FREAKS (Pablo Gavi)

haciendo na'

Gavi roncaba como si se fuera a tragar el techo, boca arriba, con su cuerpo abierto como una estrella de mar. El sol entraba tenue por las cortinas y daba de lleno en la cara de Dani y en los pies de los chicos, ya que ella había terminado durmiendo al revés. Con sus pies en la almohada y su cabeza para abajo, abrazada a una pierna de Gavi, echaba babas en sus sábanas. Esos dos ocupaban más de media cama, así que el pobre Nico, que encima era el más grande, estaba en el filo del colchón, en posición fetal. Alguien se aguantaba la risa y hacía fotos de la escena, antes de tirarle al más pequeño, un peluche a la cara. Gavi roncó fuerte ahogándose con su saliva, asustado y se irguió, eso despertó a los otros dos. Lo primero que vió el muchacho, fue la sonrisa graciosa de su amigo Pedri.

- Dios... Parece que me ha pasado un mamut por encima. No vuelvo a beber.- Nico se sentaba en la cama.

- Dijo nunca nadie.- respondió sarcástica Dani, con su voz ronca.

- ¿Qué hora es?- Gavi tenía un nido de gorriones por pelo, mantenía la cara arrugada por la claridad.

- Las doce.- Pedri le ofrecía la mano para levantarlo.

- Ni tan mal, seis horitas de sueño...- Dani se ponía de pie en la cama y se estiraba hacia arriba. El pantalón largo de su pijama había terminado arremangado hasta sus muslos.

- Está todo el mundo arriba, no querían desayunar sin vosotros.- sonreía el canario.

- Me lo creo de tus amigos, de los míos, no.- saltó de la cama, dando a entender que a ella las resacas no le afectaban. Tampoco llegó a emborracharse en la noche.

Bajaron las escaleras y se adentraron al salón, éste y la cocina estaban conectados, sólo una barra los separaba, así que ya vieron a todo el personal sentado alrededor del islote.

- Os habéis tardado.- dijo Riqui.

- Si no llega a venir Pedri, juntamos el desayuno con el almuerzo.- respondió Dani.

- O incluso con la merienda.- asintió Nico.

Ansu ayudaba a Juanma a hacer tortitas, Laura dejaba los diferentes condimentos sobre la mesa. Sonó el timbre y Yuna salió disparada.

- ¡Yo abro!

- Ya sé quién es sólo por su reacción.- suspiraba Lau, cansada.

- Normal, lleva esperando toda la semana su llegada.- asentía Pau.

- ¿Llegada de quién?- preguntó el entrometido de Riqui y más si se trataba de su querida Yuna.

- No es quién, sino qué.- sonreía Dani.

- ¡Ya llegó, Dani! El mejor día de mi vida.- la alta llegaba dando saltitos con un par de cajas medianas color amarillo pastel.

Apartó el sirope de fresa y puso la suya en la mesa, la otra, se la dio a su amiga. Lo único que se podía llegar a leer en las cajitas era "PlátanoMelón".

- Ni se os ocurra abrirlo aquí, que vamos a comer.- regañaba algo avergonzada Laura, ya que se sabía el contenido de los paquetes.

- Yo quiero saber qué es.- Nico se recargaba en la mesa, espectante.

- PlátanoMelón es una sexshop online, se han pedido unos vibradores a distancia para utilizarlos por la calle.- contó Juanma dándole la vuelta a una tortita en la sartén.

Los futbolistas se quedaron pillados por un momento, pero después, rieron un poco incrédulos.

- ¿Es de coña, no?- Gavi miraba a Dani que estaba sentada a su lado y ella negó.