Separados (Libro #1)

Alguien me persigue

Daemon y yo estamos sentados en un sofá de la cabaña de Liam, en otro extremo se encuentra Cesar, al parecer se encuentra mejor, tomo la sopa que le preparé y ha tomado mucho líquido en todo el día.

— Espero que no vuelvas a drogarte así. — Daemon regaña a César.

— No fue nada, no es para tanto. — le resta importancia, Daemon se levanta del sofá y se acerca a él.

— ¡Serás pendejo! — Daemon alza la voz. — Si quieres drogarte, hazlo, al final te vas a joder solo, no pienso mover un solo músculo para ayudarte. — camina hacia la cocina y toma una botella de agua.

— No van a empezar a pelear ahora, ya, Cesar entendió, no puede volver a recaer, no solo por él, también por su padre, sabe que no le conviene. — interviene Liam.

Me remuevo en el sofá, Cesar ahora me mira, no logro descifrar que quiere decir su mirada y eso me tensa.

— ¿Tienen hambre?  — pregunto rompiendo el tedioso silencio.

— Para nada, ya hemos merendado algo, no te preocupes Isla, mejor descansa, son vacaciones. — Liam sonríe.

— Solo quería preparar algo, estar haciendo nada me aburre. — observo hacia la cabaña de mi hermano.

— Es entendible, Daemon puede llegar a aburrir. — Daemon le avienta un cojín a Liam por su respuesta, no puedo evitar reír.

Daemon vuelve a sentarse a mi lado, deja la botella de agua sobre la mesa que se encuentra frente a nosotros.

— ¿Dónde está tu chica? — pregunta Daemon a Liam.

— Debe estar acostada, no lo sé, no le gusta mucho este ambiente, ella, a veces puede llegar a ser muy rara. — pone cara rara, suelto una carcajada.

Ruedo los ojos y me alejo un poco de Daemon.

— Ella es buena onda. — muerdo mis uñas.

— No he dicho lo contrario, pero este no es su ambiente, ella deseaba pasar el verano en las costas de Marbella, con una botella de cerveza y un cigarro en la boca. — suelta un suspiro. — he llegado a considerar que en su otra vida ella era actriz.

— Estás loco. — Daemon ríe, al igual que César.

— A Liam le falta una tuerca por apretar, está delirando. — dice Cesar, se retuerce por culpa de la risa.

Continúan riendo y hablando de temas que solo ellos tres entienden, le digo a Daemon que iré a la cabaña de mi hermano. Este asiente y se queda un rato más con los chicos.

— ¿Puedo pasar? — le pregunto a Sabrina, esta se encuentra parada detrás de la puerta, mira hacia dentro y luego vuelve a verme.

Escucho las risas de mi hermano y Axon, ahora entiendo por qué no me deja pasar.

— No importa, puedo lidiar con eso. —sonrío sin mostrar los dientes.

— No te prohibiría nunca que entres a tu casa, esta es tuya al igual que de Dave. — Sabrina termina de abrir la puerta para que entre.

Paso por su lado, en el interior se encuentra Axon con su novia, estos toman vino y juegan casino sobre el comedor, al verme Axon se tensa.

— He venido a ver como estás Dave. — observo las cartas sobre el comedor, la novia de Axon se encuentra en las piernas de este.

— Ya pensaba yo que Dameon te tenía amarrada como Christian Grey a Anastasia, no te veo desde que llegamos. — se acerca y me abraza.

— No exageres, estoy al lado. — ruedo los ojos. — hola a todos. — saludo a Axon y a su novia.