Tamiko pensaba que todos los chicos que rodeaban a su hermano eran de personalidades excéntricas, violentas e impulsivas. Excluyendo a Chifuyu y Mitsuya, parecían que todos tenían uno que otro defecto en cuanto a su personalidad o estabilidad emocional/mental.
O eso pensó hasta que en una ocasión se quedó durante un rato en el templo en compañía de los Kawata para esperar a su hermano que hablaba con el comandante y vice-comandante de la pandilla. Ese día descubrió que Angry era una bolita de algodón con patas, adorable por donde lo mirases en contraste con su expresión siempre enojada.
— ¡Souta!
El temido ogro azul se sonrojo cuando la chica se arrojó sobre el y se vio siendo apretado entre sus brazos, y Nahoya no perdiendo la oportunidad se unió al abrazo apretujandolos a los dos. Se rió ante la acción, para ella Smiley era otro loquito como los demás pero aún así era bastante agradable.
— ¿Están listos? —les sonrió emocionada. Desde aquella noche hace dos semanas Souta había entrado en su lista de chicos preferidos, y con él iban tres —. Take ya está bajando —anuncio.
El mayor de los Hanagaki no tardo en reunirse con ellos quienes le esperaba junto a las motocicleta, y Tamiko se decidió a irse con Souta como había comenzado a hacer desde que se acercaron. Takemichi observó indignado a su hermana, sintiendo la tradición.
— ¡Espero que hoy invites tu! —bufo escuchando la risa de su hermana y Smiley algo distorsionada por la fuerte brisa, estaban claramente burlándose de él y su mal humor.
Había tenido que soportar los berrinches de su comandante durante todas esas semanas porque según Mikey lo estaba traicionando con los Kawata, pero no podía hacer nada porque él estaba donde estaba su hermana. Y no es que desconfiara, de hecho Angry le agradaba y sabía que era un buen chico en el que podía confiar, pero Smiley era demasiado impulsivo y era capaz de arrastrarlos a romper ventanas ajenas o algo así.
— ¡Vamos por Ramen!
Tamiko parecía realmente emocionanda aferrándose fuertemente a un sonrojado Souta para no caerse. Takemichi les observó de reojo, había llegado a pensar que si su hermana pensaba románticamente en Angry él estaba dispuesto a aceptarlo porque no era como los otros lunáticos, pero en cuanto le insinuó esto a su hermana grito escandalizada diciendo que Souta era un bebé.
— ¡Naoya, Nahoya! —Tamiko grito, llamándole por su nombre y no por el apodo que todos solían usar — ¡Te reto a ver quién consigue terminar de comer todo un tazón de Ramen extra picante! —su sonrisa era maliciosa.
— ¡Le entró! —grito casi de inmediato Smiley, sumamente motivado por el reto — ¡Si gano también invitarás el postre! —debia ganar. Su hermanito quería comer helado desde hace rato así que sería una buena oportunidad de cumplirle su antojo.
— ¡Trato!
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