Llegó el día más esperado.🏁

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C A P Í T U L O 40 🥀

Retoco mi labial una vez más, me encuentro nerviosa, este es el día más especial de toda mi vida, han pasado los días, Liam se contactó conmigo y le di toda la información necesaria para que descubriera si James Black es quien está filtrando información sobre Lisa Smith.

Bella ya se encuentra en la escuela, mi madre al igual que Dave también decidieron irse antes que yo, es lo mejor, así buscan un lugar cómodo para los tres, no sé si mi padre asista, realmente lo deseo, pero creo que después de todo lo acontecido no asistirá, da igual, pienso disfrutar de este día tan especial que solo se repite una vez en la vida.

Tomo el pequeño bolso y bajo las escaleras, puedo ver desde el ventanal de cristal que da vista hacia la sala de Daemon como su madre arregla su corbatín, se ve hermoso, el traje azul marino de seda resalta los tatuajes que se encuentran en sus manos, este hombre es simplemente la definición de la palabra belleza. Salgo de la casa con las llaves de mi auto en mano, Daemon sale de su casa y camina hacia mí, sin darme tiempo me sostiene de la cintura y une sus labios con los míos.

Muerde mis labios con pasión, tenía semanas que no sentía el calor de sus labios, su sola ausencia me estaba matando, llevo mis manos hacia su nuca y lo apego más a mí, lo necesito tanto, que me olvido de que pueda arruinar mi vestido, solo me importa él y sus labios, nada más.

— Nos separamos por unos segundos.— Quiero que vayamos a un lugar antes de la escuela.— asiento sin entender nada.

No tengo miedo de que el labial se me haya corrido, pues es resistente, permanece por al menos cinco horas, mantiene el mismo color y no se remueve con nada, solo con desmaquillante.

— Está bien, entonces dejaré que conduzcas.— me quita las llaves y sube a mi auto, rodeo el auto y subo al asiento del copiloto.

Por la dirección que ha tomado tengo la certeza de que vamos a un lugar que se encuentra cerca de mi estadio, veo de reojo como se marcan los músculos de sus brazos cada vez que mueve el volante, no hay que ser ninfómana para sentir calentura con la sola imagen y calculando las semanas que llevo sin sexo, pues ya me urge.

— Sabes que soy orgullosa, no termino de comprender que el orgullo solo logra conseguir que las personas que amamos terminen alejados de nosotros, lamento no haberte comentado sobre los mensajes y las demás amenazas, pensé en ti, ya no quería seguir atormentándote con lo mismo.— mantengo mi mirada fija en la calle.

— Ese tema para mí está olvidado, ahora lo importante es este día, deseo disfrutarlo a tu lado, por eso e preparado tu regalo de graduación, que también es mi regalo porque estás a mi lado.— sostiene mi mano y besa su dorso con ternura.

Estacionamos en la entrada de mi estadio, me sorprende ver que se encuentra con la puerta abierta, no hago preguntas, sé que Daemon no las contestará, bajo del auto al igual que él, sostengo su mano y entramo, desde la entrada se encuentran en el techo colgando luces amarillas, le dan un toque especial al lugar, el taller de Greg se encuentra cerrado, continuamos caminando, a lo lejos en medio de la pista diviso una mesa pequeña redonda con dos sillas, a su alrededor se encuentran las luces del suelo encendidas.

— ¿Cómo conseguiste entrar?— Greg no me comentó nada, nunca pensé que Daemon entrara sin avisar.

— El viejo Greg y yo nos hicimos buenos amigos en estas últimas semanas, con su ayuda y la de su esposa decoré el lugar, la señora Luisa fue quien preparó la comida, para que luego no me pidas la receta porque no me la sé.— golpeo su hombro y sonrío la verdad es que esto es hermoso.

Caminamos hasta la mesa, abre paso en una de las sillas para que tome asiento, la cena ya se encuentra servida, es un delicioso pastel de langostinos, lo acompaña una copa de vino blanco, pues los mariscos son buenos acompañarlos con esa clase de vino.

— No tengo palabras, la verdad todo esto me ha dejado sorprendida.— continuo observando cada detalle, no cabe duda de que no son lujos lo que me hace feliz, sino las pequeñas cosas y detalles que él convierte en grandes momentos.

— Siempre te haré feliz, mientras vida tenga y mi corazón bombee sangre, una sonrisa no faltará en tu rostro.—besa mis labios y toma asiento frente a mí.

Pruebo el delicioso pastel, cierro los ojos al sentir esta delicia en mi paladar, tomo una servilleta y limpio la comisura de mis labios al sentir como se me ensuciaba a causa de mi manera alocada de comer.

— Este es el mejor regalo que me puedes dar, cuando inaugure el lugar la cena de apertura será aquí y será un pastel de langostino, eso te lo aseguro.— lo miro con una sonrisa.

— Pues empezaré a comprar la mejor botella de vino para la ocasión.— lleva otro poco de comida a su boca.

— No hace falta un vino caro, con que compres un vino de bodega y lo tomes conmigo, con eso me es suficiente, para mí no es importante el costo monetario de las cosas, sino el valor sentimental que le generan a mi vida.— guiño un ojo.

***

Después de cenar y tomar nuestras copas de vino, el viejo Greg y Luisa recogieron todo, a pesar de que me opuse, estos no hicieron caso a mi petición e hicieron todo ellos, ahora Daemon y yo nos encontramos caminando hacia la salida, ya tenemos el tiempo encima y debemos estar en la escuela.

Entre mis tacones choca un pequeño perrito, es un cachorro aún, es hermoso, lo levanto y reparto leves caricias sobre su cabecita, me extraña ver un perrito aquí, este trae consigo un collar, al tomar el dije, puedo ver que tiene grabado su nombre, es hembra, se llama Sam, es una pastora alemana.

— Así que tu nombre es Sam preciosa.— esta me mira y mueve su cola de un lado a otro.

— Sam es mi sorpresa final.— Daemon hace mimos en la cabecita de la perra.

— No entiendo.— abrazo a la perrita.

— Sam es adoptada, desde que la vi robó mi corazón, su madre murió, la sacrificaron, su dueño la llevaba a peleas callejeras, cuando el control de animal supo tal situación fue inmediatamente a la casa donde se encontraban estos cachorros, se llevaron a Sam junto con sus hermanos.— no imagino la angustia que debieron sentir estos cachorritos.— Su anterior dueño fue encarcelado y estos cachorros fueron llevados a un lugar para darlos en adopción, tengo un conocido que trabaja en el lugar, en cuanto vio a Sam supo que iba a robar mi corazón, así que decidí adoptarla para ti.— mis ojos se inundan de lágrimas, lágrimas de emoción, es muy hermoso su gesto.

— Prometo darle todo el amor del mundo a Sam, es como nuestra pequeña.— beso la cabecita de Sam.

— Así es, es nuestra pequeña.— lo abrazo, la verdad es que no deja de sorprenderme ni de llenar mis expectativas.


Separados (Libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora