≡ ◠ 𝕻ASIÓN 𝕯E 𝕲AVILANES ;
‹ . . . temporada dos ˒ ❜
🐴 ↷〘 ♡ ⌇ Eleonora Meyer supo
desde el primer momento en que
miró a León Reyes que él sería su
más grande perdición, pero aún
así, ese desastre la atrapó desde
el...
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Toqué la puerta de la habitación con los nudillos y volví a preguntarme si lo que estaba por hacer sería buena idea. Aunque no tuve más tiempo para atormentarme, porque la puerta se abrió y la linda cara de León me bloqueó los pensamientos.
── ¿Leo?──preguntó sorprendido.
Erick se asomó a sus espaldas y alzó las cejas, también impresionado.
«¿Acaso estos dos no se separan nunca?»
Era su día libre de trabajo, y necesitaba aprovechar eso para hablar con ellos. Sabía que no se negarían, sobre todo si se trataba de la calidad de vida de personas inocentes.
── Necesito su ayuda.──fui directo al grano, llamando su atención inmediatamente.
León me hizo pasar y me senté sobre la cama, respirando profundo para concentrarme; el tema que quería tocar era delicado, algo que debía tomarse con responsabilidad y juicio, por lo que quería explicarme lo mejor posible.
── ¿Es algo malo?──me preguntó Erick sentándose a mi lado, a diferencia de León, que se apoyó en el escritorio delante de mí.
Traté de ignorar lo bien que se veía mientras me observaba y miré a Erick, negando con la cabeza suavemente.
── Nada de eso.──aclaré──, se trata de Nino.──dije.
── ¿Que ocurre con él?──inquirió León.
Nuevamente, obligué a mi corazón a concentrarse en lo importante y a ignorar todo sobre León, sólo por esos momentos.
── Su familia la está pasando muy mal.──hice una mueca──, Nino es su único sustento, y con esto que sucedió, no podrá ir con ellos en varias semanas. Necesitan apoyo, pero Nino no quiere decirme donde vive...──me detuve y recordé sus palabras.
── ¿Y piensas que nosotros podemos convencerlo de decirlo?──concluyó Erick.
── Son hombres, creo que son eso será suficiente para que lo diga y permita que lo ayudemos. Dice que el pueblo donde vive es muy peligroso.──expliqué, rodando los ojos. Nino no me conocía, siquiera sabía de lo que era capaz──, y... ¿Qué me dicen?──les miré, a esperas de una buena respuesta.
── Bueno...──sonrió León, haciéndole honor a su nombre al mostrar una expresión seductora──, digo que te ves muy bien en mi cama.
Al momento de escucharlo tomé una de las almohadas y se la arrojé a la cara, a la vez, Erick estalló en carcajadas.
