Cap. 49 ☽

4.3K 269 178
                                    

Años atrás.

—¿Quiénes son tan lindos? ¡Ustedes son tan lindos!.– Exclamó Bo viendo a los niños que estaban sentados en el sillón de la la nueva casa a la cual se habían mudado.

Ya no vivían con la familia de Amity porque esta lo había decidido así. Luego de pensar bien las cosas decidió que lo mejor sería volverse más independiente e irse a vivir a otro lado con sus hijos y Bo.

A pesar de que aún no era tan cerca a a los gemelos.

—Aww, mientras más los miró más ganas me dan de tener hijos. ¡Es que son tan lindos!

Emit y Luna tenían un poco más de un año y físicamente se caracterizaban por tener ojos azules y tener el cabello de color castaño oscuro. Tenían una niñera a su cargo quién siempre los vestía combinados haciendo que se vean aún más lindos.

—¿Quieren ir a ver a su mamá?.– Cuestionó Bo viendo a los pequeños mirarse entre ellos.

Ambos sonrieron y la alemana tomó a los dos niños por las manos e intentó de hacerlos caminar con cuidado ya que recién estaban aprendiendo a perfección su caminar.

Salieron del cuarto y Bo los guió hasta la oficina de Amity, la cual estaba muy alejada al cuarto de los niños.

Vieron la puerta abierta y se adentraron sin hacer ruido al notar que la pelimenta estaba leyendo algunos papeles sentada en la silla de su escritorio.

—¿Que hacen aquí?.– La ojiambar sacó los papeles de su vista al notar la presencia de Bo y sus hijos.– Si saldrás con ellos y quieres dinero ya sabes, toma la tarjeta y ve-

—No es eso señorita Amity, solo pasamos para que sus hijos la vean y saluden.

—Ya me vieron, pueden irse.

La actitud de Amity hacia sus hijos últimamente cansaba a la alemana.

Nunca quería pasar tiempo con ellos, ni intentaba hablarles o al menos darles un poco de cariño y atención.

Lo único que hacía era contratar a alguien para que los educara y "adelantara" su aprendizaje enseñándoles etiquetas y hablándoles en inglés y Alemán.

—¿Sabes Amity? No puedes estar así para siempre, son tus hijos. Al menos finge que los quieres dándoles un abrazo.

—Mis hijos, mi problema. No te metas.– Respondió fríamente.– Ahora si me hacen el favor de salir, háganlo. Tendré una reunión y necesito leer este papeleo y concentrarme.

La asistente solo giró los ojos y sin soltar las manos de los pequeños salió del cuarto para nuevamente regresar a la habitación de los gemelos.

Mientras que Amity al ver que habían obedecido q su mandado, dejó a un lado el supuesto papeleo que tenía que leer para dar un suspiro y recostar su cuerpo en la silla.

De repente por un breve momento se puso a pensar desde el día que Emit y Luna nacieron, hasta la actualidad.

De repente sintió una gota deslizarse por su mejilla. No la quitó ni nada, sabía perfectamente que aunque no quisiera estaba llorando por el trato que les daba a sus hijos.

Seguidamente abrió un cajón del escritorio y sacó con cuidado una foto de los dos niños para tocarla.

—Cada que estoy con ustedes me dan ganas de abrazarlos y estar a su lado.– Se dijo a sí misma.– Pero también cada que eso pasa, solo puedo pensar en Luz y no quiero recordarla porque aún me duele.– Sollozó.–Soy una mala madre porque sé que debería poner lo que sucedió a un lado y olvidarlo pero no puedo..

 MY DEAR DESTINY LUZ - LUMITY -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora