Capítulo 69

2.4K 236 140
                                    

🤍| Capítulo dedicado a Alessandra363 y ligiariselga2892


________


Ni bien pisamos tierra parisina, volvemos a partir fuera de allí, ahora hacia el otro lado del país, con dirección a Inglaterra. En esta ocasión, iremos en el auto de Matthew... y me entusiasma más de lo que pensé saber que cruzaremos el Eurotúnel.

Pero, a su vez, saber que Matthew pasó por allí a la fuerza hace unos meses me da escalofríos, aunque aparto la idea de mi mente de inmediato. Este viaje tiene un motivo específico y debemos concentrarnos en eso, principalmente Matthew; es más importante que él no recaiga en esos malos recuerdos, así que yo tampoco debo pensar en eso.

A escondidas de Matthew, tomé su álbum de fotos. Tengo intenciones de utilizarlo como prueba para Carey de que sí conozco a su hijo... eso sería en caso de que no me crea; al fin y al cabo, ella no me hizo muchas preguntas con respecto a él.

Clinton ha funcionado como mi cómplice, ofreciéndose a ayudarme para mantener a Matthew ocupado mientras yo me encuentro con Carey en el lugar donde ella me citó y ofreciendo su casa en caso de haber reencuentro.

Mientras estuvimos en Marsella, Matthew llamó a Clinton para hacer casi lo mismo que yo... y Clinton, como buen cómplice, hizo como si no supiese nada o como si yo nunca hubiese hecho esa llamada telefónica.

Lo primero que noto al salir del túnel es el cambio en la orientación de los carriles, siendo opuestos. Observo a mi alrededor, no pudiendo asimilar que aquí funciona de esa forma, es como si mi cerebro recibiera un corto circuito.

Matthew ríe por lo bajo, y sé que soy la causa de esa risa, pues me mira de reojo varias veces mientras conduce.

Su auto nunca fue un problema para mí, pues el volante está del lado izquierdo... como casi todos los autos en el mundo, así que no tuve mucha oportunidad de caer en el hecho de que quizás él tuvo que adaptarse a no tener el volante del lado derecho al conducir.

Luego de poco más de hora y media —en los que he estado capturando paisajes que me llaman la atención—, finalmente llegamos a Londres, y detallo por la ventanilla de mi lado todo lo que mis ojos puedan percibir, grabando en mi memoria —y en mi teléfono— lo más posible.

Matthew estaciona delante de una sección específica, con paredes de ladrillo y ventanas blancas, de un conjunto de casas adosadas tamaño promedio y toca bocina una vez. Detallo la fachada externa de la casa, sintiendo cierta intriga de conocer donde vive Clinton.

El susodicho abre la puerta con una expresión alegre en su rostro y luego se acerca al auto al mismo tiempo que Matthew y yo comenzamos a bajar de él. Matthew es el primero en acercarse a él para abrazarlo a modo de saludo, mientras que yo me quedo a un lado, observando la escena con ojos risueños.

—Felicidades por el compromiso —comenta Clinton cuando ellos están separándose, él mirándonos a ambos de forma alternada.

Le sonrío a Clinton cuando dirige su atención a mí y me abraza también, casi de la misma forma como haría mi padre. Matthew pasa por nuestro lado, abriendo la puerta del asiento trasero para sacar nuestro equipaje.

Clinton también lo ayuda, ambos negándose a que lleve algo. Para sentirme útil, me adelanto en su camino, manteniendo la puerta principal abierta para que ambos pasen.

Entro con cierta timidez y cautela, como si algo fuese a saltarme encima. De inmediato, observo a mi alrededor, detallando la sala de estar. Es una casa estrecha de dos plantas, cuya sala de estar viste una gama de colores grises, azules y blanco, con un sofá de tres plazas y una mesa central café claro.

De París, con amor [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora