-Cuarenta y Uno.

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El final.

Mateo

La abrazo y lloro con Barbara en brazos, no puedo más, el amor de mi vida está inconsciente.

La ambulancia llegó rápido, veo como los médicos se desesperan y gritan —Respirados por favor— le cuesta respirar, la veo y me desgarro, está lastimada, tiene su cuello rojo, su ropa un poco quemada, mientras la intentan de curar algunas heridas que tiene de quemadura en sus brazos y piernas, pero ella sigue sin dar respuestas.

Llegamos al Hospital de Potrerillos y me hacen quedarme en la sala de espera.

Pongo mis manos en la cabeza y lloró desesperado, golpeó la pared.

—¡Mierda, mierda!

Luna ingresa corriendo.

—Tranquilo hermano todo saldrá bien, ella va a salir de esto.

Sale un médico y me mira.

—Entre.

Ingreso desesperado y la escucho toser.

Mi vida volvió a tener sentido.

—Está débil, pero llegamos a tiempo.

Lloro y acaricio su rostro.

Abre sus hermosos ojos celeste.

—Mateo... Mateo... —murmura.

—Mi amor estoy aquí, no hables, estoy aquí.

Acaricia mi rostro.

—Mateo... —toce.

—Amor, no hables mucho has respirado mucho humo.

—Es importante... —se le caen las lágrimas— estoy embarazada, nuestro bebe.

Me quedo quieto, lloro y beso su cabeza pero... ¿Cómo se puede ser feliz en un momento tan triste? mi cosecha está perdida, el establo también, sin embargo la tengo a ella, lo demás solo es material.

—Doctor, mi mujer está embarazada —desesperado

—Traigan por favor para hacer una ecografía, vamos a verificar que esté todo bien.

Beso su mano y la miro.

—Todo estará bien.

—Señora Schulz exhalo muchisimo humo, pero vamos a tener fe que está todo bien ¿si?

Asiente con su cabeza.

Todo es silencio y hasta minutos de agonía, pero luego en la pantalla se escucha un pequeño sonido y el doctor dice —ese es el corazón del bebe— por su medida tiene 6 semanas, y yo lloro de felicidad junto a Barbara.

El proceso es largo, y lo que viene aún peor, en menos de un par de horas hay un medio de televisión en la puerta del hospital, y entre ello una gran noticia de que "encontraron a Fernando con vida, pero con el 65% de su cuerpo quemado"

Todo es un proceso de cambio pero Barbara en menos de 24 hs salimos de allí, casi escapandonos del caos de todo el medio de televisión sobre la gran noticia del caos de la locura de Fernando.

Barbara

Mi corazón está apenado, un gran porcentaje del viñedo se encendió sin embargo para Mateo no es un problema, él está tranquilo y feliz de que esté a su lado.

Pasó una semana del hecho y es hora de hablar, de declarar y de enfrentarme a los medios, Fernando está aún internado, su cuerpo está irreconocible, y por mis daños el abogado me dice que mínimo tiene una pena de 12 años en la cárcel.

Se que ha estado mucha gente preocupada por mi entre ellos Antonia Fierro y a pesar que no construiré una historia de amistad nuevamente se lo agradezco, ha puesto en riesgo a su vida y ha declarado a mi favor como lo tenía que haber hecho hace muchos años atrás.

Mientras el tiempo pasa, las cosas se aclaran, llega el verano al viñedo y toda esa cosecha que se perdió vuelve a nacer, mientras nuestro embarazo ya es anunciado sin embargo aún no sabemos bien si es una niña o un varón.

Por la mañana haciendo cosas en la casa, acomodando la habitación de nuestro bebe Mateo ingresa.

—¡Amor! ¡Amor! —grita llamándome.

—Aquí estoy —contestó desde el cuarto.

Mateo ingresa.

—¿Cómo están los amores de mi vida? —me abraza y besa la panza— ¡Puedes venir un segundo, ah pero antes —me pone un pañuelo vendando mis ojos— es una sorpresa.

Me río.

—¿A dónde me llevarás?

—Confía en mi Barbara.

Camino en silencio y salimos de la casa, seguimos caminando un largo tramo y se detiene.

—¡Abran las puertas por favor! —grita Mateo y me saca el pañuelo de mis ojos.

—No puede ser real.

Todo es tan bonito, el establo que estaba "nuevamente en construcción" no era para lo que yo creía, es un hermoso salón de bodas, lloro como loca mientras el me abraza de costado, no tiene la menor idea de lo feliz que me hace, voy a tener mi propio salon de bodas aquí en el pueblo entre los viñedos, las montañas, y las hermosas cordilleras nevadas, agradezco cada dia de mi vida haber tomado la elección correcta de haberlo elegido a èl y nada más que Mateo.

—Mateo, es hermoso —digo emocionada.

—Cuando nazca nuestro bebe seremos los primeros en estrenar este lugar, nos casaremos como hemos prometido.

—Te amo Mateo y no me arrepiento ningún día de mi vida de haber elegido regresar a ti, siempre voy a ser tuya.

—Siempre mia —besa mis labios y me abraza.

Siempre he sido tuya.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora