28. Something new

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Luego de la boda, Ash y Eiji se irían a la luna de miel de ensueños en el Royal Decamerón para alejarse de todo y de todos. Sus planes fueron frustrados, el omega se ofendía cada vez que olía comida, sufrió de náuseas y vómitos durante todo el viaje.

No pudieron hacer delicioso. No lo han podido hacer desde hace tiempo.

Aunque creyeron que solo sería por unas cuantas semanas para que Eiji se ajustara al embarazo y volver a su vida normal. La verdad era cruel... jamás se acostumbró. Es más, se puso peor.

Cuando tenía tres meses de gestación, a Eiji lo trataban como rey. Ibe y sus compañeros de trabajo lo mimaban a salir temprano; Griffin y Max se volvieron loco por el futuro sobrino y no paraban de comprarle cosas, Michael le daba la atención al omega al hacer pequeñas tareas; las señoras Owen y Coleman le preparaban platillos deliciosos mientras que Sing y Blanca podían conseguir prenatales y vitaminas casi a la mitad de precio gracias a sus descuentos en las farmacias y GNC; Yut Lung le compraba ropa de maternidad con el dinero de Shorter (¿se consideraría que es regalo de ambos?). La familia en Japón llegarían casi al momento del parto, aunque no han dejado de mandarles cosas.

Con respecto a su alfa...

—¡Ash! —alzó la voz desde la cama, dándole pausa a su dorama.

El aludido entró a la habitación portando un mandil y con la esponja enjabonada. Casi todo los quehaceres del hogar lo realizaba él.

—¿Sí, onni-chan? — sonrió con dulzura.

Eiji puso carita tierna pero en sus ojos se mostraba el dolor.

—Tengo antojito...

En eso, el alfa se acercó y le besó en sus labios, mejillas y la nariz.

—¿De qué?

De inmediato, hizo un puchero.

—¡Hot dogs nadando en mostaza! — bramó angustiado. —. ¡AH! Definitivamente este cachorro es tu hijo.

No pudo evitar reírse de la desgracia de su esposo. Era como una especie de karma tras ese tiempo cuando lo obligaba a comer natto.

—Entonces traeré el almuerzo. — guiñó el ojo, listo para salir disparado a la calle, se hallaba contento en que podrían comer comida chatarra sin que su omega se molestara.

—E-Espera... — Eiji lo detuvo. —. Si quisiera algo más, ¿te lo puedo pedir?

Ash relajó su mirada.

—Lo que sea para mi hermoso esposo.

Así, juntaron sus labios en cálidos besos y sus feromonas armonizaban con el buen ambiente y Ash se dispuso a comprar la comida.

La vida después su matrimonio no cambió drásticamente en virtud que ya se trataban como tal antes de contraer nupcias. Lo único nuevo era el bebé que venía en camino.

Aún no sabían su sexo, era muy pronto para saberlo pero ya tenían su habitación lista, pintada de animales y colores cálidos, una silla mecedora, su cuna y su mesita para cambiar pañales.

No creyeron que el ser padres les llegaría rápido siendo tan jóvenes. No se quejaban al no planearlo... el bebé es producto del amor y respeto que se tienen entre ambos.

Al comprar los hot dogs, Ash observó momentáneamente el hilo rojo en su meñique, todavía permanecía ahí... era una locura reflexionar sobre esa rara situación pero ahora se convirtió parte de ellos que, a veces, ni lo notan.

Justo al disponerse a regresar, le entró un mensaje de Eiji:

"Ash, ¿me comprarías también unas coca colas, un nabo y una tartaleta de frutas de la pastelería Carlo? (❛ᴗ❛) AH, y también kimchi, todo por culpa del dorama (⇀‸↼")
Te amo. ('. • ᵕ •.') ♡ "

Debió llevarse su mochila. A este paso se quedará pobre.

Sin embargo, no le iba a renegar a su esposito comida cuando tiene hambre aún si después Eiji llora al percatarse que subió de peso. No se angustiaba en ese aspecto, querrá siempre su omega no importando el tamaño. Además, estaba segurísimo que después ese gym lover se encargará de bajar esas libras de más con los otros maniáticos. ¡Hasta Max se incluyó en la rutina haya en Cape Cod, ese sí era un verdadero milagro! De seguro Griffin se le caerá la baba cuando noté a Max tonificado, se verá como un cerdo con un abdomen de lavandero si continuaba así.

Ash paró en seco, hizo una mueca y luego sacudió su cabeza vigorosamente. Joder... se lo había imaginado, ya no podrá ver a su cuñado de la misma manera. 

Luego de ese desagradable lapsus, se apuró en obtener todo lo de lista, corrió hacia su hogar jadeando y cansado. 

Necesitaba un respiro.

—¡Eiji, ya vine! Mejor compré un pastel para comerlo después en la tarde y un six pack de coca cola, aunque yo traje pepsi para mí. ¡Ah, también encontré verduras variadas para la cena! ¿Quieres comer los hot dogs ahora?— habló mientras guardaba las misceláneas. Sin embargo, al escuchar respuesta, frunció el ceño. La televisión seguía encendida. —. ¿Eiji?

Al asomarse a su habitación, el alfa desplegó una serie de feromonas dulces y su rostro se suavizó. Su omega se había quedado dormido en la cama.

Entonces, Ash entró de puntillas y apagó la pantalla para luego contemplar el sosegado rostro de Eiji. No quiso perturbar sus sueños, últimamente ha estado agotado en sobrellevar el embarazo. Una pequeña siesta era bien merecida.

Con sumo cuidado, lo cubrió con sus sábanas. Admiró su belleza, sonrió con afecto tras peinar sus cabellos con sus dedos y palpó el pequeño vientre abultado. Ahora mismo, en sus manos estaba sostenido su mundo entero.

—Descansa, onni-chan... almorzaremos juntos cuando despiertes.

Al salir, entrecerró la puerta y continuó con el oficio del hogar que no le daba tregua.

Unos meses después, determinaron en el ultrasonido que esperaban gemelos.

N/A: la fe fue demasiado grande que hicieron ver a los métodos anticonceptivos como un fraude xD 

Desde un inicio pensé en solo un bebé y después tendríamos un viaje en el tiempo donde ellos esperarían al segundo pero solo me quedan dos capítulos xD muy mala planificación de mi parte. La solución: ponerlos 2 x1 en el embarazo ♥ 

Estoy emocionada en los siguientes que vienen porque son puro terrones de azúcar ♥♥♥♥♥ muchas gracias por todo su tiempo y amor al fic ♥

Nos vemos mañana ♥



Besos & AbrazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora