9. Formal wear

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Ha pasado una semana desde el incidente del celo y no han hablado al respecto. El tema lo dejaron al aire por dos válidas razones: por vergüenza y porque la renovación de votos de Max y Griffin en Cape Cod estaba a la vuelta de la esquina.

Cuando menos lo sintieron, ya se hallaban en la recepción del evento, vestidos de manera elegante con corbatines (Ash se visitó de negro mientras que Eiji de una tonalidad azulada) y cuyos peinados esterilizado a un lado combinaban entre ellos. El alfa agradeció que fuera en la noche, de lo contrario se estaría muriendo del calor infernal del puerto.

Aunque de eso era lo que menos tenía en la cabeza el rubio. Frente a ellos estaban Max, Griffin y Michael viéndolos con muchísima curiosidad a la pareja.

—Por fin conocemos quién se robó el corazón de este mocoso —Max sacudió a Ash con fuerza, sin importarle el espeso sonrojo en su rostro. —, te tenía bien guardadito.

—Ya... — lo empujó con brusquedad a su cuñado. —. No molestes...

—¿Es que acaso no puedo abrazar?

—¡Es porque eres un bruto! Me alegro que mi sobrino se parezca más a mi hermano.

—¡¿Qué dijiste?! Si mi hijo heredó mi linda cara.

—Es mejor que no te escuché o lo traumarás.

Ante la discusión, los demás presentes se alejaron un poco, resultando una conversación más amena entre los omegas y el niño.

—Parece que se llevan bien... — mencionó Eiji al ver de reojo como el hilo rojo se agitaba por las alegadas de ellos.

—Se extrañan, es por eso — Griffin se limpió un poco el sudor de la frente. —. Cuando aún éramos novios, Max jugaba con mi hermanito y eran un poco... rudos —exhaló. —. Jamás los pude controlar... aún con regaños o castigos para ambos.

—Mi tío es mejor alfa que él, por eso siempre busca pelea con mi tío, pero nunca gana porque tío Ash es más listo que él. —Michael agregó sin remordimiento, haciendo que Eiji se percatara que lo altanero proviene de familia.

—Por el contrario, hijo — le dio un golpe de advertencia en su coronilla. —, yo sí puedo castigarte.

El chico quedó petrificado, quedando en silencio de inmediato.

—Eh... ¿Ash era travieso de niño? — preguntó sin escrúpulos puesto que se sentía cómodo hablando con Griffin.

—Demasiado. —exhaló fuertemente, recordando esos tiempos oscuros.

De repente, Max gritó desde la lejanía escuchando como todo un entrometido.

—¡Por eso queríamos conocer quién domó a la bestia!

—¡C-Cállate! — nuevamente el sonrojo se intensificó en las mejillas de Ash.

Por su lado, Eiji no podía imaginar a su pareja comportándose como un revoltoso. Para sus ojos era un príncipe azul.

Griffin suprimió una carcajada suave. Quiso quedarse hablar más pero debían de encargarse de su evento y atender a sus invitados.

—Me gustaría conocerte mejor, Eiji — palpó su hombro con delicadeza. —. Eres bienvenido en visitarnos a nuestro hogar cuando quieran ir con Ash.

—¡Sí, obliga a tío Ash trabajar menos!

Percibiendo el apuro, el japonés sonrió apacible a Michael y a Griffin.

—Claro... lo planearemos.

Griffin llamó a Max para proseguir con la fiesta; entonces rápidamente el alfa le dio un último abrazo a Ash contra su voluntad, luego levantó un pulgar hacia Eiji y se unió a su familia y desaparecieron de la vista de la pareja. El omega japonés pudo vislumbrar la marca semi descubierta en la nuca del otro omega, quedando un poco encantado de haber descubierto ese símbolo de compromiso y afecto de los cónyuges.

Así, Ash se recostó de repente sobre el cuerpo de Eiji, teniendo cuidado de no recargar todo el peso para que ambos no cayeran al suelo.

—Max es una molestia — refunfuñó un puchero. —, no me dejó hablar con Griff ni con Michael.

En eso, Eiji rodeó su brazo en la cintura del alfa, provocando que oliera feromonas sorprendidas.

—Ya tendrás tu oportunidad — dio un apretón en su agarre. —. Por cierto, tu hermano nos invitó a pasar un rato con ellos en su casa... — sonrió de oreja a oreja. —. Podríamos ir un fin de semana.

—Sí... — relajó su expresión y abrazó a su omega de la misma manera. —, hace un tiempo que no los veía... se ven contentos...

—Y tú te ves guapo. — musitó, esperando un beso.

Ash rodó sus ojos y esbozó una sonrisa mientras que obligó a Eiji girar y atraerlo a su cuerpo, estando a centímetros de rozar sus labios. El hilo rojo los atrapó en su hebra, restringiendo sus movimientos sin que nadie lo supiera.

—Dime, ¿quién es el omega más hermoso de todo el universo? — moduló su voz para que sonara profundamente.

—Tu hermano. — fastidio con una sonrisa burlesca.

Ash quedó pensativo un poco. Eiji no estaba tan equivocado y le daba risa que pudiera trocear su seducción.

—Casi pero no... —mordió el labio inferior del japonés, captando su atención. —. Para mis ojos hay alguien aún más hermoso. ¿Sabes quién es?

La cabeza de Eiji ladeó hacia otro lado, sintiendo caliente sus feromonas y su propio cuerpo. Lo que estaba haciendo Ash era reforzar su autoestima, lo sabía... no era la primera vez que se lo preguntaba y cada vez menos le daba vergüenza decir:

—Soy yo...

De ahí, Ash acunó con una de sus manos el rostro de Eiji y lo besó con dulzura.

—También te ves lindo en traje... — susurró en sus labios mientras los volvía a juntar con deseo. —. Gracias por acompañarme hoy...

—Tu familia es importante para ti —alzó su mano para acariciar su mejilla—, entonces para mí es igual...

—Eiji... — dijo con tanta ilusión que enterneció el corazón del aludido.

Ambos sobresaltaron un poco ante el escándalo que armó Max ante los demás invitados, mostrando con orgullo a su esposo e hijo. Al contemplar la escena, Ash sonrió vigorosamente pero Eiji le dio escalofríos. Justo cuando de que empezara la ceremonia y la fiesta, se desenredan del hilo rojo para sentarse en sus asientos reservados.

Sin embargo, Eiji haló débilmente de la hebra antes de que Ash se alejara de su rincón seguro.

Ah... eso le recordó el alfa de aquella vez que se conocieron, esa vivida timidez en Eiji cuando quería declararle algo indeciso.

—A-Ash... yo... —quiso discutir sobre su celo. Aunque lo pensó seriamente y se retractó. No era el momento ni el lugar para proponérselo. Desde que vio la marca en Griffin, un destello de añoranza ardió en sus entrañas.

¡Aún si era un impertinente quería tener tranquilo su omega interno.

—¿Dime? — se acercó, tendiendo paciencia.

De repente, su celular vibró por quinta vez en el día.... Era la jefa de Eiji.

Ahora todo el ánimo se desinfló.

—Te lo digo después... — forzó una sonrisa, confundiendo a Ash. 

N/A: lo siento, Jessica. Aquí no existes 🙈 no pude evitar poner MaxGriff, y mejor si son los padres de Michael akskfkfk. Me encorazona demasiado 💖😭✨ de ahí se sacaron varios emojis del capítulo anterior, principalmente este 👨‍👨‍👦

Eiji anda goloso 🌚🔥😏 así que todavía hay esperanza de un delicioso 🥴

Con el tema de la jefa, pronto lo descubriremos 🤧

¡¡Muchas gracias por todo su apoyo!! Espero que les haya gustado. Me encanta mucho escribir para esta historia ❤️✨

¡Cuídense, nos vemos mañana!

Besos & AbrazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora