Es tu casa, pero no tu hogar🏁

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C A P Í T U L O 33🥀

Bajo corriendo por las escaleras, alguien toca la puerta con desesperación, en el camino hacia la puerta termino de arreglarme la playera de Daemon, se la he robado cuando estábamos juntos, es grande y cómoda para estar en casa, si por mí fuera no me la quito nunca.

—He dejado las llaves aquí, por eso he tocado el timbre.— contesta mi padre al ver mi cara de sorpresa a penas abro la puerta para ver de quien se trata.

Me mantengo en silencio, no espera que diga nada y entra a la casa, observa todo con detenimiento, como si buscara cualquier cosa, algo que le dé a entender que en esta casa nos estamos muriendo por su partida.

— No te moriste, estás vivo.— se voltea a verme, el tono de voz que he tomado no es agradable.— si buscas cualquier rastro de sufrimiento, pues no existe, ya entendimos que no quieres vivir con nosotros, lo aceptamos y respetamos tu decisión.— cruzo mis brazos.

— Anoche, cuando fuiste a decirme todas esas cosas no me dejaste hablar, debo contarte todo Isla, no puedes ser dura conmigo.— trato de no verlo a los ojos o lloraré como una niña pequeña.

— No hace falta que me cuentes nada, todo lo que sé me es suficiente, no voy a perder el tiempo escuchando una historia que es totalmente falsa.— cruzo por su lado sin detenerme a verlo.

— No me saques de tu vida hija, no permitas que el dolor te ciegue.

— No te he sacado de mi vida, padre, al menos yo no te he hecho lo mismo que me hiciste a mí, porque a diferencia de ti, yo si tengo claro lo que es el concepto de familia, cosa que te hace falta, cuando salgas cierras la puerta.— subo hacia mi habitación conteniendo las lágrimas, deseo decirle tantas cosas, reclamarle que prefiero mejor quedarme callada, es lo mejor.

Tomo asiento en mi escritorio y empiezo, enciendo mi ordenador y abro Facebook, llevo varios días que no reviso mis redes sociales, con todo lo acontecido y después de los mensajes, siento un poco de pavor a la hora de ver mis redes, pienso que en cualquier momento esa persona o personas porque siendo sincera no sé si existan varias, pues estos puedan volver a escribirme.

Veo que Bella la ha estado pasando bien en sus vacaciones, me siento mal por no haberla llamado en todo el verano, pero fue lo mejor, ella merece estar despejada de todo, ya cuando regrese nos pondremos al día de todo, lo que más deseo en estos momentos es verla, que hablemos, es la única que entiende cada parte de mí, es mi suplemento, cuando no estoy con ella todo cambia en mí.

Escucho la puerta de mi habitación, abrirse, de reojo, veo a mi padre parado, entre en medio de la puerta blanca, me mira en espera de una reacción, no pienso decir nada, mucho menos reclamar, ya tomó su decisión, mi deber es respetarla.

— Ya me voy hija, vine por unas cosas nada más, cualquier cosa sabes donde estoy viviendo, espero que le digas a Dave lo mismo, me separé de su madre, no de ustedes.— escucho como suelta un suspiro, a pesar de todo sé que esto lo tiene destrozado, espero que con el tiempo se dé cuenta de lo que ocasionó con sus mentiras.

— Bien, si es todo te deseo suerte, lo demás lo discutes con mi madre.— no me volteo a darle la cara, no puedo.

— Hija, yo...

No continúa hablando, lo más seguro es que no encuentra las palabras adecuadas para continuar.

— Que te vaya bien, por favor no olvides cerrar la puerta cuando te vayas.

— Te quiero, hija.— vuelve a soltar un suspiro, dura varios segundos en la puerta, luego siento como se va y la cierra.

Suelto todo el aire comprimido, hasta ahora me doy cuenta de que tenía todo ese tiempo sosteniendo el aire.

Separados (Libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora