18. Confession

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Después de una semana y media, Eiji asistió a trabajar; suspiró profundamente para liberar un poco su estrés antes de abrir la puerta. Por lo que le han dicho sus compañeros, el ambiente se volvió tenso, a pesar de que la publicación de la nota fue un éxito y atraparon al perpetrador que lo apuñaló y están siendo juzgado.

Ash le cuestionó si era necesario acudir a laborar puesto que su herida aún no sanaba del todo, pero él insistió en hacerlo para no cargar con mucho trabajo a sus colegas y que, además, la herida se estaba curando. Aún no convencido del todo, su alfa le prometió a esperarlo después de la hora de salida para acompañarlo a su hogar, desde el accidente no ha querido dejarlo solo en ninguna parte, hasta se compró una pistola que portaba por si las dudas.

Al asomarse a la oficina, fue rodeado de inmediato de jadeos y bienvenidas. Al parecer se veían felices de verlo otra vez.

—¡Eiji, pensamos que regresarias la próxima semana!

—¡¿Cómo te sientes?!

—¿Quieres café? Bueno... ¿puedes tomarlo por la herida?

El omega sonrió por cortesía. Eran muchas preguntas y cada vez le hacían más al unísono.

Sin embargo, esa buena vibra se destruyó cuando Rita apareció entre el pequeño tumulto de empleadores.

—Eiji, no esperaba verte aquí.

Silencio.

En eso, las facciones del aludido expresaron serenidad.

—Ya me siento mejor, por eso decidí volver.

Ella no se inmutó a su respuesta.

—A mi oficina, ahora.

Al girar su cuerpo hacia allá, Eiji tensó sus músculos y se fue detrás de ella como si estuvieras en una marcha fúnebre. La puerta se cerró de golpe, ocasionando una turbia sensación en los demás al quedarse solos. Aún los betas, no pudiendo oler feromonas, podían percibir el áspero aroma en el aire.

Entonces los murmullos comenzaron:

—No lo entiendo — uno de los nuevos habló a viva voz. —. ¿Por qué trata a Eiji de esa manera? No es la primera vez... Es como si lo odiara.

—¿Será racista? — agregó otra trabajadora, confundida.

—No creo... hay otros omegas aquí... también asiáticos.

—¿Entonces?

—Me acuerdo cuando Eiji llegó por primera vez — el trabajador más antiguo habló. —. Parecía ir todo de maravilla entre ellos, pero de repente Rita comenzó a presionarlo demasiado.

—¿Y qué pasó?

—Nadie sabe.

—Aww, ¿Eiji cómo puede aguantar tanto? Yo lloraría.

Dentro de la oficina ocurría algo inimaginable y que podía malinterpretar.

Rita palpó la mejilla de Eiji con suavidad, provocando que este quedara petrificado por un instante.

—Pobrecito... lamento todo lo sucedido.

El omega suspiró y apartó gentilmente la mano de su faz.

—No hay nada que lamentar.

—Por supuesto que lo hay —Rita se movió alrededor de él. —. Me regañaron por lo que pasó, puedes darme las gracias por cubrirte.

Eiji exhaló, intentando no esparcir sus feromonas. De todos modos, ella no los podrá sentir por ser beta.

—Mis acciones no debieron causar problemas, y por ende no veo impertinente de dar mis agradecimientos por ninguna circunstancia — la observó fijamente. —, el accidente ocurrió después del trabajo, es decir, no estaba bajo su responsabilidad... — espectó con voz baja. —, si hubo una amonestación injustificada, puedo hablarle al gerente.

Rita quedó conmocionada, al punto de entrar a un estado nervioso.

—¡Eiji! ¿Por qué tratas así a tu jefa? ¿Acaso no ves que te aprecio mucho? — el japonés se quedó callado. —. Yo quiero lo mejor para mí y para ti.

Hace un año, el omega entró al New York Times tras un largo proceso de selección. Desde chico ha soñado en laborar en una de las grandes industrias notíciales y convertirse en el fotógrafo calificado de los grandes periodistas. Su encargada desde el inicio fue Rita y congeniaron bastante bien hasta que ella confesó sus sentimientos hacia él.

Podría haber tenido una gran ventaja en ser pareja del jefe, conexiones por doquier y asegurarse un puesto de alto rango, mas no fue así. Eiji no quiso jugar con su corazón y la rechazó lo más gentil que pudo.

Los problemas comenzaron desde ese momento. Supuestamente ellos quedaron en paz pero resultó que Rita era rencorosa. Por despecho, y porque tenía la autoridad de hacerlo, lo ha desgastado emocional y profesionalmente posible.

Eiji sabía que abusaba de su cargo, sabía que lo manipulan y quiere que sufra. Él no se rendirá, ha conseguido volar tan alto por sus propios méritos que quiere probarle a Rita que podrá avanzar hacia adelante en la empresa que siempre añoro.

—Lo lamento, siento que no hay nada más que hablar — cerró sus ojos para calmar un poco su corazón errático. —. Iré a ver como van con el siguiente proyecto.

De repente, Rita somató el escritorio con sus manos, rechinando sus dientes y viendo a Eiji con furor.

—Aún no te vas — sonrió complaciente. —. Quería decirte que los modelos que contratamos para el genderbender son tus amigos... los vi cuando estaban en el hospital — alzó su rostro con indignidad. —. ¿Qué dirás al respecto?

—Nada... yo los propuse y el cliente los aceptó... no hubo palancas de por medio.

—¡Entonces! — gruñó ligeramente, perdiendo los estribos. —. ¿Por qué no dijiste que estabas en una relación? ¡Te vi con un alfa que fue también nuestro modelo!

Eiji suspiró nuevamente. Esto era ridículo.

—La vida personal y laboral no se mezclan — dio una pequeña reverencia para escapar del lugar. —. Nos vemos...

Rita quedó en shock.

El resto del día fue llevado de manera normal, lo cual Eiji agradeció a todos los dioses de Izumo. No tuvo que ver a su jefa, eso de por sí era un alivio.

Al término de la jornada, el omega esperó en la fachada, vistiendo del largo y ponchado suéter de invierno de su alfa, olía a él... por lo que esperarlo no fue una tortura.

El hilo se tambaleaba cada vez menos por el aire debido a que se volvía más corto, significaba una cosa:

—¡Eiji! ¿Esperaste mucho?

El japonés sonrió ampliamente al encontrarse con Ash.

—No, acabo de salir.

—Me alegro — besó su frente. —. ¿Quieres un chocolate caliente?

—¡Claro!

Ambos se volvieron a besar con más ímpetu, sin darse cuenta que Rita los estaba observando. 

N/A: Eiji be like: oh rayos, le gusto a la loca.jpg

En sí Rita tiene una especie amor/odio hacia Eiji por rechazarla y ahora tiene una obsesión con él. Ahora Ash está un poco pasivo con el asunto porque Eiji no se ha quejado, ni siquiera sobre el accidente (eso será parte de las repercusiones que habrá en el futuro). De una vez advierto que este problema explotará peroooo recuerden que esto es un fluff 😂🙉🙊🙈 me mantengo al margen.

Millones de gracias por todo su apoyo ❤️❤️❤️ cada vez nos estamos acercando a los últimos prompts, estoy ansiosa en poder publicarlos y que puedan disfrutarlos ❤️.

¡Nos vemos mañana ❤️✨!

Besos & AbrazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora