Siempre he sido tuya.

-Ventitrés.

Mateo

Día 23 en el pueblo (Martes)

Hace 23 días que Barbara se encuentra en el pueblo, y mi corazón late cada vez más fuerte al saber que en pocos días va a irse.

Barbara siempre fue tan dulce, tierna que demostraba sus sentimientos cada día de su vida, le encantaba gritarme a los lejos "Mateoooo" ¿Qué? Respondía, y allí sonreía a los gritos diciendo "Te amooooo" sin embargo presiento que esa Barbara aun sigue viva en la vida de ella, sobre todo en su corazón, y el hecho que ni siquiera lo reconozca o lo demuestre es lo que realmente me desespera ¿Si se casa qué haré? He intentado construir una relación pero es inevitable siempre Barbara aparece en mis pensamientos, no puedo soltarla de mi corazón, porque hasta la que verdad no salga a la luz, no podré hacer nada.

Mientras trabajo en el pueblo me planteo demasiadas cosas, tengo demasiado miedo de perderla, por eso llamó a Rita, necesito que su mejor amiga hable con ella.

—¡Amigo! ¿Cómo te encuentras? —Dice Rita a través de su celular.

—Necesito de tu ayuda.

—¿Qué pasa con Barbara?

—Rita, estoy a una semana de perderla para siempre.

—Conozco a Barbara desde los 6 años, y estoy bastante perdida con la persona que me he encontrado, Mateo ustedes eran tan apegados, pero a pesar que veo como los ojos celestes de Barbara brillan cuando esta contigo todavía no termino de entenderla, ha regresado una Barbara que todavía no termino de conocer.

—Antonia Fierro no hablara con ella.

—¿De enserio esperas que hable Antonia? ¡Estás loco! Yo no puedo entender que sea tan mierda, tu sabes perfectamente todo lo que ha hecho Barbara por ella, era su alma gemela, sin embargo era un lobo encubierto por lo que le ha hecho, ¡TE USO! solo para que sufra Barbara.

—Antonia es la único que tiene las pruebas, a mi jamás va a creeme, Barbara se fue y no llegué al aeropuerto, tu sabes lo lo he corrido por alcanzarla.

—Claro que sí Mateo, pero Barbara no quiso ni siquiera hablar conmigo, si no fuera por su hermana jamás iba a enterarme que Barbara se iba del pueblo.

—No se como pero haré lo imposible para que Antonia hable con ella lo necesito.

—Mucha suerte amigo entonces, y de mi parte, la llamaré y hablaré al respecto, porque también está jugando con tus sentimientos y eso no me gusta.

—Te quiero amiga.

—Y yo a ti hermano, paciencia, Barbara volverá a ti, te lo prometo.

Barbara

La mañana en el pueblo me he dedicado a cabalgar, y fue la mejor decisión que tome en hacer por la mañana. Regrese al establo de caballos con Sultan mi caballo, y aproveche en darles de comer, mimar a los caballos, hasta que mi celular sonó, era Fernando con una videollamada.

—¿Tan hermosa se encuentra el amor de mi vida? —Dice sonriéndome.

Sonrió.

—Te muestro a mi caballo, el es Sultan mi hijo.

—Que belleza, bueno será el hijo animal nuestro.

—Eh.. bueno, es difícil —quedo en silencio pensando un instante "Su padre es Mateo" en silencio— ¿Cómo ha sido tu mañana?

—Extrañandote hace 23 días.

—Fernando ¿Tu quieres tener hijos conmigo?

—No se si es mi deseo, tenemos que priorizar muchas cosas, viajar más, mi carrera política, hay muchas cosas, y sobre todo no volver a trabajar, si viene bueno viene, pero soy feliz teniéndote, un hijo no va a cambiar mi vida.