𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐀𝐦𝐢𝐠𝐨..¡𝐐𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐐𝐮𝐞 𝐌𝐞 𝐅𝐨𝐥𝐥𝐞𝐬! [KookTae] ✔︎

Epílogo

*Pov hornito*

El tan deseado día había llegado y estaban esperando a que los papás de Tae llegaran con el cumpleañero a la residencia en donde lo esperaba su fiesta sorpresa de cumpleaños organizada por su precioso y caliente novio, con ayuda de sus hermanos y cuñado.

Jungkook aún no se decidía por qué camisa usar. Quería verse bien y apetecible para su novio quien pasaría una de sus mejores noches. Estaba indeciso entre una blanca y una negra, ¡las dos se le veían espectaculares! ¿Cómo elegir una sola?.

Casi como mandado por el Dios de los cielos, apareció Jeong In por la puerta de su habitación.

—Pero que guapo compañero —silbó el peli marrón y ambos rieron. 

—¿Cuál me queda mejor? —tenía puesta la negra y se puso la blanca para mostrarle. 

—Ambas. 

—Eso ya lo sé —bufó. 

In soltó una carcajada y señaló que la negra resaltaba sus bíceps, así que esa fue la elegida. 

Después ambos salieron de la habitación y se encontraron con los (ahora) suegros de ambos, pero sin rastro de Tae entre ellos. 

Jungkook se acercó al señor Kim quien estaba más cerca de donde se encontraban y preguntó:

—¿Y Taehyung? —El mayor lo miró con una mueca y no le respondió. Jungkook carraspeó cayendo en cuenta de que había hecho mal. —Hola señor suegro, muy buenas tardes. ¿Cómo está usted? —hizo una exagerada reverencia que causó no sólo la risa de su suegro, si ni también la del resto que estaba prestándoles atención. 

—Jungkook, hijo, Taehyung fue al centro comercial con Soobin y su novia. Dijo que más tarde vendría aquí. No le pude decir que viniera ya porque se supone que es sorpresa. —Jeon asintió cabizbajo y soltó un suspiro. ¿Era inútil sentir celos por ese mejor amigo del renacuajo? Quizás sí, pero Jungkook no podía evitarlo. 

Pues no lo juzguen. Cuando el recién supo de la existencia del pequeño Kim, sus hermanos le contaron que su primer beso había sido robado por aquel chico que tenía el mismo color de cabello que su novio. Y el día del cumpleaños de Seung, ambos llegaron a casa agarrados de las manos. Y el que Soobin tuviera novia no cambiaba en nada las cosas. 

Pero prefirió no hacer caso a las locas ideas que llenaban su mente para poner malos pensamientos sobre Tae en su cabeza. Su novio (desde hace menos de 24h) era fiel, a menos que se haya olvidado de que tenían una relación oficial y.... ¡No! Jeon Jungkook, vas a alistarte para en unos momentos recibir con un fuerte abrazo a tu novio y darle el regalo que tienes para él. ¿Okay? 

Después de dos horas, el festejado llegó a su festejo y Jungkook no podía estar menos de acuerdo con que Soobin haya asistido también.

No había podido darle el regalo porque Taehyung parecía haberse olvidado de que tenía un novio al cual saludar antes que a cualquiera y tras de todo, ¡ni lo volteaba a ver!

Con pasos pesados y su corazón siendo estrujado en su pecho, Jungkook decidió que mejor se iría a encerrar a su habitación y esperar a ver si alguien lo recordaba.

Se acostó en su enorme cama y cerró sus ojos buscando tranquilidad para no pensar tanto las cosas y sentirse mal al martirizarse con el pensamiento de Taehyung olvidando su existencia.

Dos segundos después, su puerta fue tocada casi tímidamente. Y quiso sonreír por imaginar a Taehyung detrás de ella pero escuchó otra voz que nunca había escuchado.

—¿Jungkook?

—¿Quién es? —se sentó mientras su ceño se fruncía.

—¿Puedes abrir? Te traigo algo.

Se levantó y caminó hasta la puerta, abriéndola y viendo a Choi Soobin detrás de ella.

—¿Soobin? —se quedó callado cuando detrás de Soobin apareció su renacuajo, tenía las mejillas rojas y su vista no se alzaba de sus zapatos. — Taehyung...

—¡Hyung! — correteó hasta llegar a los brazos de su mayor y enterró su rostro en los pectorales del pelinegro.

—Buenooo... Yo me retiro. ¡Adiós!

Jungkook cerró la puerta aún con Tae en sus brazos, guiándolos a la cama para que se quedaran sentados. Jungkook no decía ni una sola palabra.

—¿Hyung? —Jungkook siguió sin responder y Taehyung agarró su rostro y lo empezó a llenar de besos. —Perdón...

—¿Por qué? —apenas susurró.

—No te vi... Lo siento mucho, ya me di cuenta cuando mamá me dijo que me habías estado esperando.

—Claro, tener novio para esto. —bufó.

—¡Hyung! No puedes enojarte conmigo, es mi cumpleaños —hizo un puchero que fue prontamente besado por Jungkook.

—No estaba enojado. Me empecé a sentir mal, me pasé el día arreglandome para que mi novio me viera guapo y alistando su regalo, para que este pequeño renacuajo del demonio se olvidara de mí. Eso es injusto.

—¡Qué guapo! —Tae se paró y lo admiró, se acercó para tocar los brazos de su novio y mordió su labio al llegar a sus bíceps. —A ver mi regalo.

—¡Taehyung!

—Jungkook ¡Quiero mi regalo!

—Mi regalo no te lo puedo dar ahora porque recién vienes del centro comercial y el regalo es exactamente eso. Ir a comer, cambiarnos el look juntos, pasear, hacer compras estúpidas y todo lo voy a pagar yo.

—Uy, gracias novio. Pero ahora me puedes dar otro tipo de regalo —se sentó peligrosamente en el regazo de su mayor y besó su cuello, mordiendo y chupando para después despegarse y colocar las manos de Jungkook en sus glúteos cubiertos por el jean que cargaba. 

—¿Podemos? ¡No! Hay una celebración para ti allá abajo. 

—Hyung~

—¡Aléjate renacuajo del demonio!— Jungkook se lo sacó de encima para acomodar su ya dura erección por encima de sus pantalones vaqueros. 

—Solo una vez y ya... ¡Quiero que me folles! 

Ambos rieron porque fue un completo Deja Vu. 

Oficialmente terminó esta fic. Amé ¿Y ustedes?.

Espero que si ya que pasé buenos y malos momentos escribiendo este fic y no creí terminarlo alguna vez. Lo comencé en enero y lo finalizó ahora en junio.

Pasen por mi perfil en busca de más obras ^^

Nos leemos luego.

~Heidy