía herido el ojo, pero cuando se vio en el espejo no era así, estaba llorando lágrimas de sangre. Se lavó el rostro una y otra vez hasta borrar las manchas escarlata y se dejó caer frente al lava manos.
“¿Quién demonios es él? Nunca lo he visto en el hospital, ¿A caso es un nuevo paciente? ¿Sakura lo amará? ¿Por qué estaban…? ¿Qué significan estas lágrimas de sangre y esta sensación tan horrible? Este dolor en el pecho… es tan…
Estaba allí de rodillas frente a lava manos y con el rostro enterrado entre las manos, con un solo sentimiento carcomiéndolo dentro de él… Celos. Celos de verla en los labios de otro, de haber sido tan estúpido al dejarla ir, de haber sido tan poco comprensivo.
Sakura había dejado solo a Suigetsu, de nuevo sin respuesta alguna, pero este no se rendiría, seguiría pacientemente esperando el momento en que ella le contara todo. Suigetsu, sonrió para sí mismo al haber saboreado aquellos dulces labios, de haber sentido el aroma de su piel, de haber sentido la suavidad de sus cabellos entre sus dedos. Sabía que en la paciencia estaba el secreto de tenerla para siempre, se mantendría siempre a su lado. Mientras, ella se refugiaba en la azotea del hospital, lugar donde una vez Sasuke la había salvado. Se quedó mirando el horizonte, divisando a lo lejos otras pequeñas colinas que rebosaban en verdor y sintió el deseo de que correr por ellas con los pies descalzos sintiendo el rocío bajo sus pies. Pensó en lo complicada que se había vuelto su vida, casi había olvidado la propia existencia de Orochimaru, pues sus problemas sentimentales se habían vuelto más grandes que los espirituales. Sasuke subía a la azotea para refugiarse también cuando sus ojos captaron la imagen de Sakura sentada y con la mirada perdida. Por un momento pensó en marcharse, pero luego decidió quedarse para hablar con ella. Caminó despacio, pero al parecer ella estaba tan sumida en sus pensamientos que ni siquiera lo escuchó situarse a su lado.
- Hice todo mal ¿Verdad? – Sakura se giró sorprendida al escuchar la voz de Sasuke.
- ¿Sasuke?
- ¿Por qué no eres sincera y me dices que pasa?
- ¿Por qué todos me piden explicaciones? Como si fuese tan fácil ser sincera… - dijo con la voz entrecortada. – Ni siquiera yo misma sé lo que siento.
- Si lo sabes y tienes miedo a admitirlo… Tú lo amas ¿Verdad? – conteniendo la rabia.
- ¿A quién? – con el rostro contrariado.
- A ese joven… Ustedes…
- ¿Estabas allí? – atónita.
- Sí, por fortuna o desgracia estaba allí… No tienes idea de lo mucho que duele, y no solo eso, me duele más el hecho de que no seas sincera.
- ¡¡¡No tienes derecho a juzgarme cuando tú te fuiste con ella!!! ¡¡Cuando tú nunca fuiste sincero!!!
- Yo no me fui con ella, no se trataba de un viaje de turismo Sakura, era una conferencia.
- Pero podías haberte negado, además ella te ama, ni siquiera puede ocultar toda la admiración que brilla en sus ojos cada vez que te mira.
- Entre ella y yo no existe nada Sakura, entiéndelo.
- ¡¡¡Me importa un bledo!!! ¡¡¡Mi problema contigo no es Karin, mi problema eres Tú!!! – gritando.
Sasuke permaneció en silencio por unos segundos.
- Lo único que hacemos es pelear y pelear… - dijo luego de calmarse. – Me voy… quizás deba irme lejos, lejos de ti, donde el viento me lleve… - y una lágrima roja volvió  a bajar por su mejilla. La apartó rápidamente antes de que Sakura pudiese notarla. Y regresó a su consultorio.
“Mi vida ya no me pertenece, está en sus manos… en las manos de él y de ella… solo hay una salida… quizás no sea la mejor, pero es una salida y ella será felíz…”



Kakashi había vuelto al hospital y se disponía a leer el informe que le había sido confiado en secreto, e instantes antes recordó las palabras de Rin: “No debes permitir que nadie lea este documento, es información confidencial, además, el escribano me lo dio con la condición de que lo regresaría en tres días, así que solo tienes tres días para hallar al Shinigami de Alas Negras… No demores”. Recordado esto comenzó a leer.

EL Diario del Dr. UchihaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora