3 Meses y 4 días junto a Mateo.
Barbara
Me despierto, son las 4 de la mañana, y tengo a Mateo al lado mio durmiendo tan tranquilo y abrazándome, lo observo, y me vuelvo a enamorar una vez más, sin embargo estoy despierta a esta hora porque tengo un nudo en la panza, no tengo hambre desde que me he dado cuenta que tengo un atraso y puedo estar embarazada, entre todo este sentimiento tampoco dejo de pensar en que han pasado tres días de las elecciones, en donde Fernando perdió por una gran diferencia, lo peor de esto es que ni siquiera quiso dar una presentación oficial ante esa gran pérdida de votos, se ha negado a las cámaras y para peor me han nombrado varias veces, diciendo que su "no casamiento" afectó a los votos, porque nadie sabe qué ha pasado con mi vida, porque lo deje plantado en el altar. Mateo sigue durmiendo y yo acaricio su rostro y esa barba que me encanta, pero no puedo evitarlo, las dudas que surgen en mi cabeza me están dando insomnio cuando en realidad he estado con sueño en todo este tiempo. Me levanto de la cama en silencio y voy hacia mi cartera, la abro, allí tengo un "test de embarazo" todavia no he ido al baño asi que deberia hacermelo, me dirijo hacia el baño de planta baja y me encierro allí, ¿Que estoy haciendo? ¡Me tiemblan las manos! no me hago un test de embarazo desde aquella vez donde dio positivo y me llena de ilusión. Bajo la tapa de inodoro, miro la caja una y mil veces hasta tomar coraje y abrirla, leo el prospecto y aunque se todos los pasos a seguir me hago la desentendida mientras mi corazón se acelera de los nervios que me genera, luego de terminar de leerlo hago pis sobre la prueba y la apoyo en el labatori de granito negro que esta en el baño, miro al espejo, veo mis ojeras, mi cabello negro, mi lunar sobre mi labio y hasta intento ver si tengo algun granito, arruga, lo que sea para intentar pasar estos nervios, pero es inevitable mi corazon palpita y siento voy a morir, me cruzo de brazos me apoyo sobre la puerta, miro al techo respitro ondo y miro la pueba de embarazo.
—Positivo.
Se le tan claro y hasta ni siquiera ha tenido que esperar 5 minutos para que salga, fue automático ¿y ahora? agarró la prueba y la miro una y mil veces ¡Estoy embarazada! me muerdo las uñas y me largo a llorar, tendré un hijo del amor de mi vida. Intento asimilarlo pero no dejo de llorar, no se si son nervios, si es felicidad, porque tengo muchas cosas que mi cabeza no dejan de pensar, no se cuanto es el tiempo y mucho menos puedo comprobarlo porque hemos dejado de cuidarnos hace un tiempo sin pensar que esto surgió tan rápido, no lo entiendo, pero lloro porque algo en mi no deja de pensar en que seré madre de un hombre que creí haber borrado hace años. Guardo las evidencias y salgo del baño después de varios minutos, me dirijo hacia la habitación nuevamente y Mateo sigue durmiendo allí en paz. Entró a la cama en silencio y al segundo veo a Mateo abrir sus ojos mirándome.
—¿Pasa algo mi amor?
Lo abrazo mas fuerte y no contestó.
Mateo besa mi cabeza y cierra sus ojos volviéndose a dormir. Me duermo un par de horas hasta que sonó la alarma y junto nos levantamos, Mateo se va al baño y yo me dirijo a la cocina a preparar el desayuno para ambos. Hago el desayuno y me siento en silencio y sonrió como una tonta dándome cuenta que estoy embarazada, sin embargo no quiero ilusionarme demasiado.
—Buen día mi amor —dice Mateo acercándose a mi, dándome un beso.
Sonrió y acarició su barba.
Me besa una vez más.
—Estas muy hermosa. Mmm... que rico, ¿Esto preparaste para mi?
Me río un poco.
—Mateo me haces sentir mal, son dos tostadas con mermelada casera de higo.
Se ríe y vuelve a besarme.
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Siempre he sido tuya.
RomanceBarbara Schulz una joven que decidió huir de su pueblo para dejar un pasado atrás. 8 años después volver a "Potrerillos" con su futuro marido de visitas por un mes era una buena opción, sin embargo su carrera política hace que ese viaje de a dos se...