Capítulo 41

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Amber


Finalmente ha llegado el día —o la noche— del aniversario del Allexia Mourie, esperada por muchos y aludida por todos, pues promete ser una buena noche con todos los compañeros de trabajo, viviendo un ambiente agradable y diferente sin la presión del día a día.

—Hasta hoy tienes pareja —comenta Blair, viéndome casi lista—. Le dará un infarto cuando te vea... creo que su reacción será más obvia que en su primera cita oficial.

He escogido un vestido rojo carmesí de tirantes un poco anchos, es ceñido a la cintura, con un escote en V pronunciado hasta el nivel bajo de los pechos que no me permite llevar sujetador. El largo roza el suelo gracias a los tacones, y la falda semicircular con una apertura en la pierna derecha a la altura de poco más arriba de medio muslo le añade un toque de elegancia y sensualidad.

Para el peinado, me pasé la rizadora de cabello desde la mitad del pelo hacia abajo, y Blair me ayudó con una fina trenza ubicada en la parte de atrás de mi cabeza para evitar que los mechones me estorbaran adelante, sobre todo a la hora de la cena.

—¿Y qué dices de ti? —cojo su mano y le incito a dar una vuelta en su eje.

Su vestido es uno de color crema, igual de largo que el mío, con escote de corazón y sin mangas. Toda la parte superior está cubierta de pedrería plateada, mientras que la falda está adornada por una lluvia de cristales que se esparcen a medida que bajan. Lleva el cabello muy ondulado y totalmente suelto por sobre sus hombros, casi dándole un toque principesco.

—Estás guapísima —le digo y me responde con una enorme y radiante sonrisa.

—Humildemente, me atrevo a decir que André casi babea. —Hace una mueca de orgullo.

—Gabe no tardará en llegar, así que será mejor que termine de arreglarme. —Me dirijo hacia la peinadora para aplicarme el labial y luego iré por los accesorios.

—Sí, recuerdo lo puntual que fue aquella noche.

Minutos después, Matthew nos deleita una vez más con su increíble puntualidad. Voy a abrirle, suspirando al sentirme un poco nerviosa de cómo será su reacción cuando me vea.

Abre la boca para hablar, pero no emite ningún sonido. Su mirada me recorre de arriba a abajo y de vuelta tomándose su tiempo, una sonrisa complacida abriéndose paso entre sus labios.

Imito su acción, deleitando mis ojos con su esbelta y alta figura cubierta por un traje negro y camisa blanca. Luce igual de impecable que en nuestra cita, y su cabello está peinado hacia atrás, manteniendo la división en el medio y las puntas ondulándose en su nuca

Me hago a un lado para que pase en el momento que André hace acto de presencia en la sala de estar. Matthew se quita el saco y ambos hombres se miran fijamente con el entrecejo fruncido; la única diferencia en el vestuario de ellos es que Matthew lleva chaleco y André no.

Mi amigo está listo, solo esperando que avisemos para irnos, ponerse el saco y voilà.

—Creo que esta noche nosotros seremos los meseros —comenta André.

—Así parece —concuerda Matt.

—¡André! —llama Blair desde su habitación con tono alarmado. Los tres nos miramos sin entender mucho la cosa, pero él inmediatamente se dirige hacia allá—. ¡Dime que sabes reparar zapatos! —continúa la pelirroja a medida que su prometido se acerca, y no puedo evitar ahogar la risa—. Este inútil tacón quiso despegarse precisamente hoy. —La escuchamos refunfuñar antes que André se adentre en la habitación.

De París, con amor [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora