Capítulo 11

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Pero cuando despierto por la mañana, mi mente está en blanco. No tengo ningún recuerdo. Qué raro. Eso sí, por lo menos estoy descansada.

Me preparo a todo correr, aunque al final me demoro más tiempo de lo acostumbrado mirándome en el espejo, valorando si merecería la pena arreglarme un poco más. ¿Un cambio de peinado? Llaman a la puerta así que mi cambio de imagen tendrá que esperar.

Mientras vamos a desayunar, miro a David con disimulo y me encanta ver lo relajado que parece. Estamos cogiendo el desayuno cuando Neo se acerca a nosotros precipitadamente.

—¿Soy el único que no ha soñado nada o a vosotros os ha pasado lo mismo?

—¡Buenos días para ti también! —Intento sonar sarcástica—. Tranquilo, yo no recuerdo nada.

Ambos miramos a David esperando su respuesta.

—Eh, no me miréis así, yo tampoco recuerdo nada. Pero eso es normal en mí. Lo raro es que recuerde algo.

Nos dirigimos a la mesa y Neo no duda en sentarse con nosotros.

—¿No nos vas a dejar tranquilos ni durante el desayuno? —Su buen humor está desapareciendo.

—Venga tío. ¿Todavía me guardas rencor por lo de ayer? Hay cosas más importantes que tu ego herido, ¿no te parece?

David se levanta y se inclina hacia él amenazante.

Yo también me pongo de pié y empujo con mi mano el pecho de David para que vuelva a sentarse.

—Chicos, me estoy cansando de esto. Parecéis machos marcando su territorio. Os pido una tregua. —Miro a los dos esperando a que asientan y cuando lo hacen vuelvo a sentarme.

—¿Habrá sido casualidad el no acordarnos o tendrá que ver con el estudio? —Neo está hablando para sí mismo—. Quizá mientras participemos en esto, nuestras noches sólo servirán para el descanso.

Creo que tiene razón.

—Es mejor así. Imaginad lo que sería visitar una vida paralela durante el día y otra durante la noche. —Hago una pausa para pensar—. Seguramente nuestro cerebro no lo llevaría nada bien. También necesita recuperarse.

—Tampoco sabemos si podremos participar mucho tiempo en esto sin efectos secundarios —añade David en tono sombrío—. No creo que sea bueno sumergirnos a diario en un coma inducido y por si acaso no se han molestado en darnos muchas explicaciones.

Hemos sido un poco ingenuos con todo esto. Nos ha podido más el entusiasmo por participar que nuestra propia seguridad.

—Tendremos que ir averiguando todo lo que podamos. —Estoy decidida a hacerlo—. Y bien chicos, ¿qué pensáis que nos espera hoy?

Neo no tarda en dar una respuesta.

—¿Os imagináis una dimensión en la que haya arañas gigantes?

Frunzo el ceño, una dimensión así no me gustaría nada.

—¿O una en la que pudiéramos volar?

David y yo nos miramos y nos echamos a reír.

—¿Tú has visto muchas pelis de serie B, no?

—Ey, lo digo en serio. ¡Sabéis que es posible! Con que se hubiera dado una mínima variación hace cientos de años, se podrían dar dimensiones así.

Me quedo pensativa. Dimensiones. No me gusta como suena.

—Ari, despierta. —Neo agita su mano frente a mis ojos.

Árboles de ceniza - Completa  (Ya a la venta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora