Advertencia:
Los nombres agregados son convenientes para la historia.🔆🔆🔆
En el comienzo de la tierra, donde todos las civilizaciones del mundo se hacían cada vez más grande, demostrando cuál era la más poderosa sobre las demás. Hace 5,000 años, la civilización egipcia era una de las grandes potencias del mediterráneo donde su cultura, su sistema de escritura y su comercio eran las más rica de la región.
Durante esa época, el Faraón de toda Egipto, Gabriel Tutankamón era un hombre severo y despiado que forzaba a su pueblo a pagar impuestos exagerados, además de obligarlos a trabajar en las pirámides que eran construidas desde hace muchos años.
El Faraón tenía un hijo, el único que ascendería al trono como el Horus vivo sobre la tierra cuando él falleciera. El aspecto del joven no era común en la región, estatuto alta y cuerpo esbelto, cabello dorado como el sol y ojos verdes olivos. Su nombre Darius Adrien, ese nombre se lo colocó su madre porque era de descendencia persa, pero cuando el Faraón la tomó como esposa su nombre se convirtió a Nefertiti Emelie para que el pueblo no la juzgara por ser extranjera, lamentablemente falleció cuando el príncipe era muy pequeño. Darius Adrien, al tener la edad de dieciocho años, pasaba la mayoría del tiempo en el harem del Faraón estudiando todos los días, al cuidado de las otras esposas y los hijos de su padre.
- ¡Adrien! - llamó uno de sus hermanos y amigo incondicional, acercándose a su mesa de estudio - ¿Quieres ir conmigo para ver el cuarto privado del Faraón? Estoy muy aburrido aquí.
- Khunu-Nino - mencionó el rubio, girándose para ver al joven moreno - sabes muy bien que nuestro padre no le gusta que toquemos sus cosas, además no recuerdas la última vez que nos regañó cuando dejamos caer su cetro.
- Lo sé, pero la última vez que fuimos medio curiosidad unas joyas y solo quiero verlas - suplicó, observando a su hermano con las manos juntas - ¡Vamos, siii!
- Esta bien, Nino - accedió el príncipe, levantándose de la silla - pero si vemos a alguien que se acerca nos vamos.
Ambos jóvenes se fueron lentamente a una de las cámaras del palacio, cada pasadizo estaba lleno de jeroglíficos que relataban la historia de los dioses con el pueblo egipcio. Darius Adrien, pensaba que era algo ridículo vivir todo el tiempo en el palacio y que solo quería salir al exterior como un súbdito más, pero tenía un deber que cumplir con el Faraón.
El joven de los ojos verdes, estaba cerca del cuarto privado de su padre, abrió lentamente la puerta para que ingresaran los dos. Nino le señaló que lo siguiera, las joyas estaban protegidas con un vidrio, eran muy extrañas uno era un anillo negro con una huella verde de un gato y el otro era unos aretes redondos rojos y con cinco puntos negros. No podía negar que eran hermosas, pero tenían algo que hipnotizó al joven rubio.
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🌙Relatos bajo la luna llena🌙 [Marichat May 2022]
FanfictionAl encontrar a Emma sola, triste y observando la luna en el balcón de su habitación. Marinette, su madre, decide reanimarla contándole un relato o anécdota diferente cada día durante la fase lunar de 31 días, sobre Chat Noir y ella que es el ship fa...