𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐀𝐦𝐢𝐠𝐨..¡𝐐𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐐𝐮𝐞 𝐌𝐞 𝐅𝐨𝐥𝐥𝐞𝐬! [KookTae] ✔︎

🌙XV

*Pov Jungkook *

Después de esa horrible interrupción por parte de Jeong In y que no nos permitiera continuar con lo que teníamos previsto con el renacuajo, dejé a Taehyung a una esquina de su casa porque así él lo quiso y me fui al supermercado a gastarme mis ahorros para que los gorilas no pensaran que estuve haciendo otra cosa muy distinta a la que les dije.

A Jeong le dije que me había detenido porque estaba buscando algo y que justo antes de que él llegara lo había encontrado y con eso se quedó sin hacer más preguntas sobre el tema.

Llegué al conjunto de edificios, bajé del auto todas las bolsas y agarré mi celular buscando el contacto de WoonJin, llamándolo al encontrarlo. Él contestó al tercer tono.

— Woon estoy abajo. ¿Puedes venir a ayudarme con las bolsas? Son muchas para cargarlas. — recibí un sonido de afirmación y colgué esperando recostado en mi auto la llegada de uno de mis mejores amigos.

Al cabo de casi siete minutos después, apareció del ascensor el mayor de los Kim vestido con unos shorts cortos y una sudadera enorme.

El castaño me sonrió al ver todas las bolsas y yo le sonreí de vuelta por que era justo lo que quería. Ellos me creían si no les daba motivos de desconfiar y eso estaba perfecto, al igual no falta demasiado para acabar con el acuerdo que tenemos con el renacuajo y ambos saldremos ganando por igual.

Al caer la noche no pude evitar buscar el contacto de Taehyung que le pedí hace un rato cuando estábamos en el auto, y me dispuse a enviarle un mensaje. Pero para mi mala suerte (o tal vez culpa de la hora: 11 pm) Taehyung llevaba desconectado hacía hora y media atrás por lo que no me respondió.

En eso escuché el timbre ser tocado con insistencia y como nadie atendía supuse que mis amigos debieron salir, por lo que me levanté de la comodidad de mi cama y me dirigí escaleras abajo para atender el molestos timbre.

Al llegar a la puerta y abrirla, escuché el chirrido que soltó el chico que se encontraba ahí afuera.

— ¡Hyung! — se abalanzó a mis brazos, rodeandome con estos mi cintura y poniendo su cabeza en mi pecho. — Un poco más y me convierto en hielo como Ana de Frozen.

Hizo un puchero y alzó la vista a mis labios resecos por el frío reciente que entró por la puerta abierta, se puso de puntillas alcanzando así mis labios entre los suyos.

Tomé su rostro con ambas de mis manos y me dispuse a besarlo correctamente, me gustaba el sabor que sus labios carnosos tenían y no iba a desaprovechar la oportunidad.

Ni siquiera caí en cuenta por preguntarle que hacía a esa hora aquí, y que podían estar sus hermanos rondando en la casa, porque igual me imaginaba que él no tenía constancia de que habían salido pero con mi respuesta a su hambriento beso yo solo le dije que podíamos hacerlo.

Lo tomé de sus muslos y los enredé a mi cintura para llevármelo escaleras arriba, esta vez sí a la habitación correcta.

¿Quieren que extienda más la historia, o ya tocó los temas principales para acabarla rápido?

Todo depende de ustedes.

Voten por fas.

~Heidy