Dia 6 en el pueblo. (Domingo)
Es el primer domingo en el pueblo, ¿Que se hacen los domingos? ¡Asado en familia! (Asado:Comida típica Argentina) papá se levanta temprano para buscar la mejor leña, mi hermana no trabaja en el hotel, mamá se dedica a hacer unos ricos mates (bebida típica argentina) por la mañana, y buscando las mejores verduras para la ensalada. Todo es tan hermoso, me encantan los domingos, es el día del "descanso familiar" en donde nos reunimos a comer y a hablar de todo aquello que nos perdimos durante la semana.
La mañana ya comenzó agradable, todavía con el pijama puesto, comiendo pan de campo con algunas mermeladas caseras que a mi madre le encanta hacer, y aunque lo neguemos hoy encendimos las chimeneas de la casa ¡El frío en Mendoza está llegando!. La mañana acaba, pero nos juntamos a almorzar con el novio de mi hermana, papá tocando la guitarra, mamá filmando con su celular y yo bailando con mi hermanas muertas de la risa como en los viejos tiempos, después de tantos años estoy tan feliz, con una luz en mi interior que no quiero que se vaya jamás, sin embargo ni siquiera pienso en Fernando y aunque lo niegue un poco me molesta.
La típica siesta de domingo después del almuerzo llega, así que me voy hacia mi habitación, me acuesto y miro mi celular, reviso whatsapp pero no hay ninguna conversación, Fernando no ha dejado ningún mensaje por la mañana, así que apartó mi celular, cierro mis ojos, me acomodo hacia un costado y vuelvo a abrir mis ojos mirando mi placard que dice "Mateo y Barbara" regreso a cerrar mis ojos pero mi cabeza no para de pensar en todo eso que abandone, así que me levanto, abro mi placard, miro hacia todos lados, abro los cajones, hasta que recuerdo ¡De bajo de mi cama! así que voy hacia allí y sacó la caja que encuentro, ni siquiera la recordaba, ¿La abro o no? respiro profundamente y regreso a meterla debajo de mi cama antigua, de ese estilo ochentero que me encanta, y si, podrá ser extraño porque de hecho mis padres son dueños de un hotel con camas somier y acá yo estoy durmiendo en mi cama antigua que tanto amo.
Me quedé dormida, sin mirar aquella caja de recuerdos perdidos pero me desperté a las dos horas y decidí tomar un poco de sol a pesar del frío que comenzó a ser en Potrerillos. Camine por la estancia de mi padre, visite a los caballos y luego regrese a tomar una taza de té en la galería de la casa de mis padres, a los minutos mi hermana aparece con otra taza de té y se sienta a mi lado.
—¿Volviendo de a poco a la vieja Barbara?
La miro y sonrío un poco.
—Lo que daría para estar así en paz en la ciudad de Buenos Aires, lo único que escucho son ruidos de autos, bus, entre miles de cosas —tomo un trago de té.
—¿Hablaste con Fernando?
Me niego con la cabeza y suspiro.
—No quiero comentarios —le respondo antes de que me diga algo al respecto.
—Tranquila Barbara, solo es que me parece extraño que dejes que un hombre no te hable en todo el día.
Me río un poco.
—No seas tonta, he cambiado.
—Boe, ponele —respondió volteando sus ojos.
—¿Sabes algo de Rita Perez?
—¿hablas de tu mejor amiga? ¿La que abandonaste?
—¡Que cruel que sos!
—No soy cruel soy realista, pero Rita está muy bien, vive en la ciudad de Mendoza, aunque los fines de semana viene al pueblo a visitar a sus padres, creo que deberías contactarte con sus padres o con tu ex, siempre se visitan.
—¿¿Que?? —digo a los gritos.
Macarena se ríe.
—Así es, parece que los que se odiaban ahora son ¡Mejores amigos! de todas formas no quiero contártelo deberías verlo con tus propios ojos porque lo son.
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Siempre he sido tuya.
RomanceBarbara Schulz una joven que decidió huir de su pueblo para dejar un pasado atrás. 8 años después volver a "Potrerillos" con su futuro marido de visitas por un mes era una buena opción, sin embargo su carrera política hace que ese viaje de a dos se...