Capítulo 56 (parte II)

2.3K 244 86
                                    


En nuestro camino de regreso, Matthew decide pasar por un puesto de comida rápida. Pasamos el resto del camino en silencio, incluso comenzamos a cenar sin mediar palabra, cada uno sumido en sus pensamientos.

Un recipiente plástico siendo colocado con brusquedad sobre la mesa de café me sobresalta. De inmediato lo miro, y él me devuelve el gesto dos segundos después.

—Lo siento —musita, desviando la mirada a algún punto delante de él.

Dejo mi comida a un lado, deslizándome hasta quedar a su lado, y luego me siento sobre su regazo.

—Ellos lo advirtieron —gruñe—, que tú serías la siguiente... Dos veces... —Empuña las manos a sus costados—... esos desgraciados atentaron contra ti dos veces.

—No fueron Brice y Jarno esta vez —le informo en voz baja—. Fue uno solo. ¿Recuerdas que me dijiste que el hombre involucrado con el accidente de Blair desapareció? Pues... volvió a la luz. Él mismo me lo dijo... También es el mismo con el que choqué cuando salíamos de la competencia aquel día... y es quien manda ahora, porque tú no estás.

Matthew separa los labios, mas no dice nada. Su ceño se frunce en una mueca de concentración, quizás rememorando los integrantes de su antiguo grupo.

—Fue quien te dejó la cicatriz —añado, hablando en el mismo tono.

Su semblante cambia por completo, tensándose y oscureciéndose en menos de un segundo. Su mirada perdida se mantiene casi igual, aunque ahora fulmina al objetivo de sus ojos. Evidentemente, sí lo recuerda... y parece ser que hubo cierto roce entre ellos.

—Hugo —masculla, volviendo la vista a mi rostro, específicamente a mis mejillas. Su gris se ensombrece aún más, y creo que Hugo ya es hombre muerto en la mente de Matthew, aunque no me haya tocado más allá de los golpes—. No puede ser él. Fue encarcelado junto con los demás.

—Lo atraparon, pero escapó poco después... o eso fue lo que me dijo.

Su expresión se endurece un poco, y mueve la boca en un gesto que denota cierto enfado.

—Alguien tiene una conversación pendiente conmigo... —susurra, hablando más para sí mismo, y asumo que se refiere a Clinton.

Luego, vuelve su vista a mí, relajándose de nuevo... en lo que cabe. Su rostro se torna más suave a la vista y deja escapar un resoplido.

—No tendrías por qué haberlo conocido... Representa una parte de mi vida que no quiero que conozcas por ti misma. —Asiento lentamente; lo que sé es porque él me lo ha contado—. Tampoco tendrías que haber pasado por eso, Bee; ni tú, ni André, ni Blair. —Suspira—. Hace tiempo me dijiste que esto me perseguiría si no lo cortaba de raíz... debí haberlo hecho antes de comenzar una relación.

«No vayas por ahí...»

—Yo también tengo cierta culpa —admito—. Tú me advertiste esto cuando me confesaste todo, y yo decidí seguir mi instinto... estar contigo. Lo que vivieron André y Blair también es mi culpa. No estás solo en esto, y no trates de alejarme de ti como hacías antes, porque no lo haré. —Le doy con el índice en su hombro al pronunciar las últimas tres palabras para que le quede claro.

Matthew ríe levemente, aunque el gesto no llega a sus ojos, y deja caer la cabeza hacia atrás en el sofá.

—El destino es cruel y cínico —comenta para sí mismo—. Te obedecí, no te seguí... y Hugo te hizo daño.

—Ninguno de los dos pudo haberlo sabido.

—Discrepo... —Me mira, y en sus ojos veo plasmado un gesto de disculpa—. Si Brice y Jarno actuaron, fue porque en verdad estaban listos para hacerlo. De lo contrario, si todo fuese al azar, me habrían hecho algo desde mucho antes. Lo sospechaba... pero, si te seguía y lo descubrías, temía que te molestaras aún más de lo que lo hiciste.

De París, con amor [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora