Capítulo XX: Imparable vs Inamovible (II)

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[Habitación del Equipo Cuzco]

—¡Se han vuelto locos! ¡¿Acaso quieren que el universo explote?! —exclamó Naamah estupefacta de lo que veía.

—Cuanto tiempo sin verlo así, en su verdadera forma y portando el resto de su armadura de combate —dijo Brynhildr con un notable sonrojo.

—¡¿Qué estás loca?! ¡¿No ves que van a causar un desastre de proporciones cósmicas aquí mismo?! —decía Naamah tan preocupada como jamás se ha visto.

—Descuida Naamah. Nuestro abuelo YHWH y el señor Vishnu ya lo tienen previsto, y se encargaran. Además, mientras yo esté aquí, ninguno de nosotros correrá peligro —decía Israel con una despreocupación, que consiguió tranquilizar un poco a la diablesa.

—Madre mía. Y eso que Rudra todavía no ha mostrado su forma más fuerte —decía Cuzco con asombro, mientras tenía entre sus manos una tabla con una pantalla en la que mostraba el historial de Rudra—. Según los registros, Rudra aún guarda una forma superior a esa, que representa su atributo como la personificación de las fuerzas salvajes de la tierra primigenia, y también la naturaleza indomable del interior de todos los seres vivos. La obtuvo al alcanzar el Nirvana, por lo que es su estado más poderoso. Fue el mismo estado que usó para vencer a entidades cósmicas como Wiracocha, y también el que hizo que los habitantes de mi tierra lo conocieran como "Tunupa".

—Tienes razón. Pero hay un detalle sobre esa forma —decía Israel con un tono preocupado—. El señor Rudra solo puede activarla, cuando sus emociones alcanzan el "Equilibrio Perfecto". Y ahora mismo él está más feliz que nunca. Y enojarse por nada no será suficiente, ya que sería como "odio injustificado". Su furia debe estar justificada para que cuente. Y para ser sincero, no sé en qué puede llegar a enojarse por culpa de Buda.

—Ya veo —dijo Cuzco.

—Israel, ¿de verdad los Sellos de Protección Universal resistirán? —pregunto Naamah, volviendo a sentirse insegura y temerosa, tanto que sujeto el brazo de su primo angelical con una mano.

Pero antes de que el ángel pelirrojo diera una respuesta tranquilizadora, de pronto el enorme portal espacial arriba de la Arena de Duelo, desapareció, para luego dar paso a un Círculo Mágico azul que rodeó toda la zona de combate. Acto seguido toda la zona empezó a liberar partículas azules, incluyendo los dos peleadores.

Y entonces, poco a poco, ambos peleadores fueron ganando una apariencia casi transparente, como si fuesen hologramas. Aparte en toda la zona de combate empezó a vislumbrarse un escenario extraño, como si fuese una especie de desierto holográfico.

—¿Qué sucedió? ¿Qué es todo eso? —decía Gotouge bastante confundida.

—Lo que decía yo. El abuelo YHWH y el señor Vishnu tomaron medidas preventivas, en caso de que se desatase una pelea de ese nivel —decía Israel—. El señor Rudra y Buda fueron llevados al Keterloka (Reino Corona). El primer universo en existir; el universo donde vivieron los Primordiales, antes de que se formasen los primeros Panteones. Y también es el lugar donde el señor Vishnu duerme. Ahora mismo lo que estamos viendo, es una imagen tridimensional en movimiento del señor Rudra y Buda, en un planeta de ese universo.

—¡¿Qué?! ¡¿Entonces ellos están en un nivel tan alto que las paredes no resistirían su fuerza?! —exclamó Gotouge sorprendida y aterrada.

—No exactamente. Si resistirían hasta cierto punto. Pero el problema es el efecto que sucedería en este universo, una vez que ellos empiecen a moverse —explicaba Brynhildr con seriedad—. Velo por ti misma, niña.

Immortalem: Duelo de DeidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora