Seguía tendido en el sofá, pensaba que todo lo que había escuchado había sido parte de una pesadilla o eso parecía. Me llevé la mano a la frente que tenía perlada en sudor, acto seguido fui al baño para refrescarme el rostro. Sakura seguía dormida y Shugo también. ¿Acaso era verdad lo que esa rara voz me había dicho? ¿Temía de ver dentro de Sakura porque ella podría mostrarme algo que yo no quisiera ver? ¿Dejaría de amarla por eso?
Me apoyé de la barandilla del balcón para tomar el aire fresco, la brisa susurraba y movía mis cabellos mientras yo perdía la mirada al horizonte inundado en mis dudas. Sakura no podía haber asesinado a sus padres de forma consciente, de eso estaba seguro o casi seguro.
Escuche el crujido de la cama y supuse que ella estaba por levantarse. Eran cerca de las nueve de la noche y el cielo estaba totalmente oscuro. Sus pasos se acercaban lentamente a mí, tenía el semblante triste y la mirada apagada. Le extendí la mano para abrazarla por la cintura.
- Disculpa por haber dicho todas esas cosas horribles. - dijo en voz baja.
- Discúlpame por la bófeta.
- Creo que la merecía. - dijo con una risa baja.
- Tal vez sí.
Un flash cruzó mi mente haciéndome recordar aquella conversación conmigo mismo sobre ese tema al que temía enfrentar. Además tampoco estaba seguro de que Sakura consentiría una idea como esa, y no solo, sino que también corría el riesgo de ser absorbida por aquel demonio que habitaba en su interior, o el enfrentarse con la verdad podría causarle un shock tan fuerte que no pudiese soportarlo. Eran tantas las dudas dentro de mí, no sabía qué hacer. Por otro lado Sakura no podía quedarse conmigo, debía regresar al hospital y allí todo sería más difícil; el doctor Himura seguramente había alertado a los demás doctores y todos tenían los ojos puestos en mí, solo contaría con el apoyo de Tsunade, de Shizune y Chiyo, pero de ellas la única que tenía un fuerte peso dentro de la directiva era Tsunade, pero ella no podía encubrirme y yo tampoco lo permitiría. Karin apenas era una pasante sin voz ni voto, y aunque estaba seguro de que ella haría cualquier cosa que le pidiera no serviría de mucho.
Tenía la mirada perdida entre la soledad de la calle, encerrado en mis miles de pensamientos y fue una caricia de Sakura la que me hizo volver a la realidad. La miré, ella parecía nostálgica. La tomé de las manos y le pedí que se sentara en el sofá, yo me senté frente a ella.
- Necesito que me digas que fue lo que te hizo ir al cementerio.
- Ya te lo dije.
- Dímelo otra vez. - insistí.
- Fue un sueño con lápidas, pero estas no tenían nombre, o si lo tenían pero no lograba leerlos, estaban borrosos. - su mirada era distante mientras rememoraba los hechos. - Sobre las lápidas estaban unas velas gastadas y las flores estaban marchitas, como si hubiesen pasado meses allí o mejor dicho años. Pero había otra cosa que me llamó la atención dentro del sueño, cuando veía mi sombra era más grande de lo normal, como si alguien estuviese detrás de mí, pero al girarme estaba sola, entonces volvía a ver mi sombra y esta seguía inmensa. Luego sentía las manos húmedas y cuando las vi estaban manchadas de sangre Entonces... desperté.
- ¿Sucias de sangre? ¿Por qué? - traté de indagar.
- No lo sé... - mientras desviaba la mirada hacia el piso. - ¿O si lo sé? - dijo entre dientes. - Tengo miedo de saberlo.
- Sakura, hay una forma para descubrirlo, por medio de... - en ese momento sonó mi celular. Tuve que contestar.
- ¿Tsunade?
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EL Diario del Dr. Uchiha
Fiksi PenggemarLos diarios pueden estar llenos de vivencias, algunas más interesantes que otras, lo cierto es cada una de ellas son reales; no es diferente en el caso de este, el diario del doctor Uchiha, donde un joven médico psiquiatra comienza a anotar los hech...