12: Bonus

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De rodillas en el sueldo se encontraban los gemelos Hanagaki y Kawata más Kazutora quien se llevó su parte solo por estar presente en el lugar equivocado, y frente a ellos de brazos cruzados con una expresión  llena de furia estaba Draken.

— Se puede saber ¿por qué han iniciado una pelea con miembros de una pandilla con la que tenemos un tratado de paz?

Draken se controlaba para no darle un zape a cada uno. Realmente habían cometido una estupidez al pelear con los hermanos Haitani quienes eran miembros de Tenjiku, la pandilla de Izana quién había propuesto un tratado de paz con la Tokyo Manji después de obsesionarse, digo, reconciliarse, con Mikey.

— En mi defensa, yo no pertenezco a ninguna pandilla —dijo Tamiko alzando su mano. Sin embargo cerro casi de inmediato la boca ante la mirada que le dirigió Draken.

— Explíquenme ¿como es que terminaron los Haitani en el hospital?

— Bueno...

Draken escucho atentamente todo lo que los chicos le estaban contando, y a  medida que avanzaba la anécdota sentía que su dolor de cabeza aumentaba.

Para resumir las cosas;

Tamiko se había arrojado cual chango sobre la espalda del mayor de los Haitani mientras jalaba de sus trenzas como si fuesen riendas de caballo. Un sorprendido Ran quien no entendía quien era esa chica o porque había saltado sobre él comenzó a correr para intentar quitársela de encima, y cuando Rindo intento socorrer a su hermano Nahoya lo tacleo de forma muy profesional.

Alejado de ellos Souta agitaba sus bracitos de arriba a abajo mirando en todas las direcciones en busca de ayuda, asustado de que su hermano y amiga pudiesen salir lastimados.

— ¡Dale Tamiko, no le sueltes! —grito Smiley sin dejar de lanzar puñetazos hacia Rindo quién los esquivaba y devolvía.

Takemichi desesperado le había gritado a su hermana que dejarlo pelón no le debilitaria, sino que viese a Draken que estaba medio pelón pero aún así era muy fuerte.

En medio de todo el desmadre que tenían armados Takemichi observó a Kazutora caminar hacia ellos con una expresión despreocupada. Así que sin pensarlo demasiado lo tomo del brazo zarandeandolo mientras apuntaba en dirección a dónde se llevaba a cabo la batalla.

— ¡Kazutora, ayúdalos!

Confundido Kazutora observo a Tamiko sobre la espalda de Ran jalando con rudeza su largo pelo, al parecer sus trenzas se habían soltado por el movimiento brusco, y luego observó a Nahoya esquivar entre risas a un molesto Rindo — ¿A quienes?

Todo podría haber ido bien, pero todo cambio cuando Ran consiguió quitarse a Tamiko de encima y no contando con lo ligera que era la chica le arrojó con demasiada fuerza. Tamiko se mantuvo quieta en el suelo con la lengua de afuera y algunos mechones de pelo entre sus dedos. Claramente estaba exagerando, pero uno de los chicos no lo vio así.

En ese momento Angry comenzó a llorar.

Bi panic |Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora