FREAKS (Pablo Gavi)

presión

- ¿Abde?

Preguntó ella al mirarle a los ojos al futbolista con el que justo en la mañana había jugado al fútbol y almorzado. El chico de piel morena sonreía y asentía. Tenía su flequillo normal hacia abajo y vestía algo mas formal, pero tampoco tanto, con una camiseta blanca y pantalones negros vaqueros. Una camiseta de cuadros encima y alguna que otra busutería plateada. Él no era muy alto y su cara era adorable, con sus ojos oscuros brillosos y esa pequeña perilla.

- Te vi entrar, dudé si eras tú o no y me tuve que acercar por curiosidad.- rascó su nuca algo incómodo.- ¿Estás esperando a alguien?

- Qué va, estoy sola hoy. Quería emborracharme un poco antes de irme a hacer el ridículo en la pista de baile.- ella le sonrió.

- Ah... Nosotros tenemos una mesa ahí, por si te quieres venir.- se volteó y señaló una mesa de reservados en una esquina, algo más arriba que la pista.- Sólo estamos Ilías, Jutglà, Arnau, Balde y yo.

- No, tranquilo, no quiero molestar...- miró a la mesa e Ilías le saludó con la mano y ella asintió.

- No molestas, pero si estás mejor sóla que mal acompañada, me lo trago.- rió el chico.

- Eres idiota, igual no voy a ir, pero gracias por la invitación. Si me ves en la pista y te entran ganas de mover el culo, sí que me puedes acompañar.

- Me parece buen plan ese. Entonces ya nos vemos, ¿no?- él la miraba sonriente a los ojos.

- Sí, tenlo por seguro.- ella se mordía el labio inferior, también sonriéndole. Ambos sabían lo que significaba eso.

Ahí la chica ya sabía que lo tenía en el bote aunque no tenía pensado irse con nadie conocido esa noche. Y menos un amigo de Gavi, si lo que quería era olvidarse de él, pero le había gustado la mirada de ese muchacho. Se veía muy buen chico y le gustaba mucho más que los otros que veía por allí. Le siguió con la mirada hasta que se sentaba de nuevo en su mesa. Pidió varios chupitos de tequila mientras daba sorbos a su dulce cócteil y empezó a mirar descaradamente a los futbolistas. Reían, hablaban y bebían, a veces miraban de vuelta, pero después volvían a lo suyo, haciéndose los interesantes. Dani sonreía. Por la mañana los conoció menos a uno, un chico de piel oscura y pelo rizado, pensó que sería Balde, por los nombres que antes le había dicho Abde.

Se bebió todos los chupitos de golpe y terminó su copa, miró por última vez a los chicos. Abde e Ilías la miraban y ella les guiñó un ojo, se levantó para ir a bailar, por fin. "Yo perreo sola" de Bad Bunny sonaba y Dani, pues empezó a perrear sola. Algunos tíos se le acercaban, pero ella pasaba y los ignoraba, vacilaba, esperando al único que le había llamado la atención de toda la discoteca. No era el más atractivo, pero a esa chica poco le importaba, sintió sus vibras y sabía que ya no podría fijarse en nadie más esa noche.

- Dani... Me estás poniendo muy mal.- escuchó una voz en su oído. Ronca y unas manos en su cadera, no era Abde.

- Ilías, creo que te estás confundiendo...- ella lo miró por encima de su hombro.

- ¿También me vas a rechazar ahora? Bailas bien y yo bailo bien, nos complementamos...- sonreía, algo apenado y se separó un poco, dejándola de tocar.

- Lo siento, hay algo que me dice que no pegamos ni con cola.- lo encaró, sonriente, cogió su cara entre sus manos.- No estés triste, que te rechace alguien como yo, es una suerte, ¿eh?

Él rió, pensaba que la chica sabía como convertir un momento incómodo en algo natural y divertido. Asintió, le seguía atrayendo, no podía sofocar sus sentimientos tan derrepente, pero al menos, ya no lo intentaría más. Dani miró a su derecha después de besar con cariño la frente de Ilías, allí estaba algo tímido, Abde, con el resto de los chicos. Caminaban haciéndose un hueco en la pista, con sus vasos en las manos. Ella se acercó a él, sonriente.