Una cena no tan especial parte II

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C A P Í T U L O 35

Terminamos el postre, ayudo a la señora Moore a levantar la mesa, los demás se van hacia la sala de estar a hablar, después de dejar todo en orden nos vamos hacia donde se encuentran los demás.

— ¿Te sucede algo?— pregunta Daemon en voz baja que solo yo pueda escucharlo, niego y pongo atención a la conversación familiar.

— A Mónica y a mí nos está yendo muy bien, tenemos un buen trabajo y vivimos cómodos.— Axel sonríe y besa a su esposa.

— ¿Y mis nietos para cuando?— pregunta la señora Moore entusiasmada.

— Con respecto a eso, pues Mónica todavía no quiere tener hijos, desea esperar más tiempo para convertirse en madre.— la señora Moore borra la sonrisa.

— Eso me lo llevas diciendo desde hace tres años, no pienso cuestionar sus decisiones, entiendo que no todos soñamos con lo mismo.

— Pienso igual suegra, por el momento su hijo y yo estamos bien así.

Ruedo los ojos ante la soberbia de esta mujer, no tiene nada de agradable, lo que tiene de bonita es lo mismo que tiene de odiosa.

— Yo iré a darle de comer al niño, lo más probable es que esté despierto.— Laura se levanta de las piernas de Erick.— ha sido un placer conocerte Isla, bienvenida a la familia.— se despide de los demás y sube hacia las habitaciones.

— Pues a mí en lo particular también me está yendo bien familia, trabajo en una constructora importante de toda Europa, no me puedo quejar.

— Me alegra, hijo.— el señor Moore alza su vaso de whisky brindando por el bienestar de sus hijos.

Me mantengo concentrada pensando en las crueles palabras del padre de Daemon, no le interesa la felicidad de su hijo, a él solo le importan sus intereses, no puedo creer como puede ser tan insensible, es desagradable.

— ¿Isla deseas algo más de beber?— la señora Moore me saca de mis pensamientos.

— Gracias ha sido usted muy amable, pero ya debo irme, les agradezco por la cena, todo estuvo divino.— me levanto y me despido de todos.

— Enseguida vuelvo, iré a llevar a Isla.— todos asienten.

Salimos de la casa, no digo nada en el pequeño trayecto, no puedo creer que Daemon también me mintiera con relación a su futuro, no le pido que me cuente todo a detalle, pero no le costaba nada decir las cosas como son.

— A ti te sucede algo, así que habla.— me sostiene del brazo y me gira para que le dé la cara.

— Tienes razón, me pasa que estoy molesta contigo, no puedo creer que me engañaras, no piensas aceptar la propuesta de volver al boxeo por mí.— suelto.— ¿Qué es eso Daemon?

— Las cosas no son así, puedo explicarte, la academia me perdona, pero como condición quieren que me aleje de ti, dicen que nuestra relación podría seguir empañando mi imagen, por el simple hecho de que seas una corredora ilegal, también obtuvieron la información sobre la muerte de tu hermano, saben todo sobre ti, yo no quiero dejarte por una estúpida academia.

— No estamos hablando de una estúpida academia, estamos hablando de tu futuro, de lo que realmente te apasiona, no es justo que desaproveches esta oportunidad por mí.— observo hacia su casa, al parecer estamos hablando alto porque sus hermanos y padres nos observan.

— Fue mi padre... ¿Cierto?— su pregunta sale entre dientes.

— Quien haya sido, no importa, no es justo que hagas esto Daemon.

Separados (Libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora