Griffin dejó caer los platos enjabonados en el lavaplatos, no despegó su vista en aquel relumbrante anillo de compromiso dentro de su caja.
—¡¿Te casas?! — desgañitó su voz y su cuerpo lo sintió aguado. —. ¡¿A los veintidós años?!
De inmediato, Ash le cubrió la boca con su mano y guardó el anillo.
—¡Shhh! —observó si los demás habían escuchado. Por todos los cielos seguían con lo suyo. —. Oye, no eres para quien juzgarme... contrajiste matrimonio con Max recién cumplidos los dieciocho años.
Ash y Eiji llegaron a Cape Cod a la mañana siguiente y fueron recibidos con los brazos abiertos por parte de la familia Glenreed. Al principio fue alegría al verlos, ese sentimiento se convirtió en furor al vislumbrar la enorme televisión en el automóvil. Rápidamente Max y Michael ayudaron a bajarlo y ellos mismos comenzaron a armarla. Griffin fue el único que se tomó el tiempo en saludar a sus invitados y abrazar especialmente a su hermano.
Pasado unas horas, Eiji se metió en atornillar el soporte para colgar el televisor y ajustar la articulación del mismo. Max estaba ligeramente sorprendido por la fuerza del omega y Michael simplemente lo adoró.
Ahora ellos estaban afuera para conectar la vieja antena arriba en el techo. Al no tener cabida entre ellos, Ash se fue a la cocina para comenzar a cocinar con su hermano. Entre plática salió a colación lo del matrimonio, y como Ash siempre cargaba el anillo por cualquier momento oportuno, en su inocente mente se lo enseñó a Griffin.
Fue una verdadera sorpresa su reacción.
—Comprendo pero, Aslan — entrecerró sus ojos y limpió sus manos, dejando los trastes sucios para después. —, Max y yo nos conocemos desde niños... por supuesto que tuvimos tiempo para conocernos.
Ash suspiró nostálgico, desde que tiene memoria, su cuñado ha estado siempre con él en cada etapa de su vida. Era más un padre que su familia filial.
—Así es... — sonrió y lanzó algunas feromonas para relajar la tensión en los músculos de su hermano. —. Sé que no hemos sido mucho tiempo pareja pero... eso es lo que dicta mi corazón.
Sin embargo, Griffin frunció su rostro en congoja.
—Aslan... no quiero sonar despectivo con Eiji, ¿pero estás seguro qué es el indicado?
Cómo explicarle a su hermano que una inesperada mañana tenía atado un hilo rojo invisible que conecta sus almas y estará destinado a él hasta el fin de sus días; pensará que ha leído muchas novelas.
—Lo estoy — contestó rápidamente y sin vacilar. —, y sé lo nuestro es mutuo.
Hubo un momento de silencio reflexivo.
Griffin exhaló y elevó sus brazos en señal de que Ash se aproximara.
—Entonces los apoyare en todo lo que sea posible.
—Griffin...
En ese instante, se abalanzó hacia él y rodearon sus cuerpos con sus brazos fuertemente.
—Ay, ¿cuándo fue que creciste, Aslan? —le dio un chasquido beso en la mejilla, afecto que el alfa odiaba.
—¡Ya! — se sobó el área roja de su piel. —. No hagas eso, soy un adulto.
—¿Y por qué no? Sí siempre serás mi hermanito, el chiquito, el wawa. — agudizó su voz mientras seguía besándolo todo el rostro.
Las rabietas de Ash no fueron suficientes para que Griffin se detuviera con sus mimos.
Hasta que los demás regresaron adentro, el omega disminuyó la intensidad del afecto, contemplando que cada uno de ellos portaba una corona de flores.
—¡Papi, tío Ash, miren! — Michael corrió hacia ellos con mucha felicidad, portaba una de lilas blancas. —. ¡Eiji nos hizo cada uno con flores silvestres!
—¿En serio? — Griffin sonrió apacible mientras se ponía en la altura de su hijo y palpó sus mofletes. —. Te ves muy lindo con ellas.
Michael curvó una sonrisa y se sonrojó suavemente.
—De verdad es un talento — comentó Max al tocar las equináceas en su cabello. En la otra mano llevaba la corona de peonías de Griffin. —. ¿Lo aprendiste en Japón?
—Exacto, con mi hermana elaboramos muchas cuando éramos niños.
Ash quedó boquiabierto al vislumbrar a Eiji. Su belleza era inigualable pero al tener esos girasoles enredarse en su bosque azabache, endiosan sus facciones.
—Eiji... — se quedó sin aliento.
En eso, el omega japonés se acercó a su alfa a paso vigoroso, y de puntillas lo coronó con girasoles al igual que él. El hilo rojo se interpuso cara a cara con ellos pero después se deslizó en el hombro del rubio.
—Necesito mi cámara ahora mismo... te ves muy guapo...
Ash exhaló, divertido. Justamente esas fueron las palabras que se dijeron cuándo se conocieron.
—Querrás decir que nos vemos guapos...
De nuevo, el mundo entero eran ellos. Nadie se percató de como Max colocaba la corona de flores a su esposo mientras se besaban dulcemente en sus labios y cómo Michael exigió también cariño por parte de sus padres.
Ya con toda la familia luciendo sus coronas de flores, Max interrumpió el dulce ambiente.
—¡Hey, tortolos! ¿Pueden parar un momento con su romance y ayudar a encender la televisión?
Michael comenzó a carcajear y Griffin simplemente sonrió ante el espeso rubor en las mejillas de la pareja.
—¿Al menos no deberías darme las gracias por comprártela? —Ash alegó y cogió la mano de Eiji para ir a la sala.
—Bah, me la debes por haberte cambiado el pañal cuando eras bebé.
El alfa se tensó por haber sido avergonzado enfrente a su omega.
—¡Viejo!
Así, pasaron el rato de diversión, escándalo y risas en familia.
N/A: ¿recuerdan este emoji 💐? justamente el tema principal de este capítulo era ese 💕✨
Yo soy débil con la relación entre Ash y Griffin, amo muchísimo escribir sobre ellos 😩💞✨ y es una lástima que no haya mucho de su hermandad. También me encanta reflejar una familia amorosa en Ash 🥺 él se lo merece, aún si es un fanfic 🥺✨
Ahora ya aceptaron a Eiji como miembro ahora 🥺✨ ya es oficial 🤧❤️
Millones de gracias por todo el apoyo ❤️✨ este capítulo fue de mis favoritos ❤️❤️❤️✨✨
¡Nos vemos mañana!
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Besos & Abrazos
Fanfic¡CONCLUIDA! Ash, al despertar una mañana, se percató de un largo hilo rojo atado en su dedo meñique. Solo él y la otra persona ligada del otro extremo podían verlo. Así comienza sus vidas juntos. [SOULMATES X OMEGAVERSE AU] 30 DAYS CHALLENGE OF DR...