Árboles de ceniza - Completa (Ya a la venta)

El principio del fin. Capítulo 33

Nos pasamos el resto de la mañana organizándolo todo y para la hora de comer tenemos una idea bastante clara de lo que queremos hacer. Sólo espero que a los demás les parezca un buen plan. Neo se va a avisar al resto de la reunión y en cuanto sale del cuarto me siento más sola que nunca. Me tumbo en la cama y decido no bajar a comer. En lo último que puedo pensar ahora mismo es en la comida.

Durante las horas anteriores, Neo apenas me ha mirado y en todo momento ha mantenido las distancias conmigo. ¿Cómo un acontecimiento puede hacer que todo cambie? Estoy convencida de que me odia porque me considera responsable de lo ocurrido, incluida la muerte de Set.

Intento dormir para no seguir pensando, pero tampoco soy capaz, así que al final decido darme una ducha para espabilarme. De vuelta en la habitación, me pongo ropa cómoda y al mirarme en el espejo apenas reconozco a la chica que veo reflejada en él. ¿Sería mejor que nunca hubiera querido quedarme aquí? Seguramente con el tiempo habrían encontrado una forma de sacar a Dani y los demás de la ciudad, así que ¿merece la pena haber pasado por todo esto? Las consecuencias de mis actos me pesan en la conciencia.

Bajo las escaleras intentando no hacer ruido ya que no me apetece ver a nadie y aunque creo que he sido silenciosa como un gato, mis padres se asoman por la puerta de la cocina. Me miran preocupados.

—Cariño... —Mi madre me sonríe— ¿No quieres comer nada? No has probado bocado desde ayer.

—No puedo comer. Siento náuseas sólo de pensarlo.

Mi padre se acerca.

—Sé que estás preocupada por todo lo que ha pasado y sobre todo por David, pero estar sin comer no solucionará nada.

—Quizás más tarde.

Salgo de casa antes de que añadan algo más. "¿Preocupada? No estoy preocupada. Me siento una mierda y cada vez que pienso en Set me hundo un poco más en el fango".

Acelero el paso para llegar cuanto antes a la escuela y cuando entro todos me miran. No quiero enfrentarme a sus caras de reproche y sopeso la posibilidad de echar a correr. Camino con la cabeza gacha hasta que llego a la mesa del profesor y me apoyo en ella antes de armarme de valor y levantar la vista. Para mi alivio, no me miran con odio sino con tristeza y creo que están tan deshechos como yo.

Falta alguien.

—¿Sabéis si May va a venir? —Entendería que no lo hiciera.

—No lo sé —contesta Anna—. No ha hablado en todo el día, lo único que hace es llorar.

Aker le coge la mano y a mí se me llenan los ojos de lágrimas de pensar lo mal que se tiene que sentir May. Set era su mejor amigo. Si les pasara algo a David o Neo yo me moriría. Así que una parte de May murió con Set ayer.

Los miro uno por uno: Neo, Anna, Aker, Gabriel y Caleb. Cada vez somos menos. Hago señas a Neo para que se acerque.

—Os contaremos lo que hemos pensado. Después haremos la reunión con los vecinos, si estáis de acuerdo con el plan, claro.

No hay objeciones así que continúo.

—Antes de que ocurriera lo de ayer —Hago una pausa para coger aire— Owen, David y yo estábamos pensando en una solución para acabar con todo esto. Ahora tenemos más motivos para querer llevarlo a cabo.

—Hablando de las urbes, caímos en la cuenta de que no teníamos que atacar a la gente en sí, sino a la propia ciudad. Quizás no haga falta luchar...