-Diecinueve.

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Día 19 en el pueblo (Viernes)

Barbara

Regrese a casa, no hay nadie, y estoy completamente desconcertada por todo lo que he vivido estos dos días con Mateo, siento que todo pasa demasiado rápido y que también tengo a otro hombre que está esperándome en Buenos Aires, donde en menos de una semana me casaré cuando regrese.

Fernando era quien ahora habitaba en mi cabeza, porque lo traicione, siento una culpabilidad terrible dentro de mí que jamás pensé, nunca engañe a nadie, porque lo hicieron conmigo y por eso terminé una larga relación, pero también me justifico con que algo debe suceder antes de tomar una decisión tan grande como vivir al lado de una persona el resto de mi vida.

Me bañe, intente dejar de tener esa sensación horrible en el pecho que me angustiaba sin embargo mi celular sonó era Fernando.

—¡Amor de mi vida! —expresa a gritos— te extraño mi amor, te extraño, no aguanto más este distanciamiento entre los dos. Llego a casa y no estas, voy hacia la cocina y no estas, me despierto cada mañana y no estas ¿Lo entiendes? Te extraño mi amor.

Respiro ondo y respondo.

—Yo también.

—¿Te pasa algo? Contame cómo pasaste esos dos días junto a tu amiga.

—Bien,bien ¿Tu como estas? ¿El trabajo?

—Estamos haciendo una campaña política increíble, Barbara seré el futuro gobernador de Buenos Aires te lo prometo.

—Ojala mi amor.

—Te amo, ¿Lo sabias, no?

—Yo a ti Fernando.

—Mató a alguien si te mira o te toca, tu eres mia y de nadie más.

Hago silencio.

—Bueno mi amor debo entrar a una reunión, falta menos, te amo.

—Y yo a ti.

Fernando me corta y me tirñpo a la cama angustiada.

—Barbara ¿Era Fernando,no?

La miró apenada y asiento con la cabeza.

—¿Qué vas a hacer? —Se apoya contra el respaldo de la puerta.

Tapo mi cara con las manos.

—No lo sé.

—¿Y Mateo?

Saco mis manos de la cara y la miro.

—Ha sido increíble, de hecho —suspiró— Tuvimos un sexo increíble, me he sentido como cuando tenia 20 años y eramos novios, feliz, acucurrandome a él, acariciando mi cabello, dándome esos besos increíbles, pero tambien siento que voy a casarme y que voy a lastimar a Mateo, amo a Fernando, pero Mateo es mi primer gran amor de vida —me emociono— Tengo miedo porque me ha encantado estar a su lado y he pensado en no casarme.

—Barbada tu y Mateo eran uno, haz construido un futuro a su lado, ibas a casarte, aparte... no te olvides de esa pérdida.

Desvío mi mirada.

—Sé que es algo que quieres olvidar, pero fue una noticia hermosa —se le caen algunas lágrimas recordando— perdón.

Me siento en la cama y extiendo mi mano.

—Vení —la abrazo sentada— hay cosas que a veces deseo olvidar, y una de esas cosas es esa pérdida.

—¡Estabas embarazada!

Siempre he sido tuya.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora