Capítulo 58

2K 219 82
                                    

💜︱ Capítulo dedicado a KarenArganaras y LauraVargas918606

____________

Voy directo a mi habitación y me dejo caer en la cama, tomando una almohada para abrazarla fuertemente.

Las imágenes de esta noche invaden mi mente como una cruel película que busca crear nostalgia. Nuestro momento de distracción llega como un dulce recuerdo, como si hubiese sido mi primera vez, y casi puedo sentir que el malestar emocional en mi pecho aminora, haciéndome creer por un segundo que todo está bien.

Pero lo que sucede después es un duro golpe de realidad. Matthew no está, y las emociones derivadas de las circunstancias que llevaron a ese hecho aún corren por mis venas.

Adrenalina, temor. Me siento lista para salir corriendo en cualquier momento, aunque sé que ya no hace falta. Sin embargo, el miedo sigue igual de latente que hace una hora... incluso, me atrevo a decir que ha empeorado por mucho.

La presión en mi pecho es muy fuerte como para poder seguir soportándola. Momentos completamente distintos sucedidos en una sola noche... que nos hicieron sentir muchas cosas.

Tomo aire profundamente en busca de una mínima sensación de alivio, que el oxígeno que entra y luego sale se lleve parte de todo lo que siento.

Solo que no sucede así.

Hundo la cara en la almohada al sentir impotencia, y dejo salir un fuerte grito que permanece ahogado. Dejo salir todo lo que siento, mi voz tambaleando a medida que el sonido se alarga y quiebra en mi garganta.

Algo en mí se rompe, un sollozo escapa de mi boca y las lágrimas tardan menos de un segundo en salir, mi llanto rozando lo desgarrador hasta para mis propios oídos.

—¡Lo prometiste! —le digo a la almohada, enterrando mi puño en el colchón y luego aferrar mis dedos a la sábana—. ¡Prometiste que no te entregarías!

Lloro sin retener nada. Ningún sonido, ningún sollozo, ninguna lágrima. Nada. La almohada hace de silenciador, permitiéndome dejar salir todo sin temor a despertar a nadie.

Mi pecho quema, mis ojos arden, y siento que nada va a lograr calmar lo que siento. La almohada también amortigua mi dolor, y un vacío hunde mi corazón cuando recuerdo el por qué estoy aquí justo ahora.

«Por quién.»

Lloro de rabia, de culpa, de preocupación. Enojo hacia él por entregarse, por cederme su puesto. Enojo hacia mí por haber permitido que los nervios pudieran conmigo, por haber fallado ese disparo, por no dejar que fuese Matthew quien disparara o hiciese algo primero.

Lloro pidiendo por él; que no me lo quiten, que no acaben con su vida. Ruego porque haya alguna solución a todo esto, que él pueda volver.

Las cosas no pueden acabar así para Matthew. No lo aceptaré nunca. No lo merece a pesar de que él piensa que sí... Y si algo realmente malo le sucede, si él mue... si no regresa, no volveré a ser la misma jamás.

Giro la cabeza en busca de oxígeno, mi vista quedando puesta en la otra almohada a pesar de mi mirada medio perdida. Mis párpados pesan el triple, están hinchados, y las lágrimas siguen brotando de ellos a pesar de que ha disminuido la cantidad. Aun así, no me siento mejor... ni un poco.

—¿En qué momento, Matthew? —Sollozo—. Venías detrás de mí. Te escuché.

No me giré en ningún momento, y ahora me arrepiento de no haberlo hecho. Quizás hubiese podido hacer algo, quizá hubiese podido ayudado... o me habría retrasado al correr y me habrían llevado también.

De París, con amor [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora