Ash percibió un bulto en su entrepierna y gemidos de fondo. El cautivador ambiente de caramelizadas feromonas le hizo salivar y gruñir profundamente.
Ahí fue que despertó de golpe y se incorporó.
Aún en la oscuridad, sintió a Eiji gimoteando y retorcerse en la cama, provocando que una ola de calor chocara contra su rostro y el mareo fue instantáneo.
Ambos estaban iniciando su celo.
—¡¡Mierda!!
Como pudo, Ash corrió hacia el baño y se encerró ahí, colocando el seguro mientras su respiración se entrecortaba y se bañaba de su propio sudor.
¿Qué pasó realmente? Lo único que recuerda fue que ellos se encontraron a media noche luego del trabajo y decidieron descansar en el apartamento del japonés por ser el más cercano.
Oh... era la primera vez que compartían cama. Ni siquiera habían intimado, a penas besado, pero eso fue suficiente para que sus cuerpos reaccionan en calentura. Después de todo, eran almas gemelas... la necesidad sexual era indiscutible.
Ash quería darse un porrazo en la puerta al ver el hilo rojo en su meñique. ¡Por supuesto que le atraía Eiji para tener relaciones mas no así! ¡Si no paraban su ciclo con medicamentos ahora, luego estarían encerrados tendiendo sexo por días! No quería forzar a su omega de esa manera, no se lo perdonaría.
—¡A-Ash! — tomó aire con vigor. —. ¡Ash! ¿Dónde estás...?
El aludido pudo escuchar a Eiji detrás de la puerta, por lo que indicaba que pudo arrastrarse hacia allá con mucha dificultad y no se había entregado por completo a la lujuria.
—E-En el baño... — respiró profundo, al inclinarse sobre la madera y rasgarla con las uñas. Desde ahí podía oler las dulces hormonas de Eiji, haciendo que su instinto de alfa estuviera hambrienta. —. ¿Tienes tus p-pastillas?
Eiji se tomó su tiempo para recuperar su cordura, sintiendo escalofríos y queriendo quitarse la ropa. Hacía mucho calor.
—E-Están ahí adentro... en el botiquín...
Ash echó su cabeza hacia atrás y observó la pequeña gaveta colgada arriba del lavamanos. Quiso que se lo tragara la tierra en ese instante. ¡¿Ahora cómo se lo pasaría a Eiji?! Si abría la puerta, de seguro lo tumbaría y ya no habría oportunidad que algo o alguien lo parara.
Sin embargo, se le ocurrió un plan en su momento de crisis. Como pudo, buscó el medicamento y, al hallarlo, abrió el frasco con desesperación y cogió todas las pastillas que pudo y se las pasó a Eiji en la abertura de abajo con sus manos temblorosas. Al ser estrecho el lugar y por su ansiedad, comenzaron a deshacerse.
—Aquí, Eiji... — exhaló al borde de la locura. —. Trata... trata de tomar pedacitos para formar una...
El alfa no estaba seguro que sucedió por un rato, se enfocó más en mantener su mente despejada al pensar en sus cosas del trabajo o que debía comprarle un regalo a su cuñado y hermano por la renovación de sus votos, aún no le ha dicho a Eiji que los han invitado y lo quieren conocer. Por eso tenía que estar lúcido.
Le ayudó en demasía a no oler ese penetrante aroma dulzón en el omega, lo cual significaba que la medicina estaba haciendo efecto.
—Ash —incluso en la voz podía notar que estaba mejor controlado. —, ¿quieres que compre unas píldoras para ti...?
El alfa frunció el ceño mientras seguía sufriendo del ardiente, fogoso y lascivia sensación. Eiji todavía tenía rastros de celo, sería peligroso que saliera en ese momento; de la misma manera sería contraproducente a pedirle favor a las señoras beta Coleman y Owen a exponerse en las calles de Nueva York de noche o a Sing y a Blanca quienes eran dos alfas y no tenía seguridad como reaccionarían.
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Besos & Abrazos
Fanfiction¡CONCLUIDA! Ash, al despertar una mañana, se percató de un largo hilo rojo atado en su dedo meñique. Solo él y la otra persona ligada del otro extremo podían verlo. Así comienza sus vidas juntos. [SOULMATES X OMEGAVERSE AU] 30 DAYS CHALLENGE OF DR...