11. Cuddling

643 90 70
                                    

Durante el mes de octubre, Ash la pasaba un tanto en disociación al estar fuera. Por las malas, Eiji se dio cuenta de su fobia y, a pesar de que aún se burla de ello, intenta ser comprensible, un poquito.

La mayoría de citas que tenían el fin de semana eran en la seguridad de las cuatro paredes. Cuando las tenían en el apartamento del alfa, se tornaban bulliciosas y divertidas porque se encontraban Shorter y Yut Lung, a este último le agarró más cariño que antes.

Aunque le gustaba pasar tiempo con ellos, en ocasiones Eiji quería estar solo con Ash, comportarse románticos más abiertamente. El miedo a lo que sucedió al compartir cama seguía latente; por lo mismo al tener la oportunidad de pasarla en su domicilio, se prescribieron sus medicamentos contra el celo por seguridad, mas la necesidad de Eiji en expresar sus sentimientos continuaba torturándolo desde que vio la mordida en Griffin. Incluso había comprado condones de emergencia.

Ay, él no era así de caliente, ¿qué le pasó?

Ese domingo, pensaron en ver una película en su apartamento. Todo iba tal y como lo planeado hasta que Eiji recibió una llamada de su jefa y estuvo hablando con ella por casi una hora. A veces creía que lo hacía para fastidiarlo puesto que trataban de asuntos que podían resolverse sencillamente en la oficina pero ella los complicaba aún más, rebuscando un problema en el cual nunca hubo. Le provocaba un estrés inmenso en el omega que se hacía notar frecuentemente.

De inmediato, Ash se percató de eso incluso antes de que había terminado la llamada por lo tenso que estaba el hilo que los conectaba y por las pesadas feromonas que intentaba suprimir.

Al momento de que Eiji se asomó a la sala, lo esperaba en la sala con la película puesta en pausa.

—¿Todo bien?

Eiji asintió decaído, siendo recibido con los brazos abiertos del alfa. Era reconfortante.

—Vamos a comenzar un nuevo proyecto... — descansó su rostro en el hombro. —, será algo que nunca he hecho... me duele la cabeza solo pensarlo.

En eso, Ash besó su sien sorpresivamente.

—Por hoy no pienses en eso — esparció feromonas tranquilizadoras. —. ¿Quieres seguir viendo la televisión?

Eiji negó con la cabeza y rodeó el cuello de Ash con sus brazos.

—En realidad quisiera hablarte de algo...

—¿Sobre qué? — apagó la pantalla, poniéndole la debida atención.

Se tomó su tiempos para formular adecuadamente sus sentimientos y sus alborotadas emociones.

—S-Sobre nuestro celo juntos...

La reacción de Ash al principio fue cómica pero mutó a una de mansedumbre al ser serio el asunto. Incluso por la forma en que Eiji se expresó, pareciera que se estuvo preparando mentalmente antes.

—¿Quisieras que lo pasemos la próxima vez?

—No necesariamente... — exhaló, sintiendo un espeso rubor en sus mejillas. —, el celo es para apareamiento y marcaje... —bajó la mirada agitada. —. Por supuesto quiero eso pero no ahora... solo deseo hacerlo contigo...

El ambiente cambió drásticamente.

—¿Quieres sexo?

Eiji cerró sus ojos antes de verlo de nuevo.

—Sí...

—¿Ahora...? — musitó Ash levemente embriagado de excitación tras deslizar sus manos por encima de su cintura y espalda.

Eiji despegó sus labios ante la intensidad de la mirada de Ash. Las feromonas olían distinto, más concentradas en endorfinas, afrodisíacos segregados en sus sentidos y en su voluntad.

—Ash...

No bastó en profundizar más sus añoranzas, se atrajeron mediante un beso ansioso, fogoso, una nueva experiencia de expresar su amor a través de sus lenguas, palpos y sollozos roncos.

En un lapso de lucidez, se dirigieron a la cama y, con una pizca de vergüenza, Eiji le indicó en donde estaban los condones y su parche para evitar alguna clase de mordida.

A Ash le tomó por sorpresa la antelación de este encuentro pero por una simple sonrisa curó el trago amargo para el omega.

Entonces, volvieron a reaccionar libidinosamente, acurrucando sus cuerpos de tal manera de sentir su calor, anhelando explorar sin fronteras su piel con sus labios y manos, hasta quedar completamente expuestos del uno al otro.

De alguna manera el hilo rojo en sus meñiques no fue de estorbo aún si se enredaba en sus piernas o en el torso. Lograron manejarlo incluso sentir más placer al estar forzados estar más cerca de lo habitual, restregándose para estimularse y marearse por el erótico aroma.

Cada toque recorriendo sus muslos y partes íntimas era un escalofrío delicioso, arrancando sus suspiros y orgasmos. A pesar de que eran su primera vez, no había cabida para el bochorno o la malicia, sus miradas reflejaban su cariño desbordante y los susurros de adoración en sus palabras volvían el sexo como mágico.

El resto de la tarde y noche se la pasaron fundiendo sus cuerpos, mentes y almas expresados en un dulce vaivén de roces, gemidos y embestidas.

Lo hicieron hasta el cansancio y durmieron plácidamente abrazados mientras que el hilo rojo del destino estaba esparcido en todo lo largo de la cama.

No sabían si era posible pero sentía que eran más cercanos que antes. 

N/A: lo prometido es deuda 🤧🙈✨ después de tanto por fin hacen el delicioso 🥴 haciendo cumplir estos emojis 💋💘💞💌

Honestamente fue un desafío para mí escribir este capítulo, estoy acostumbrada a ser más detallada con las escenas de sexo, pero como sabrán tengo límite de palabras 🙈 y además no quiero cambiar la demografía a un R18 porque la historia principalmente es de fluff. Espero que haya podido transmitir ese deseo que tenían Ash y Eiji y los sentimientos al hacerlo. De una vez aclaro que habrán más escenas subidas de tono 🌚🔥

Muchas gracias por leer ❤️❤️❤️✨✨✨ espero que se encuentren muy bien ❤️✨

Nos vemos mañana ❤️🔥

Besos & AbrazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora