Takemichi corría lo más rápido que sus piernas se lo permitían, sentía que le costaba pasar aire a sus pulmones y ardía. Sus manos estaban muy frías y temblaban incontrolablemente, realmente tenía la esperanza de estar equivocado. Miro una última vez su celular donde estaba el mensaje de Naoto con la dirección. Era la correcta.
— ¿Tamiko?
Entro en el departamento con duda, observando a su alrededor atento, en busca de ella. Y la encontró, tirada en el suelo, rodeada de un gran charco carmesí.
— ¡Tamiko! —grito sintiendo sus ojos picar. Prácticamente se arrojó al suelo a su lado, sintiendo el débil pulso en su cuello. Había dos disparos en su pecho, por el cual brotaba la sangre. Toda su ropa estaba empapada de aquel líquido vital — Maldición, no...
— Uhm—Tamiko abrió sus ojos con dificultad, parpadeando un poco para luego sonreírle —. Hey, hola...
Takemichi hizo una mueca. Recordó nuevamente la carta que le había dejado Mikey sobre reunirse en aquel lugar tan significativo. Cuando lo viera -aunque le diese un miedo tremendo- lo golpearía para hacerlo entrar en razón.
— Por favor, resiste hermanita —sollozo, tomándola en sus brazos para acomodarla sobre su regazo sin importarle mancharse de sangre.
Tamiko se acurrucó en los brazos de su hermano sintiéndolo temblar levemente. Takemichi era un llorón de primera -como ella-, pero aun así trataba de mantener la calma lo mejor que podía.
— Todo estará bien —murmuro Takemichi intentando transmitirle seguridad mientras tecleaba en su teléfono con rapidez —. Lo arreglaré.
— Yo no voy a pedirte que me salves, Take. No voy a poner más pesos sobre tus hombros...
Takemichi hizo un pequeño puchero con sus labios. Él era el mayor, pero su hermana siempre lo ponía primero, sin darle prioridad a su propia vida. Tamiko era tan buena que todo el tiempo temía por ella.
— Pero yo te salvaré, porque es mi propio deseo.
— Ve el lado positivo, pase de los veintiuno —observo la bonita sonrisa de su hermana llena de humor, y sus ojos iguales a los suyos brillando. No había lágrimas, no había miedo. Ella confianza ciegamente en él.
— No bromees con eso —se quejó.
Guardaron silencio disfrutando de la presencia del otro. Takemichi rezaba para que la ambulancia llegase rápidamente, aunque podía salvarla en el pasado, no quería ver morir a su hermana.
— Oye Take —llamo Tamiko —. Sé que no es el momento, pero... — susurro.
— ¿Qué?
— Está apariencia de Mikey está bien atractiva —confeso con una sonrisa —. Esa mirada fría era re hot.
Takemichi parpadeo un poco, observando con la boca abierta a su hermana sin saber qué decir. De todas las cosas, jamás imaginó que su gemela dijese aquello. Quiere decir, Mikey era quien le había disparado, no creía que estuviese omitiendo ese detalle.
— Tamiko —suspiro frunciendo su entrecejo—, nunca cambias —negó con su cabeza.
(Lo confieso, luego de su apariencia de joven, y la de la línea de tiempo original -aunque solo muestra una foto- Mikey manila me puede)
Me di cuenta de que no tenía ninguno de Tamiko adulta. Por otra parte, ahora se vienen capítulos un poco más concentrados en Takemichi, nuestro héroe llorón y culón.
(No tengo internet, ni saldo, así que vengo a casa de mi abuela a editar y publicar, por lo que ya no puedo tan seguido como antes, pido disculpas)
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Bi panic |Tokyo Revengers
FanfictionEn donde Takemichi y su hermana causan en todos un bi panic •Humor