21. Proposal

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Ha pasado un año desde que el destino conectó a Ash y a Eiji a través del hilo rojo. Muchas cosas se han suscitado entre ellos: celebraron su primera navidad y año nuevo juntos, pasaron sus cumpleaños, festejado con sus amigos, ir al gimnasio hasta casi morir al querer imitar los entrenamientos de Blanca, el alfa se mudó al apartamento del omega y viven como un matrimonio, y entre otra cosas maravillosas.

Casarse... era lo que estaba en el radar para Ash durante un buen tiempo y consideró que era el momento justo.

Por lo mismo, quiso abordar el asunto como era debido... necesitaba la bendición de los padres de Eiji.

Entonces ahí se hallaba frente al computador en videollamada con ellos junto con la hermana llamada Sayuri, cuando su omega se fue de compras con Yut Lung. Casi de inmediato les enseñó el anillo de compromiso que había comprado desde hace meses atrás. Se mostraba agradecido que todos sabían hablar inglés y no habría impedimentos de comunicación, o eso pensó el alfa.

Al exponer su corazón y los deseos de querer enlazar a Eiji en nupcias, su familia quedó muda y perpleja.

Ahora estaba dudando de sus habilidades y de su propio IQ.

De repente, Sayuri se sobresaltó, gritando a todo pulmón.

"¡Mi papá dice que sí!"

"¡Niña, tu padre no ha dicho nada!" — la señora Okumura brincó en su defensa, su esposo parecía reflexivo.

— "¡Pero mamá, ya viven juntos! ¿Qué más puede pedir?"

En un lapso de alegatos entre las dos féminas, Ash no sabía cómo reaccionar y sus piernas temblaron un poco por los nervios.

Entonces, el padre de Eiji aclaró su garganta antes de hablar:

"Sayuri, cariño, ¿nos pueden dejar a solas con el señor Callenreese?"

El ambiente se puso peor. Ash no sabía cómo interpretar esas palabras y por poco ruega a que las mujeres se quedaran para darle porras. No era un secreto que con el señor Okumura habían ciertos roces, no porque le cayera mal o lo odiará, cualquier padre estaría muy al pendiente de lo que hacen sus hijos, sobre todo si son omegas. Al menos el alfa ha sentido que es merecedor de su confianza, nunca ha decepcionado a Eiji y ha intentado ser la mejor pareja posible para él, aún cuando tienen peleas o no pueden estar de acuerdo con todo.

Así, Ash esperó con expresión mansedumbre, si tenía que encarar a su suegro, que así fuera.

—Me hubiera gustado preguntárselo frente a frente... creo que no ha dado la oportunidad de conocernos mejor... — inquirió el alfa para tantear el terreno.

"En efecto..." — el papá de Eiji asintió. —. "Sin embargo, mi hijo ha hablado muy bien de usted... confío en sus sentimientos y por eso siento que le conozco."

Ash parpadeó, conmovido.

— ¿Señor?

"Es irrelevante decirlo porque eso es lo que hace siempre pero..." — dio una reverencia ante la cámara. —. "Cuida de mi Eiji, por favor, se lo encargo... hágalo feliz."

Ni las palabras o las feromonas podían reflejar la cálida ternura que habitaba en su alma en ese momento. Fue así que Ash sonrió emocionado e inclinó su cabeza para demostrar respeto.

—Gracias, yo...lo prometo.

Sin esperarlo, hubo un estallido de alaridos y risas del otro lado de la pantalla, la más bulliciosa era Sayuri por la noticia y Ash no pudo evitar sonreír. Les quedó debiendo una fecha para la boda, ahora el paso a disertar era el más complicado: pedirle la mano a su omega.

No le quiso contar a nadie de su círculo cercano sobre sus intenciones porque tenía miedo que algún boca floja se lo expusiera a Eiji.

Por lo mismo, él lo planeó solito, sabía que a su omega le gustaba la sencillez y la representación. Lo conocía como la palma de su manos, fue fácil encontrar un lugar... y casi se ríe de lo ansioso que estaba; la Biblioteca Pública, donde empezó toda su historia juntos.

Una semana después de recibir el visto bueno de sus padres, Ash fue llevado al icónico establecimiento. Se encontraba nervioso, sus manos sudaban más de la cuenta (podía culpar al calor de verano) y el significativo hilo rojo estaba envuelto en su agarre con la mano de Eiji. Su omega cree que solo estaban ahí por un libro que ha estado interesado en leer... era mejor así.

Justo cuando iban a subir las escaleras, Ash se detuvo, teniendo el corazón errático.

—Eiji, espera — giró su cuerpo hacia él. —. Necesito pedirte algo antes...

El japonés lo contempló con su cautivadora mirada, su hermoso fulgor reflejado en sus iris y su expresión encantadora.

—¿Qué sucede?

El aroma de Ash se concentró en un dulzor espeso mientras que su rostro se suavizó al cogerle de ambas manos y darle un beso a cada una en sus palmas. Eiji se confundió aún más con lo que pasaba.

—Me pregunto qué es este hilo — lo tomó y lo comenzó a envolver entre sus manos entrelazadas. —, ¿Por qué nosotros? ¿Cómo es que todavía sigue existiendo? ¿Seremos los únicos al tenerlo?

Eiji empezó a ponerse nervioso.

—¿Ash...?

—Si nunca tuviéramos una explicación, eso no sería un impedimento para nosotros... — susurró al palpar su mejillas con cariño. —, desde que nos encontramos por primera vez sentí nuestra unión muy natural... y así ha pasado a lo largo de este año... que no puedo imaginarme mi vida sin ti...

El omega relajó sus músculos y también descansó su otra mano encima de Ash.

—Ni yo... — sonrió débilmente. —, me hace pensar que el destino sí existe... y nos sonrió a nosotros.

Ash se sonrojó. Su lindo omega...

—Por lo mismo, Eiji... quiero simbolizar nuestra unión de todas las maneras humanamente posibles... porque te amo — juntó sus frentes y cerraron sus ojos. —, te amo...— alcanzó sus labios y los besó con afecto. —, eres el amor de mi vida... te amo...

La respiración de Eiji fue pausada por tanto cariño que sentía en su corazón.

—Ash...

En eso, el alfa se separó un poco y colocó una rodilla en el suelo, sacando el precioso anillo que tenía guardado hace meses.

—Cásate conmigo...

La gente se interesó por la propuesta, sacándole fotografías, el clamor y la presión por una respuesta no la sintieron. Ash y Eiji estaban absortos el uno al otro... sus almas se aunaron.

Eiji jadeó inquieto, con una enorme sonrisa esbozada y unas pequeñas gotas cristalinas en sus ojos, asintió vigorosamente mientras Ash carcajeó en alborozo al ponerle el anillo en su dedo anular izquierdo.

—Sí — se quedó sin aire. —, por supuesto que sí.

Todos los presentes aplaudieron, Ash lo alzó entre sus brazos y se besaron profundamente.

Un nuevo capítulo en sus vidas acababa de iniciar. 

N/A: AHHHHHH este capítulo me llenó de brillitos en los ojos cuando lo escribí ✨🥺 ahora serán más serios en su relación (bueno, siempre lo fueron, pero es distinto al tener otras responsabilidades. Ustedes me entienden xD)

Me hubiera gustado mostrar más de la familia de Eiji en capítulos anteriores, hasta este momento los vemos 🙈 pero ellos siempre han estado presentes en la vida de ellos dos 🥺❤️ por ser drabbles me limito demasiado.

Millones de gracias a todos por llegar hasta acá ❤️❤️❤️✨✨🥺 ya nos quedan pocos prompts.

Cuídense mucho ❤️✨ nos vemos mañana ❤️✨

Besos & AbrazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora