Capítulo 45

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Mi inicio de Pinterest me muestra una amplia gama de decoraciones para bodas una semana y tres días después de lo sucedido con Matthew. Ramos de flores para los centros de mesas, candelabros, pasteles enormes, iluminación con velas... todo perfectamente acomodado para dar un ambiente romántico.

Los humos entre Blair y yo disminuyeron un poco al día siguiente de nuestra conversación luego de volverme a dejar en claro que debía arreglar todo.

No llamé a Matthew ese día, solo le envié un mensaje para saber cómo estaba... y su respuesta se basó en un «no quiero hablar ahora» luego de varios minutos.

Lo llamé un par de veces los siguientes nueve días... y no, no los he estado contando.

«Eso no lo crees ni tú misma.»

Y, a pesar de que sí respondía mis llamadas, prácticamente no hemos hablado. Nuestras «conversaciones» han sido pobres, pero los silencios son mayores y muy incómodos.


Volví a respirar cuando escuché que atendió mi llamada. Siendo honesta, no lo esperaba.

—¿Matthew? —susurré.

—Hola, Bee —dijo con ese tono suave, pero serio, que me dejó la mente en blanco.

Permanecimos en silencio unos segundos. Nada pasaba por mi mente que pudiera romper el hielo y la tensión del momento.

Él tampoco mostró signos de querer sacar tema de conversación, dejándome más que claro lo que aún sentía... y no lo juzgaba, sabía que era mi culpa, yo actué de forma impulsiva, así que ignoré todas las sensaciones que se habían querido instalar en mi pecho ante su cortante saludo.

—¿Cómo has estado? —pregunté con tono suave, de verdad queriendo saber de él más allá de lo sucedido.

Quería arreglar las cosas, eso lo tenía claro, pero no sabía por dónde empezar.

Un suspiro del otro lado de la línea bastó para que entendiera que su mente había estado imaginando lo sucedido.

—Debo levantarme temprano para trabajar, Bee —por la forma en que lo dijo, supe que estaba dando la conversación por finalizada.

Sin embargo, no colgó de una vez, pude escuchar su respiración vacilante, como si quisiese decir algo, y cuando yo estuve a punto de hablar, colgó, dejándome con la boca abierta.

Traté de ignorar lo que ese gesto me hizo sentir, me lo merecía, pero aun así mi corazón se hundió más en mi pecho.


A pesar de que mis llamadas hacia él fueron así, intenté varias veces entablar una conversación que nos llevara a algún lugar las noches que me fue a buscar en el Allexia... pero fracasé en cada momento, y me sorprendí cuando vi su auto estacionado fuera del restaurant la primera noche.

Sin embargo, hice lo posible por no dejarme llevar por la presión en mi pecho, por ser optimista y repetirme diez mil veces que debía darle a Matthew el espacio suficiente para que todo se enfriara en su mente y entre nosotros, con la esperanza de retomar nuestra relación.

Blair ha sido mi pilar de desahogo estos días, bien sea por el malestar emocional de esta situación o diciendo en voz alta lo que le diría a Matthew cuando tengamos una conversación decente.

Para mantenerme un poco distraída en mis horas libres antes de trabajar, Blair me sugirió comenzar a organizar las primeras cosas de la boda. Ella y André han decidido que será en el mes de julio, y estamos a finales de noviembre... no hay mucha presión todavía y podemos sacar provecho de eso.

De París, con amor [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora