Estrategia definitiva

8 0 0
                                    

Una vez más, volvimos a la taberna. Esta vez con un nuevo objetivo.
Recogí el pergamino con los dibujos y descripciones de los guerreros disponibles y no tardé un segundo más en pensar que debería hacer cada uno y por qué, pero las respuestas parecían muy lejanas al momento.

Seguía pensando. Pensaba tan intensamente que los demás se vieron obligados a abandonar el lugar.

Pero…Pese a todo…La estrategia definitiva no existe. Y aún así seguía intentando desesperadamente encontrarla.

Entonces se me ocurrió.

-¡Chicos! ¡¡Lo tengo!!-Exclamé.

Todos acudieron inmediatamente a la taberna.

-Ya va siendo hora de matar el problema de raíz. Iremos con todo.
-¿Con todo todo?-Preguntó Alberto.
-Sí.
-Juanjo, ¿A que te refieres?-Dijo Luis.
-Salid, venid conmigo.-Dije mientras hacía un pequeño gesto con la mano.
-¿A dónde vamos?-Cuestionó Pol.
-A los establos. Allí hay tierra.
-¿Y para qué queremos tierra?-Preguntaba Víctor.
-Para dibujar. Pasadme un palo.
-Toma.-Dijo Jan mientras me lo lanzaba.
-Esto haremos.-Dije mientras dibujaba con el palo.

Tracé dos círculos, bastante alejados el uno del otro. Añadí otro entre los primeros dos.

-Este círculo de aquí es Tara-Dije mientras lo señalaba con el palo.-Y este otro es el palacio de Albion. Entre ambos están los recién esclavizados habitantes de mi ciudad.

hice otro círculo entre Tara y los esclavos.

-Este de aquí será el punto de encuentro a dónde llevaremos todo el ejército de la alianza. Nadie puede faltar.
-Todo el ejército…-Murmuró Jan.
-Sí. Lo necesitaremos.
-¿Para qué?-Preguntó Enrique.
-Haremos una reunión en el punto de encuentro y nos dividiremos en dos grupos. El grupo 1, formado por Pol, Jan, Víctor, Luis, Alberto, Enrique, Eder, Daniel y Gabriel, junto con la mayor parte de nuestro ejército, se dirigirán desde el oeste y darán un rodeo hasta llegar a Albion, arrasando con todo a su paso.
-Seremos la distracción.-Dijo Gabriel.
-Exacto. Permitireis que el grupo 2, formado por mí, Alfonso, Marc, Terencio y Unai, junto con lo que queda de ejército, rescaten sin problemas a los esclavos, hagan un par de descansos, y se reúnan con vosotros en el palacio de Albion, atacando desde la retaguardia.
-Es bueno…No se lo esperarán.-Dijo Pol.
-Por supuesto que no. ¿Cuándo han fallado mis planes?
-Un par de veces.-Comentó Luis.
-Nombralas.
-¿Te suena la batalla del rayo?-Terminó Gabriel.

-Mi plan falló, pero creo recordar que no perdimos.
-Gracias a un rayo.-Se rió Alfonso.
-Bueno, fallé, pero solo una vez.
-Esperemos que no se repita.-Se burlaba Jan.
-¡Claro que no!
-Contigo siempre es un misterio.-Dijo Terencio, desencadenando un sin fin de risas y carcajadas.

Juanjo III y la guerra de unificaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora