🌙9. Croissants🌙

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- ¡Marinette dame otro! - clamó el héroe gatuno, mientras se arrastraba por la mesa de la cocina como un gato hambriento - ¡Tengo mucha hambre!

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- ¡Marinette dame otro! - clamó el héroe gatuno, mientras se arrastraba por la mesa de la cocina como un gato hambriento - ¡Tengo mucha hambre!

- ¿Hambre? - cuestionó la chica de las coletas, sosteniendo una bandeja vacía - Si te comiste ocho croissants que acababan de salir del horno.

- Es que están deliciosos, princesa - suplicó, poniendo sus ojos tiernos y bajando sus orejas de gato - si no como otro voy a morir.

- Y dale con lo mismo - ironizó Marinette, colocando sus ojos en blanco - Te pareces a Plagg por lo glotón, si comes muchos te vas a enfermar y no voy a estar dispuesta para cuidarte.

Los padres de Marinette se habían ido el fin de semana a Londres porque su tía, o sea la hermana de Sabine necesitaba arreglar unos asuntos sobre un evento que iba a realizar, por ende, Marinette se quedó cuidando la panadería y la casa. Quiso hacer algo especial a Chat Noir que como era de costumbre la visitaba, no era muy tarde más o menos serían las tres de la tarde y como sus deberes habían disminuida tenía más tiempo.

Decidió preparar croissants de jamón y queso, además de croissants de chocolate, un balance entre lo salado y dulce, pero jamás pensó que Chat Noir arrasaría con todos sin dejarle uno para ella.

- ¡Princesa, por favor! - dijo Chat Noir, brotándole de sus ojos pequeñas lágrimas de cocodrilo - No dejarías a tu gatito sufrir por culpa de su estómago, ¿Verdad?

- Contigo es imposible - suspiró la chica, colocando la bandeja en la mesa, luego se cruzó de brazos - si quieres más, tendrás que ayudarme a prepararlo, porque ni pienses que vas a estar sentado sin hacer nada.

- ¡Perrrfecto! Me gusta la idea - manifestó el del antifaz negro, levantándose de su asiento y tomando un delantal rosado que era de la mamá de Marinette - ¿Por dónde comenzamos? - le sonrió, mostrando su dentadura blanca.

Marinette solo se río ante los gestos del héroe por querer cocinar, así que le indicó que trajera todos los ingredientes para preparar los croissants. Chat Noir copió los movimientos de la chica, debido a que nunca los vio cómo se preparaban. Primero comenzaron con la masa, mezclando la harina y la levadura, hasta que quedara con una consistencia uniforme y suave. Seguidamente estiraron la masa con el rodillo para luego cortar los triángulos y formar los croissants.

- ¿De qué sabor te gustarían los croissants? - le preguntó la chica de las coletas, mientras cortaba los triángulos de la masa.

- Mmm, me gustan más los de jamón y queso - respondió Chat Noir, estirando la masa con el rodillo - Me encantan mucho porque mi mamá me preparaba ese tipo de croissants, cuando regresaba todas las tardes de la escuela.

- Ya veo, me imagino que tiene mucho trabajo.

- La verdad no, ella murió y bueno, es una historia muy larga que no quiero recordar.

- ¿La extrañas mucho? - interrogó, mirando de reojo al héroe que seguía moviendo el rodillo.

- Demasiado - confesó, limpiándose una lágrima rebelde que corría por su mejilla - pero le agradezco tanto por dedicarme sus mejores años conmigo - sonrió amargamente.

- Lamento que hayas pasado por esto - dijo, inclinando la cabeza hacia el chico del antifaz negro.

- Esta bien, lo supere hace tiempo - asintió, con una sonrisa en sus labios - Solo hay que avanzar y listo - continuó, dejando el rodillo por un lado - Bien, esto ya está, ¿Ahora qué hago?

Sus ojos azules se clavaron en Chat Noir, no sabía que tenía un pasado trágico, ahora comprendía porque su personalidad era extrovertida, coqueta y graciosa, pensó que las personas no se terminan de conocer y ese lado sensible de él, le creaba otras expectativas.

- ¿Marinette, me escuchas? - chasqueó los dedos, sacando de sus pensamientos a la chica.

- ¡Ah! puedes encender el horno - señaló, mientras que el del traje negro caminaba hacia la estufa - Nada más no vayas a poner la mano en la...

- ¡Ay, me quemé! - gritó.

- Parrilla - terminó de completar, girándose lentamente para mirar al héroe como apretaba los dientes del dolor.

- ¡Ay voy a morir! - vociferó, tomando su mano lastimada con la otra - ¡Ayuda princesa, me duele mucho!

- ¡¿Por qué siempre haces las cosas sin escucharme antes?! - le cuestionó, negando con la cabeza - Espérame voy a traer algo para curarte.

- ¡Pero rápido, siento que me estoy muriendo!

🌙🌙🌙

- La verdad es que Chat Noir siempre había exagerado todo - dijo Marinette, mirando a su hija - pero ese día fue tan abierto conmigo que esos momentos nunca los reemplace.

- ¿Mami y, qué pasó con los croissants? - Interrogó Emma - ¿Los terminaron?

- Sí, y de nuevo tu papá se los comió todos - se burló, recordando a ese gato mimado de esa época - Por eso nunca permitas que un gato entre a la cocina, ahora cuando los preparo procuro esconderlos porque si no nos dejan sin nada.

- ¡Marinette, escuché eso! - gritó su esposo, que pasaba por la habitación de su hija.

Madre e hija se rieron a carcajadas después de escuchar a Adrien refunfuñar detrás de la puerta, luego dirigieron su mirada a la luna que estaba en fase cuatro creciente.

🌙🌙🌙

Hola!! :3

¿Qué les pareció? Como que Chat Noir siempre ha estado de comelón ajjajaj a pesar de ello le duele mucho la muerte de su madre

Y bueno, parece que Adrien esta muy pendiente de las anécdotas que Marinette le cuenta a Emma xD

Se viene cosillas muy interesantes, lindas y graciosos, así que pendientes😉

Nos leemos luego!!💖

9 de Mayo del 2022

🌙Relatos bajo la luna llena🌙 [Marichat May 2022]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora