El humo que delata

5 0 0
                                    

-No podemos dejar tirados a los caballos.-Dijo Unai.-Son buenos caballos y los necesitaremos más tarde.
-Está bien. ¡Vosotros!-Dije señalando a 4 tipos.-Os quedáis aquí con los caballos.
-Venga, avancemos. Puede que ya estén lejos.-Dijo Marc.

Seguimos avanzando por el bosque, tal vez en círculos, en busca de algo que confirmase que íbamos por el camino correcto. Entonces Unai, quien iba primero, se detuvo

-¿Unai?-Preguntó Terencio.
-Mira esto.-Dijo Unai.
-Es tela.-Dijo Marc.
-Pues a menos que la tela se encuentre comúnmente en los bosques…-Dije acercándome a la respuesta.
-Vamos por el buen camino.-Terminó Unai.
-Sigamos, ahora que lo sabemos, sin hacer ruidos innecesarios.-Sugirió Alfonso.

Avanzamos siguiendo trozos de tela, madera y otros materiales. Entonces se nos hizo de noche, y algunos querían acampar.

-¿Qué? No podemos acampar. Perdemos el tiempo. Ya deberíamos estar allí.
-Juanjo, lo entiendo, es tu gente. Pero nuestra gente también tiene necesidades.-Dijo Marc.
-Pero tiene razón, no es momento de acampar. Perdemos el tiempo.-Dijo Unai.
-¿Y cuándo será momento de acampar?-Preguntó Alfonso, quién hacía un tiempo que no dormía.
-Cuándo liberemos a la gente de Tara. Estamos hablando de más de 500 habitantes. Aunque si se los pudieron llevar es por qué acabaron con algunos, pero no importa. Lo importante es ayudar a los que aún siguen en pie. Esa gente hará que aumentemos en número y posiblemente pondrá la balanza a nuestro favor.-Intenté animarles.
-Esta bien…-Se quejó Alfonso.
-Aguanta un poco amigo, cada vez falta menos.-Dijo Unai mientras seguía el rastro.

Entonces Unai se paró de nuevo.

-¿Oléis eso?-Dijo Unai.
-Sí. Estaba pensando en decirlo pero te has adelantado.-Comentó Marc.
-Huele a…-Intentó decir Terencio.
-Fuego.-Terminé.

No tardamos en mirar hacia arriba, en busca de algo que confirmase nuestra teoría.

-Estan allí. 113 pasos al este, 26 al sur.-Dijo Unai.
-¿Qué? ¿Cómo sabes eso?-Preguntó Alfonso sin saber qué pasaba.
-Mira allí. El humo los delata.-Señaló Unai.
-¡Es verdad! Exclamó Alfonso.
-Joder, que buena vista.-Se rió Marc.
-Vale, pero dejad de hacer ruido. Si lo que dice Unai es cierto estamos cerca, y no conviene que nos oigan.
-Entendido.-Dijeron un par de hombres.

Poco a poco, nos fuimos acercando hasta estar justo dónde estaban ellos. Estábamos allí, escondidos tras una cadena de árboles, esperando para atacar.

Montar un campamento fue la peor decisión que tomaron, y la peor que podríamos haber tomado nosotros. Por suerte decidimos seguir, y llegamos hasta ellos. Finalmente di la señal.

-¡¡Atacad!!-Exclamé.

Les pillamos por sorpresa. No eran muchos y no tardamos en acabar con ellos. Definitivamente no se lo esperaban.

-Bien hecho Marc.-Comenté.
-Así soy yo.-Se rió.
-Es que esperaba menos de ti.-Dije con una sonrisa.
-¡Oye!-Se quejó.
-Dejad de hablar. ¿No recordáis para qué hemos venido?-Dijo Unai.
-Cierto, hay que liberar a la gente de Tara.-Recordó Alfonso.
-Pues no perdamos más el tiempo.-Sugirió Terencio.

Llegamos a una de las tiendas, la más grande. Allí estaban todos los supervivientes.

-¿Estáis todos bien?-Pregunté.
-¡Juanjo!-Dijo uno de ellos.
-Hemos intentado luchar, pero eran demasiados.
-¿Ha sobrevivido el ejército?-Pregunté desesperado.
-No todos.
-¿Y los líderes?
-El de los arqueros huyó. Vimos morir al de los jinetes
-Por lo menos estáis los vigilantes…
-No estoy muerto.-Dijo una voz desde el bosque.

Giré la cabeza de inmediato. Justo detrás estaba el líder de los jinetes siendo cargado por el de los arqueros.

-¿Estáis bien?-Dijo Terencio.
-Yo sí, pero él debe descansar.
-Mentira, estoy como una rosa.

El líder de los arqueros lo miró con desgana y le tocó suavemente la barriga.

-¡¡Argh!!  ¡Eso ha dolido!
-Ya has hecho mucho. No es necesario que participes en todas las batallas.
-Lo que tu digas…
-Oye Juanjo.-Dijo Terencio para llamarme la atención.-¿A dónde vamos ahora?
-A Barca. Allí veremos cómo les va a los demás. Es hora de equilibrar la balanza.

Juanjo III y la guerra de unificaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora