-Veinticinco.

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Día 25 en el pueblo (Jueves)

Mateo

Hoy me he despertado de una manera diferente, porque de hecho sé que hoy podría ser la gran despedida junto a Barbara, por ello mismo le he escribido temprano con un mensaje de whatsapp diciendole "Por favor, se aquella Barbara que me enamore, tomalo como una despedida" y ella solo me clavo el "visto" del mensaje.

Deje todo mi trabajo listo porque de hecho comenzó a nevar en Potrerillos y necesitaba dejar toda la estancia de viñedos en paz, con la tranquilidad que mi ausencia no iba a cambiar algunos pasos aquí.

Me duche temprano, y me prepare un de mis desayunos campestre que me encantaba, pero al instante escuchó un "toc,toc" de la puerta de mi casa, asi que voy hacia alli y abro la puerta.

—Bar...

No fui capaz de poder terminar de decir su nombre y se lanzó sobre mí agarrando mi rostro, besándome, sosteniendo mi rostro con sus manos, levantando sus pies a puntas, deja de besarme y me sonríe.

Sin tu sonrisa no tendré a donde mirar Barbara.

—¿Podrías sorprenderme así todos los días?

vuelve a regalarme otra hermosa sonrisa.

Carajos, no quiero que te vayas de mi vida.

—Mateo... —Acaricia mi rostro— No quiero —baja la mirada un momento y regresa a mirarme— que sea un dia horrible, si esto realmente va a hacer un despedida, prometeme que no vas a llorar.

—Te lo prometo.

—Yo también necesito despedirme del Mateo que amé por ocho años.

—¿Desayunamos?

—Si, por favor muero de hambre.

Cierro la puerta de mi casa, mientras ella se saca el abrigo y la bufanda que cubre su cuello.

—¿Hay pan de leña? —pregunta sentandose en la banqueta de la cocina.

—Si, llego temprano, pensé que tendría que buscarte —me siento enfrente de ella.

—Me escape temprano, solo le dije a mi hermana que estaría contigo, así que no pidas mi celular porque lo he dejado en la casa de mis padres —mira mi celular y lo agarra— Tu tampoco tienes permitido usarlo.

Me rio.

—OK, esta bien ¿Quieres quedarte aquí? ¿o vamos a la cabaña de la Victoria?

—Prefiero ir a la cabaña, alli nadie va a molestarnos, aparte... no voy a mentirte me incomoda bastante esconderme de tus padres.

Acaricio su mano y la beso.

—Hoy tus ojos celestes estan mas hermosos que nunca.

Vuelve a sonreirme.

—Sabes perfectamente que los tuyos son más bonitos —mira toda la cocina— no puedo creer que hayas construido la casa tal cual la deseñe.

—Aunque avance sin ti, tú sigues aqui —toco mi pecho— en mi corazón.

—Lo sé, aparte todo el pueblo lo sabe con mi cara en los carteles de publicidad.

Nos reímos juntos.

Desayunamos y hasta recorrió toda mi casa, con un estilo de cabaña, con madera y quedo enamorada, ¿Y ahora que haré? quiero vivir este día como si no existiera un mañana pero a la vez se que terminara y puede que la pierda para siempre.

Siempre he sido tuya.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora