Separados (Libro #1)

Esto no es un adiós, sino un hasta luego.🏁

C A P Í T U L O 44🥀

Sostengo con fuerza el ramo de rosas rojas, mis lágrimas mojan la blusa de mi vestido, todos se encuentran frente al ataúd de Lenny, pues el padre de la iglesia está haciendo unas oraciones antes de darle sepultura a su cuerpo.

No he tenido el valor para poder acercarme hacia donde se encuentran, solo escucho al padre hablar desde lejos, todavía no acepto ver a mi amigo dentro de ese ataúd, mi mente pide a gritos que todo esto sea un sueño, pues el ser humano nunca está preparado para despedir a un ser querido, nunca terminamos de aceptar la realidad.

— Sé que es duro, pero debes despedirlo.— Bella me sostiene por mi brazo derecho y me empuja a caminar hacia donde se encuentran los demás.

— Creo que ha llegado la hora.— seco mis lágrimas y camino hacia delante sin temor.

— Hermanos, la muerte es una triste realidad, la cual se esconde en una hermosa mentira llamada la vida, la muerte llega cuando menos la esperamos para sorprendernos, es difícil aceptarlo, pero es lo único seguro que tenemos al nacer.— dice el padre, a penas lo escucho al acercarme.

— ¡Hijo mío!— la madre de Lenny pasa su mano sobre el ataúd, lo abraza desconsolada.

— Debemos ser fuertes, Lenny ha partido a los brazos del señor, ahora le toca el descanso eterno, es momento de que le demos el último adiós a Lenny.— comienza a esparcir agua bendita sobre el féretro.

Los hombres encargados de bajar el féretro hacia la tumba comienza a hacer su trabajo, los familiares lloran con el alma, no hay una sola persona que esté en este lugar que no lo haga.

Las oraciones continúan, hasta que ya no se ve el féretro, cubren toda la tumba con tierra, las personas dejan sus flores, se despiden y se van, me quedo llorando en silencio, en espera de que todos se vayan, necesito un tiempo a solas, para poder pensar y despedirme de mi amigo.

— Isla, ya nos vamos... ¿Te esperamos o te quedas?— Bella recuesta su cabeza sobre mi hombro, está detrás de mí.

No despego mi mirada de la tumba reciente de mi amigo.

— Adelántense ustedes, en un momento los alcanzo.— Bella asiente y se aleja de mí lentamente.

— Como quieras, cualquier cosa estaré en la entrada del cementerio.

Ahora sí, ya estoy sola, no hay nadie cerca de mí, nadie puede acercarse e interrumpir este momento que solo es de nosotros dos, nuestro momento, el único que tengo para despedirme de él, para soltar todo lo que llevo dentro, dolor que pienso sostener hasta el día de hoy, porque una vez que salga de aquí, no pienso recordarlo con tristeza, todo lo contrario, lo recordaré como fue, alegre, gruñón, pero divertido, sobre todo cariñoso conmigo.

— Te dije que esto no te lo perdonaría, pero te mentí, no niego que no me duela; sin embargo, respeto la decisión que tomaste, ya no soportabas vivir con la ausencia de tu hermana, no sé si donde sea que te encuentres estés con ella, lo que si sé es que escogiste lo que para ti era lo mejor, hoy nos duele, pero en el mañana entenderemos tus razones, aprenderemos a vivir con tu ausencia y te recordaremos con todo el amor del mundo.— dejo las rosas sobre la tierra de su tumba.—Te agradezco la hermosa amistad que me brindaste, el cariño y protección, eso nunca lo voy a olvidar, ahora descansa amigo, pronto nos volveremos a ver.— mis lágrimas caen sobre mis manos las cuales sostienen la tierra y aprietan con fuerza.

Me levanto y limpio toda la tierra que tengo en mis rodillas, seco mis lágrimas y me despido una vez más, cuando pueda asimilar todo paso a paso, vendré a verlo y traerle flores, por el momento todo esto me está afectando, no quiero que las cosas sean así.