Si le decían a Tamiko en el pasado que se haría cercana al chico que casi deja calvo probablemente se reiría. Pero allí estaba, junto a él, su falso miope hermano, el moreno con traumas y su SIMpatico amigo Kakucho.
— ¿Cuando dicen que viene Takemichi? —pregunta nerviosa.
Por lo general no era fácil de intimidar, pero esos chicos eran de los que si les pedías que te ahorquen, probablemente si te ahorcarian.
—Dijo que llegaría rápido —responde Kakucho —, y estoy seguro de que lo hará. Tu estás aquí después de todo...
Kakucho no puede evitar mirar con lástima a la hermana de su amigo de la infancia. Aunque le gustaría ayudar a la pobre, no puede hacer nada en contra de los deseos de Izana, y si este quería tener a los hermanos Hanagaki con él todo el día, entonces así sería. Ya luego se encargaría de pagar un psicólogo para los posibles traumas si era necesario.
Tamiko sonríe nerviosa evitando a toda costa los ojos de Izana que le observa con cierta fascinación, probablemente por su apariencia tan parecida a la de su hermano. Este chico que miraba a todos como si fuesen insectos repentinamente había desarrollado hacia su hermano una especie de apego mal sano. Irónicamente, como todos los Sano.
—¿Tan rápido quieres irte? —Ran alzó una ceja—. ¿Acaso odias a nuestro jefe?
Tamiko contuvo una maldición hacia el resentido de Ran y fingio que no noto como la mirada de Izana se tornó más inestable —. Claro que no. Solo extraño a mi hermano.
Izana era de las personas de las que preferiría estar muy lejos. Claro, en un principio había pensado que era atractivo, pero todo eso pasa a segundo plano cuando conoces su personalidad. Y aunque ella era fácil de deslumbrar por la apariencia, realmente no era de las que se enganchaban rápidamente. Y ahora que había alguien que quería, no estaba especialmente interesada en acercarse a potenciales psicópatas solo porque eran atractivos.
Aunque, pensándolo bien. Él también podía ser la solución a uno de sus problemas.
— ¿Y llegará?, quiero decir, Mikey es realmente molesto en ese sentido —'murmuro' para si misma, aunque realmente hablo alto a propósito —siempre está pegado a él y no deja que Take se acerque mucho a otras personas...
Izana frunció ligeramente su entrecejo. Mikey era su hermano, no debería dudar de él. Pero, por otra parte, sabía que ese enano estaba algo obsesionado con el mayor de los Hanagaki, y siendo sincero ¿quién no?
— Incluso dice que es suyo, ese condenado Leprechaun —Tamiko hablo con resentimiento, esta vez verdadero. Le tenía cariño al enano traumado, pero algunas veces quería retorcerle el pescuezo cuando se pegaba demasiado a su hermano.
Izana finalmente se levantó de su lugar convencido de que lo mejor era ir por Hanagaki, en caso de que Mikey realmente estuviese impidiendo que fuese en su encuentro. Si ese era el caso entonces le daría una pequeña paliza, porque él realmente quería pasar tiempo con Takemichi.
— Takemichi admira a las personas fuertes —comento la chica —. Si vas a pegarle, que sea un buen golpe. Después de todo Mikey es muy resistente, seguramente no morirá.
Ran observó incrédulo a la condenada mocosa. Realmente tenía una mente maquiavélica que no coincidía con su aspecto bonito
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— ¡No te contengas!
Ran seguía sin poder creerlo. Esa niña era un peligro para la sociedad. El mismo había presenciado como llamo a Mikey para 'advertirle' que Izana se quería robar a Takemichi y hacer que se una a Tenjiku. Claramente todo era mentira, pero de esa forma provocó exitosamente la furia de ambos hermanos.
— Eres malvada —dijo Ran. Entonces sonrió —. Me agradas.
Tamiko le sonrió como si esas palabras fuesen un alago y observo a los hermanos luchar. Más alejado estaba Takemichi llorando mientras les gritaba que se separasen. El resto solo miraba, ya acostumbrados a los arrebatos de los hermanos in-Sanos.
— ¡Takemichi! —llamo.
Su hermano automáticamente corrió en su dirección aún sollozando como un pequeño bebé. Sinceramente pudo provocarle lástima, pero la realidad era que su hermano lloraba por todo. Lo raro sería que no llorase.
—Tamiko —puchereo.
—Ellos son así, déjalos —se alzó de hombros —. Déjalos pelear hasta que se cansen. Vamos a comer.
Takemichi asintió inseguro a las palabras de su hermana mientras limpiaba las lagrimas de su rostro. Lastimosamente para la chica, el sentido de Mikey era bueno y noto enseguida que estaban por marcharse.
— ¡No te vayas Takemicchi!
Tamiko contuvo una maldición, y solo en cuestión de segundos la remora humana estaba pegada a su hermano. Izana también se acercó con el seño fruncido. Tamiko miro mal a Draken quién siempre estaba con Mikey, prácticamente juzgandolo por no hacerse cargo de su criatura. Este se hizo el desentendido.
—Sueltalo, chichon de suelo —mascullo entre dientes tratando de separarlo de su hermano.
— Solo lo haré si Takemicchi me lo pide —sentenció con capricho.
Pero todos lo sabían, Takemichi no era capaz de decirlo porque no quería lastimar los sentimientos de la sanguijuela que tenía por comandan.
— ¿Lo ves? —sonrió victorioso —Yo le gustó.
— ¿E-eh?
Con su paciencia al límite Tamiko hizo más fuerza arrancando a su hermano de su agarre y abrazándolo protectoramente.
— Si hubiese la más remota posibilidad, la cual no hay —aclaro. Mikey la miro feo —, entonces, yo personalmente te cortaría el pito
En el acto Mikey tragó grueso, asombrado. El resto hizo una mueca, como si sintiese su dolor.
—Takemichi está saliendo con una buena chica —se escucharon bufidos ante ese recordatorio —, así que nada va a profanarlo —dijo con firmeza—. Si todavía insisten en intentar algo y él está de acuerdo, entonces tendrán que ser los profanados.
—¿¡AH!?
Las palabras fueron impactantes. El rostro de Takemichi se volvió completamente rojo. Aún así Tamiko se mantuvo firme y tomo entre sus manos las de su hermano.
—Escucha, ya tienes una novia —le miro fijamente —. Aun así, si de casualidad decides que esa no es tu inclinación, te apoyo y respeto.
Takemichi quería enterrar su cabeza en el suelo, demasiado avergonzado al punto de querer llorar.
— Pero —siguió —. Si vas a escoger a un chico, que no sea ninguno de estos delincuentes lunáticos —demando. Se escucho un coro de quejas —. Con todo respeto —los miro brevemente y regreso su atención a su hermano—. Y tú serás el dominante. Nada entrará en tu cuerpo.
Ante esas palabras, todos entraron en estado de shock.
Parece que se había alzado una nueva muralla para llegar a Takemichi. Era la clara advertencia de que si seguían codiciandolo, entonces sus traseros estaban en juego.
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Banda cálmense un toque KAJSKAJJjaj el capítulo se había publicado por error sin terminar y ya había comentarios y votos alv KAJDKSKA
No está corregido, perdón xd
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Bi panic |Tokyo Revengers
FanficEn donde Takemichi y su hermana causan en todos un bi panic •Humor